NATACIÓN MÁS SEGURA. Niños en el agua: los riesgos que hay que evitar

¿Está bien que un bebé con pañales chapotee en la piscina? ¿Puede un niño tener colocado un yeso o unos tubos de ventilación en el agua sin peligro? ¿Pueden las bacterias que se encuentran en la piscina o en el lago enfermar al pequeño?

El Dr. Jay L. Hoecker, especialista en pediatría de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, aclara todas las dudas:

Los bebés y los niños pequeños, ¿pueden usar pañales en el agua?

Los pantaloncitos y los pañales para nadar repelen el agua y ajustan suavemente los muslos y la cintura del niño, pero no son impermeables. Si el niño defeca en el agua, es posible que la materia fecal se escape del pañal.

Un pañal sucio puede contener gérmenes que causan diarrea y contaminan el agua de la piscina o de otros lugares de baño, entre ellos el parásito criptosporidio. En las personas sanas, la infección por criptosporidiosis provoca diarrea. Las consecuencias pueden ser más graves en las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados.

La orina en el agua es menos peligrosa que la materia fecal, pero es difícil separar ambas cosas cuando el niño usa pañales. Si se permite que el niño use pañales, hay que hacer pausas para cambiarle el pañal en el baño o para que use el inodoro. Nunca hay que permitir que el niño ingrese en la piscina si tiene diarrea.

¿Es peligroso que un niño trague agua en la piscina?

Los chicos, sin duda, van a tragar agua en la piscina en algún momento, especialmente cuando estén aprendiendo a nadar. Tragar un poco de agua en la piscina no suele ser motivo de preocupación, pero tragar mucha agua puede causar enfermedades. Hay que alentarlo a que escupa toda el agua que le entre en la boca.

¿Puede nadar un niño con yeso?

Depende del tipo de yeso:

Férula de yeso. Si el niño tiene colocada una férula de yeso sobre una envoltura de tela, debe mantenerse fuera del agua. Por lo general, no surte efecto tratar de proteger la férula de yeso con bolsas de plástico.

Férula de fibra de vidrio. Si el chico tiene una férula de fibra de vidrio que está revestida con un recubrimiento repelente al agua, generalmente no hay inconveniente para nadar, siempre y cuando el médico lo haya autorizado. Después de nadar, es importante enjuagar completamente el interior de la férula con agua limpia. En general, se puede dejar que la férula se seque por el contacto con el aire.

¿Pueden nadar los niños con tubos de ventilación en los oídos?

Si el niño tiene tubos de ventilación en los oídos (pequeños cilindros que se colocan en el tímpano para drenar líquido y permitir el ingreso de aire al oído medio) hay que consultar al médico acerca de qué protección auditiva necesita para nadar. Algunos médicos recomiendan que los niños con tubos de ventilación en los oídos usen tapones cuando nadan para evitar el ingreso de bacterias al oído medio. Sin embargo, el uso rutinario de los tapones podría necesitarse solo cuando los niños se sumergen o cuando nadan en agua no tratada, como lagos y ríos.

¿Cuál es la mejor manera de prevenir la otitis del nadador?

La otitis del nadador es una infección que con frecuencia se trata con gotas para los oídos de venta bajo receta médica. Para prevenir la otitis del nadador:

Mantener los oídos secos. Recomendarle al niño usar tapones para los oídos cuando nade. Después de nadar, secarle las orejas, limpiando delicadamente el oído externo con una toalla suave, o usar un secador de cabello. Colocar el secador de cabello en la configuración más baja y sostenerlo al menos a 30 centímetros de de distancia de la oreja.

Tratamiento preventivo en el hogar. Si el niño no tiene los tímpanos perforados, usar gotas para los oídos caseras a modo de prevención antes y después de nadar. Una mezcla compuesta por mitad de vinagre blanco y mitad de alcohol para uso tópico podría ayudar a secar los oídos y prevenir el crecimiento de bacterias u hongos que pueden provocar otitis del nadador. Aplicar una cucharadita (alrededor de 5 mililitros) de la solución en cada oído y luego dejar salir el líquido. Se pueden encontrar soluciones similares y de venta libre en la farmacia.

Evitar poner objetos extraños en el oído de tu hijo. No usar hisopos de algodón en los oídos del niño, que pueden empujar el material más hacia el fondo del canal auditivo, irritar la piel fina dentro del oído o lastimarla.

¿Qué se debe hacer con los ojos rojos después de nadar?

La exposición al cloro puede causar enrojecimiento en los ojos de los niños. Para aliviar el malestar y disminuir el enrojecimiento después de nadar, lavar los ojos del niño con una solución ocular estéril o con lágrimas artificiales. Para evitar los ojos rojos o hinchados, usar anteojos protectores mientras practica natación.

¿Cuál es la mejor edad para aprender a nadar?

Muchos niños aprenden a andar en bicicleta y a nadar por su propia cuenta a la misma edad, más o menos, y generalmente ocurre durante el verano previo a comenzar el jardín de infantes. La Academia Americana de Pediatría recomienda para la mayoría de los niños que las clases de natación empiecen a partir de los 4 años.

Si se inscribe a un niño menor de 4 años en un programa de natación, conviene elegir uno que requiera la participación de los padres, que cuente con docentes calificados, tenga una atmósfera alegre y que implique una cantidad limitada de sumergimientos. De esta manera se limitará la cantidad de agua que pueda tragar el niño.

¿Pueden nadar los niños cuando están enfermos o tienen cortes o raspaduras?

Los niños que están resfriados o tienen otras enfermedades menores pueden nadar, siempre y cuando se sientan lo suficientemente bien para hacerlo. Del mismo modo, está bien que los niños naden si tienen cortes y raspaduras, siempre que las heridas no sangren.

¿Es adecuado nadar inmediatamente después de comer?

Es adecuado nadar inmediatamente después de consumir un refrigerio o una comida liviana. Sin embargo, si el niño se siente sin energía después de consumir una comida pesada, es importante que tome un descanso antes de nadar.

¿Las piscinas climatizadas son seguras para los niños?

Los niños pequeños pueden acalorarse rápidamente en una piscina caliente o de vapor. Si la usan, hay que asegurarse de que permanezca dentro de ella poco tiempo, esté siempre supervisado y no permitir que el niño sumerja la cabeza en el agua. El pelo largo puede enredarse en la rejilla de una tina caliente sin cubierta y causar ahogo.