Valorando diferentes evidencias colectadas en una causa que se continúa instruyendo por un caso de violencia de género, un juez de Garantías ordenó la detención de un joven que tiene 28 años.

El investigado permanece en la comisaría primera local, a la espera del otorgamiento de un cupo desde el SPB para su traslado a la alcaidía de una unidad penal de la zona.

Voceros judiciales y policiales allegados a la tramitación de este sumario penal identificaron al azuleño que desde hace dos días se encuentra privado de la libertad como Guillermo Alberto Matos.

Una orden firmada por Federico Barberena -desde el Juzgado de Garantías 1 con asiento en el Palacio de Justicia local y de manera subrogante a su cargo- se tradujo en que este martes que pasó efectivos policiales del Gabinete Externo de la Seccional Primera hicieran efectiva la medida de coerción en horas de la tarde.

Para fundamentar esa detención, en lo resuelto el magistrado hizo mención a las conductas desplegadas por Matos en este caso donde figura investigado. Y aludió a diferentes situaciones que servían para dar por demostrada la existencia de "un claro contexto de violencia de género" al que estuvo sometida durante bastante tiempo la víctima por parte del imputado, teniendo en cuenta que ambos mantuvieron hasta no hace mucho una relación de pareja.

Dichas circunstancias servían para "tener por acreditado, en grado relevante, un claro contexto de violencia de género, con directa intromisión -por parte del ahora detenido- no sólo sobre el proyecto de vida de la víctima, sino con un sostenimiento prolongado ininterrumpido en el tiempo".

Además, la medida cautelar llevada a cabo anteayer para Matos fue ordenada con la finalidad de desarticular lo que en lo resuelto el Juez de Garantías definió como un "peligro de entorpecimiento" por parte del encausado en la investigación penal que se está desarrollando. Una circunstancia surgida "del riesgo cierto de incidir sobre el testimonio" de la presunta víctima, considerado "de sustancial importancia para el desarrollo del proceso".

"Máxime -señaló también el juez Barberena- cuando se evidencia una reiteración de los hechos en estudio, denotando una clara indiferencia del encartado para con el respeto de las decisiones y plan de vida de la víctima, llegando a agredirla en contextos que incluso contaban con la extrema cercanía física de familiares de ésta, lo que en ningún momento limitó su despliegue violento para con ella".

"El grado de hostigamiento" evidenciado por Guillermo Alberto Matos hacia su víctima, "proyectado en el tiempo" y dejando en evidencia "situaciones de serias amenazas" hacia la denunciante, era revelador de "un serio maltrato psicoemocional" por parte del investigado hacia la joven que fue su pareja.

Dichas situaciones "dan cuenta de un contexto de violencia doméstica contra la víctima, afectada en su condición de mujer", señaló también el Juez de Garantías para ordenar esta detención.

"Todo ello me lleva a sostener -concluyó el magistrado- que el mencionado Matos intentará indudablemente influenciar en ella, debido justamente a esas situaciones de maltrato psicoemocional que se dan en ese contexto".

Para el Juez garante, ese accionar hacía adecuada la detención del investigado por este caso de violencia de género, con la consecuente finalidad también de proteger a la joven que figura como víctima de estos episodios.

Dos hechos definidos a escala penal como lesiones leves agravadas, más violación de domicilio, coacción y privación ilegítima de la libertad agravada por violencias, son los delitos que -"en concurso real de acciones"- le imputan al joven que permanece detenido.

Por todos esos ilícitos fue indagado días atrás en sede judicial, cuando todavía no se había ordenado su detención, informaron ayer voceros judiciales a EL TIEMPO.

El dato

El fiscal Adrián Peiretti, interviniendo de manera subrogante en la instrucción de esta causa desde la UFI 1 que conduce su colega Marcelo Fernández, había solicitado la detención del acusado.

Agredida físicamente, amenazada y "privada de su libertad locomotiva"

Una investigación penal que se lleva adelante desde la Fiscalía especializada en Violencia Familiar y de Género tiene privado de la libertad a Guillermo Alberto Matos.

Uno de los hechos que le atribuyen al joven como cometido en perjuicio de su pareja data del 26 de julio del año pasado.

Ese día, cuando ambos estaban en un salón de fiestas celebrando el cumpleaños de un familiar de su novia, tras una discusión el acusado la agredió, al empujarla y golpearla con su mano en el labio.

Ese mismo contexto de violencia de género por parte del encausado hacia la víctima volvió a quedar de manifiesto el 5 de marzo de este año.

Aquel día Matos se hizo presente en el domicilio de la joven y, tras empujarla cuando ella abrió la puerta, "ingresó a la vivienda sin su autorización y le quitó su teléfono móvil", permaneciendo en ese inmueble hasta que llegó la madre de quien después se convertiría en la denunciante de estos hechos.

En tanto, en las actuaciones penales se refiere que el pasado 24 de julio el imputado, tras discutir con la joven mientras ambos estaban en su domicilio, la dejó encerrada en ese inmueble "contra su voluntad" y "privada de su libertad locomotiva".

Además de llevarse las llaves cuando se fue, dejando a la joven en el interior de esa casa, Matos hizo lo propio con el rodado en que se trasladaba la víctima. Y recién al día siguiente -es decir, el 25 de julio- regresó a su domicilio de trabajar, iniciándose una nueva discusión con la mujer por lo que había sucedido.

Cuando la joven se fue, Matos la persiguió y la interceptó en la vía pública, donde la tomó del brazo con intenciones de llevarla nuevamente a su casa.

Para evitar que eso ocurriera, la víctima se tiró al piso, lo cual no impidió que el ahora detenido la arrastrara hasta la puerta de su domicilio, donde ella volvió a resistirse al agresivo accionar de su pareja, por lo que forcejeó con Matos, quien en ese entonces le dio varias patadas y "por la fuerza logró que ingrese a la vivienda".

Una vez en el interior del inmueble, en las actuaciones se refiere que el acusado continúo agrediendo a su pareja, al tomarla del cuello con sus manos mientras le refería textualmente: "Te vas a quedar acá hasta que yo diga, te voy a matar... Si llamás a tu mamá le voy a romper los vidrios de la peluquería y tu auto... Te voy a matar".

Los gritos de auxilio de la joven aquel día, una vez que zafó de la agresión y se asomó a una ventana, derivaron en que instantes más tarde -alertados por un llamado de un vecino al 911- agentes policiales se hicieran presentes en el domicilio del imputado.

Posteriormente, cuando la joven recibió atención médica por esa agresión que sufrió, se constató que había resultado con diferentes lesiones.