-¿Cuándo y por qué decidió ser periodista?

-Para ser absolutamente honesta, más que periodista me consideraría comunicadora. Pero yendo a la pregunta específica, creo que desde muy chica. Mi mamá siempre cuenta como anécdota que cuando yo tendría 10 ó 12 años mirábamos un noticiero y le dije que algún día me vería ahí. Sinceramente, más que por los dichos de mi mamá, que es súper memoriosa, no recuerdo el relato. Más grande, ya en el Secundario, en Cuarto y Quinto Año, en una materia que ya no existe (sería la llamada actualmente Construcción de Ciudadanía) realizamos trabajos de investigación sobre medios locales. Trabajamos con los archivos de la hemeroteca y teníamos un micro de radio donde incursionábamos en lo que era comunicar. Ahí tenía totalmente claro que iba a estudiar Comunicación Social y que eso me fascinaba.

-¿Cómo fueron sus inicios en esta profesión?

-Cuando estaba en las vacaciones de verano, previas al ingreso a la facultad, fui a la R98 (Radio Universal) a dar una prueba para cubrir francos en los panoramas informativos. Recuerdo que Rodolfo De Pol me tomó la mencionada prueba y ahí arranqué. Luego, ya en la radio empezamos de tarde un magazín muy juvenil, con juegos y música. Desde ese instante no paré jamás de hacer radio y estuve en muchas. Varios años en X Radio, que ahora es la 105; y luego, desde 1998 al 2012, en la 102, que hoy es la 90.9. Hasta que llegó la tele.

-¿Desde cuándo comenzó a conducir el noticiero local? ¿Cómo fue llegar a ocupar ese lugar?

-Casting de por medio, ingresé en mayo del 2012 cuando se lanzaba el canal local integrando la cadena Somos, con una nueva marca y estética: "Somos Azul". La idea era conducir la segunda edición, la de las 20 horas, con Enrique "Chato" Flores. Recuerdo que ni bien me sumé al staff Azul sufrió tres inundaciones en tres meses y que pasamos días enteros haciendo coberturas. Fue un curso acelerado. Más tarde, cuando "Naty" (Natalia) Colomé se fue e ingresó Pablo Schiro, para conservar una dupla varón-mujer en ambos noticieros pasé a realizar la conducción de las dos ediciones. Al mediodía con el "Chato" y a las 20 con Pablo. Ahora, en tiempos de pandemia, todo se adaptó y trabajamos en burbujas.

-Alguna anécdota referida con esta profesión...

-Uhhhhhh... debe haber miles. Muchas metidas de pata, furcios memorables que hasta hoy hacen reír a mis compañeros. Una vez, en el bloque que llamamos "Servicios a la comunidad", tenía que pasar el extravío de un perro Boyero de Berna. Yo al aire dije otra cosa, que no pienso decir ahora, y seguí como si nada. Al terminar el noticiero me hicieron escuchar lo que había dicho, ya que no tenía noción de mi tremendo error y realmente me quería matar. Y mil anécdotas más...

-¿Cuál fue la noticia que más la marcó y tuvo que contar al aire?

-Sería difícil decir cuál. A mí me afectan muchas cosas, aunque pueden no notarse por la televisión. Me golpeó mucho tener que contar en el noticiero las pérdidas físicas de dos compañeras del canal: Claudia Di Maio y Marisa Fernández. Me quebré y se me complicó seguir al aire y continuar hablando.

-¿Cómo es hacer periodismo en una ciudad como Azul?

-Tiene sus claroscuros. En Azul nos conocemos casi todos y es más accesible llegar a la mayoría de los actores de la actualidad local. Por lo tanto, algunas cuestiones pueden facilitarse bastante y a veces por el mismo motivo, conocernos todos, otras se hacen más engorrosas.

-¿Qué es lo mejor y lo peor que esta profesión le ha dado?

-Lo mejor, sin dudarlo, es la posibilidad que me ha dado de generar lazos afectivos con quienes te escuchan o te ven y sienten, al menos un poco, que sos parte de sus días y que muchas veces confían en tu trabajo para aportar algún cambio o ayuda en sus realidades cotidianas. Además, lo mejor es sentir que, más que un trabajo, lo que tengo es una pasión que ejerzo a diario ¿Y lo peor...? No se me ocurre. Quizás, que alguien se pueda enojar o sentir lastimado por alguna información que damos. Pero está lejos de mí herir susceptibilidades.

-¿Si no hubiera sido periodista, o comunicadora como se define en esta nota, qué cree que habría sido?

-No me imagino haciendo otra cosa. No he fantaseado con haber elegido otra profesión.

-¿Qué le dio y quitó el ejercicio del periodismo?

-Me dio de todo. Mucho más de lo que hubiese podido imaginar alguna vez. Y quitarme, creo que nada. Todo es haber.

-¿Un consejo o "advertencia" para quienes quieran incursionar en esta actividad?

-No siento estar preparada para darle consejos a nadie. Sólo diría: si vas a hacer esto, amalo y nunca te creas saberlo todo.