A un mes del intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández, el diputado Máximo Kirchner reapareció en público en un acto en la localidad de Morón, y remarcó que desde las filas del Frente de Todos quieren saber "quién estaba detrás de (Fernando) Sabag Montiel y Brenda Uliarte", detenidos y procesados con prisión preventiva por ejecutar y planificar el magnicidio.

"Hoy leía un artículo que decía que 'se demuestran nexos entre el centro de estudiantes de tal escuela con tal organización'. Lo que queremos saber es quién estaba detrás de Sabag Montiel y Brenda Uliarte: ahí parece que se les acaba la intriga de quién está detrás de las cosas", completó durante un acto en Morón.

"Recuerdo muy bien ese jueves porque a la mañana había dado una entrevista, no es muy habitual que lo haga, y había dicho que pareciera que estaban compitiendo a ver quien mataba al primer peronista, todo esto con los sucesos previos", reflexionó Kirchner, haciendo referencia a la oposición y específicamente al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Kirchner vinculó los hechos ocurridos en cercanías de la casa de su madre hace un mes con el accionar de la última dictadura militar y aquel modelo de país, político y económico, con el que propone el expresidente Mauricio Macri.

En esa misma línea, añadió que empresas como la de la familia Macri en la década de los '70 "hundieron al país", incluso llevándolo a la Guerra de Malvinas. "Es mentira que detrás de un esquema autoritario, privativo de la libertad, tendrá nuestro pueblo una mejor calidad de vida, al contrario, humanamente descenderá a los infiernos", afirmó el diputado. "Lo que queremos discutir es otro país en serio, y lo escuchaba, al expresidente Macri decir 'con la Constitución arriba de la mesa'; le recomiendo que vea la última intervención de Cristina (Fernández) cuando puso la Constitución arriba de la mesa y todavía estamos esperando al expresidente que deje de comportarse como patrón, de abusar del poder que tiene en el Poder Judicial y en los medios y se siente a discutir cara a cara y si puede enunciar de manera ordenada y comprensible qué idea de país quiere", subrayó.

"Quizás para algunos fue una sorpresa lo que pasó (el jueves 1º de septiembre) pero para otros no fue una sorpresa", resaltó Kirchner, haciendo referencia a actos de violencia sufridos por el Frente de Todos en la ciudad de Bahía Blanca y en la Ciudad de Buenos Aires.

"Este esquema de violencia dirigido hacia un sector político, y acicalado por los medios de comunicación no podía terminar de otra manera", sentenció.

Kirchner también repudió cómo aquel día la ministra de Educación porteña Soledad Acuña dijo que él tenía algún problema de salud mental y se centró en duras críticas a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y su Gabinete.

"Cuando uno ve ese lenguaje tan duro, tan de 'taita', de guapo, de arrabal, que quiere sacar chapa con los pibes y pibas, Larreta, me parece que quiere descargar la frustración de bajar la mirada con Macri, que lo maltrata y lo deja sin dignidad", aseveró el legislador, refiriendo además a que "(a Larreta) le gustan los jóvenes que llevan antorchas y guillotinas con carteles que buscan matar al otro" y no se preocupa por los pibes que luchan por sus escuelas.