Tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor y comercialización de estupefacientes propiamente dicha, en concurso ideal, son los delitos que le están imputando a un hombre que había sido aprehendido el pasado jueves por esta infracción a la Ley 23.737 y ahora está detenido.

Identificado como Víctor Alberto Gabriel Rodríguez, un azuleño que tiene 42 años, hace tres días efectivos de la Delegación local de la Policía Federal habían allanado su casa, procedimiento que finalizó con el hallazgo y posterior secuestro de algo más de cuatro gramos de cocaína, dos armas de fuego, dinero en efectivo y el teléfono celular del encausado.

Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3 que convirtió a la aprehensión del imputado en detención, había ordenado la realización de aquel procedimiento.

Lucas Moyano, desde la UFI 22 a su cargo con asiento en los tribunales de Azul, está llevando adelante esta Investigación Penal Preparatoria donde Rodríguez figura sospechado de dedicarse a comercializar estupefacientes al menudeo.

Ese Fiscal había solicitado ante el magistrado a cargo de Garantías 3 la realización del allanamiento llevado a cabo el jueves que pasó, procedimiento que tuvo como escenario la casa donde el imputado se domicilia, situada sobre la calle Fournier, en cercanías al cruce con Sargento Cabral.

Después de que anteayer Rodríguez fuera indagado y declarara por los ilícitos que le atribuyen en carácter de autor, el titular de la Unidad Funcional de Instrucción 22 había pedido también que su aprehensión fuera convertida en detención, la medida cautelar ordenada por el Juez de Garantías que entiende en lo que está siendo la tramitación del sumario penal.

Hasta ayer Rodríguez continuaba privado de la libertad en la Delegación Azul de la PFA, aunque en la resolución que se tradujo en el dictado de su detención se ordenó también que sea trasladado a "la Sede de la Alcaidía de la Unidad Penitenciaria que corresponda".

La imputación

"Al menos en el período comprendido entre el 23 de junio y el día 9 de septiembre del año 2021 Víctor Gabriel Rodríguez, en forma habitual y continua, desarrolló en su domicilio particular -ese inmueble situado sobre la calle Fournier convertido el pasado jueves en escenario del allanamiento que se tradujo en su arresto- tareas de comercialización de estupefacientes en dosis fraccionadas y acondicionadas para ser entregadas en forma directa al consumidor, a cambio de un precio cierto en dinero", se menciona en la resolución que ahora derivó en que le fuera dictada la detención.

Además, se señala que para desarrollar esa actividad ilícita, encuadrada en los términos de una infracción a la Ley 23.737 del Código Penal, el encausado utilizaba como "elementos aptos para la protección de dichos bienes" las dos armas de fuego -"de uso civil condicional"- que también fueron secuestradas por los agentes de la PFA que hicieron este allanamiento: las ya referidas carabinas. Ambas calibre 22, una de ellas tenía limado su número de identificación, según fuera informado.

Con relación a la droga hallada en poder del ahora detenido, en las actuaciones penales se señala que Rodríguez tenía "ilegítimamente bajo su guarda y disposición sustancias estupefacientes fraccionadas" para la venta en pequeñas dosis. Concretamente, en el allanamiento se secuestraron -uno dentro de un zapato y el otro en el interior de una zapatilla- dos pequeños envoltorios de nylon que contenían clorhidrato de cocaína, droga que en total pesó algo más de cuatro gramos, tal lo que EL TIEMPO ya informara en su página web.

Más de 26.000 pesos en efectivo y el teléfono celular del azuleño que ahora está detenido se incautaron también durante este procedimiento. El móvil y la plata, se sostiene desde la imputación, son considerados elementos "vinculados al ejercicio de la actividad ilícita" por la que Rodríguez permanece privado de la libertad.

Desde la delegación Azul de la PFA se había iniciado en junio pasado la investigación que ahora lo tiene al presunto autor de esta infracción a la ley de estupefacientes detenido.

Esas averiguaciones incluyeron que los agentes desarrollaran diferentes tareas de observación -las cuales después fueron documentadas e incorporadas a la causa por medio de fotos y filmaciones- con relación a los movimientos que se constataron en el inmueble allanado hace tres días.

De esa manera, fue posible establecer que era habitual que diferentes personas se acercaran hasta el inmueble de Rodríguez, al parecer para adquirir los estupefacientes que -según lo demostrado hasta ahora- el hombre les vendía en pequeñas dosis.

Como pruebas que acreditan la existencia del ilícito que le están reprochando al ahora encausado, dichas situaciones fueron mencionadas también por el Juez de Garantías que le dictó la detención

Los agentes de la Federal usaron para llevar adelante este procedimiento un perro especialista en detectar estupefacientes. Llamado Bruno, desde la Delegación local es utilizado habitualmente a modo de apoyo en allanamientos donde se busca secuestrar drogas.

EL DATO

En la resolución que se tradujo en el dictado de la detención para el acusado por esta infracción a la Ley 23.737 el Juez de Garantías que ordenó esa medida cautelar dispuso también que el teléfono celular incautado sea sometido a pericias, con el fin de analizar si las comunicaciones que tiene pueden servir como más elementos de prueba a esta investigación penal. Además, el secuestro de las dos carabinas se tradujo en que se inicie un sumario penal aparte para el ahora detenido, ante la presunción de que tenía ambas armas de fuego sin la correspondiente autorización legal.

Un testimonio que no es considerado creíble

Cuando anteayer Víctor Alberto Gabriel Rodríguez fue indagado por el Fiscal que lo acusa de vender estupefacientes al menudeo, el hombre que ahora permanece detenido declaró.

A través de sus dichos, intentó desligarse de la imputación que pesa sobre él, indicando -entre otras cuestiones- que consume drogas pero que no las vende; que el dinero que tenía era producto de la actividad que desarrolla, ligada a la venta de lechones; y que ese habitual movimiento de gente que los policías constataron en su casa obedecía a que también comercializa comida para perros en latas.

Pero esa versión no fue considerada creíble por el Juez de Garantías que convirtió a su aprehensión en detención.

Al respecto, el magistrado Juan José Suárez señaló en lo resuelto que, al igual que lo sostenía el fiscal Lucas Moyano, "no se puede soslayar que el encartado -al momento de prestar declaración en esa indagatoria a la que había sido sometido- intentó mejorar su situación procesal".

"Ello surge de las expresiones referenciadas en cuanto a que es consumidor de clorhidrato de cocaína y que el dinero secuestrado es proveniente de la venta de lechones, intentando justificar de esta manera tanto que dicho dinero es producto de que la semana pasada vendió ocho lechones a un precio de 4.500 pesos cada uno; como que además el movimiento de gente que se advierte en la investigación en las afueras de su domicilio obedece a que el encartado vende comida para perros en latas de veinte litros", puede leerse en la resolución que se tradujo en la detención del encausado.

El Juez de Garantías sostuvo que esas circunstancias mencionadas por el acusado "en ningún momento de advierten en los registros fílmicos que son prueba de cargo y que fueron obtenidos por la cámara ubicada frente a su domicilio".

"Al contrario -afirmó el magistrado-, los movimientos de gente que concurrían al domicilio de Víctor Rodríguez presentan la particularidad que son de períodos de tiempo muy cortos y no se observan las referidas latas de veinte litros descriptas, como así tampoco los animales que refiere comercializar".

"Ello me lleva a descartar a esta altura de la investigación los dichos de descargo formulados en el acto de defensa material de Rodríguez", concluyó el juez de Garantías Suárez para después dictarle la detención al azuleño investigado por esta infracción a la ley de estupefacientes.