Cuando Cugnot en 1769 logró transportar cuatro personas a cuatro kilómetros por hora, mediante una máquina a motor montada en un carro de tres ruedas en Inglaterra, comenzó una nueva era para la tracción; mientras entraba en la decadencia el transporte a sangre que, no obstante, sobreviviría aún muchos años.

Y fue así como en etapas sucesivas, fijadas posteriormente, en los años 1803 y en 1804, las máquinas a vapor fueron cobrando popularidad, llegando en 1814 a transportar veinticinco toneladas, hasta que Stephenson inventó la locomotora que por rieles corría con un tren y unió, en 1825, Stockern con Darlington en Newcastle (Inglaterra), en medio del júbilo de la población. Y el naciente Ferro Carril o Chemin de Fer, se extendió y fue uniendo ciudades de Europa y América del Norte, para llegar a la Argentina en 1860 y enlazar la actual Plaza Lavalle con Flores, en un primitivo ramal que fue abriendo sus brazos hacia el interior del país, bajo la tutela de varias compañías británicas, como lo fueron el Ferro Carril Oeste y Ferro Carril del Sud.

Y en esa lucha entre la civilización y el desierto, llegaron los rieles hasta el Azul, cuando aún no se habían acallado los gritos doloridos de las víctimas del último malón (1875); cuando aún la indiada salvaje acometía con todas sus fuerzas los pueblos nacientes de esta región, defendidos a muerte por las guarniciones militares y los vecinos gauchos, que trabajaban con el fusil bajo el brazo.

Las obras del Ferrocarril futuro, se habían planeado mucho antes, cuando los dirigentes del Ferro Carril del Sud solicitaron de la Corporación Municipal de Azul la autorización y los terrenos necesarios para construir la Estación y las playas donde pudieran asentarse los ramales, para llevar desde las carretas (en uso en ese entonces), hasta los vagones, la riqueza de la región: cereales, haciendas, cueros, lanas, etc., que formaban un importantísimo tráfico comercial.

Y esa solicitud determinó que se reuniera en Sesión Extraordinaria la Corporación Municipal, presidida por el señor Manuel Leal y la asistencia de los señores Abeberry, Luciani, Aramburu, Oubiñas y Chayé, y al tratarse la concesión del terreno para la estación -Sesión del 7 de mayo de 1873- se acordó dirigir al Señor Presidente del Directorio del Ferro Carril del Sud, don Francisco Parish, la siguiente nota: "Tengo el honor de comunicar al Sr. Presidente, que la Municipalidad en reunión de la fecha, ha resuelto conceder a esa Empresa el terreno necesario para Estación en este pueblo, en uno de los puntos acordados. Dios Guarde a Ud."

Se resolvió de inmediato dirigir nota también al Presidente del Directorio del Ferro Carril Oeste, pidiendo "se sirva decir qué área necesita para una Estación principal en este punto". "Pedir al Gobierno autorización para expropiar los terrenos necesarios para la Estación de este pueblo, como así las leyes que rigen para la expropiación".

Como se destaca en las resoluciones antes dichas, no sólo el Ferro Carril Sud tenía interés en establecerse en Azul, ya que también el Ferro Carril Oeste había solicitado autorización similar y esto destaca la importancia de esta población (en plena guerra del desierto), de indudable atracción agrícola-ganadera y comercial, para las empresas ferroviarias inglesas.

Epígrafe original: "Una fotografía que tiene más de medio siglo [década 1910] y fue tomada en la Estación del Ferro Carril Sud -hoy Roca- de Azul, en la que aparecen rodeando al Jefe Dr. Manuel Castro, el segundo Jefe Dr. Antonio Trapaglia, el Jefe de Encomiendas Sr. Francisco Finet, los auxiliares Cayetano Piazzi y Santos Messineo, el encargado de la Confitería Sr. Ricardo Carrera, el auxiliar Sr. Silvio Carbone y personal de distintas dependencias ferroviarias". FOTO EL TIEMPO/HEMEROTECA J.M. OYHANARTE

La Corporación fija un terreno para la Estación en la actual Villa Fidelidad

Indudablemente se presentaron algunas dificultades a los Municipales de aquel entonces, en lo referente a la compra o expropiación de los terrenos destinados al F.C. Sud, tanto en la faz edilicia como en el orden económico, por cuanto pocos días después de la citada comunicación vuelve a reunirse la Corporación Municipal y, con la presencia del señor Manuel Leal, resuelve, previa una breve aclaración, lo siguiente: "[1°] Queda designado el local para la Estación del Ferro Carril del Sud en este pueblo al costado Noroeste, en la margen occidental del arroyo, entre las calles VI (actual Gral. Mitre) y XII (actual Humberto), viniendo a quedar el centro de la Estación en la calle IX (actual San Martín), calle derecha de la Iglesia. 2° La Empresa construirá un puente sobre el arroyo en dicha calle para el tráfico."

El pueblo alborozado en junio de 1873

Pero las cosas no paran ahí. Se produce una efervescencia entre el vecindario, cuya mayoría -al parecer- quiere que el Ferro Carril pase por el centro del pueblo, casi sobre la actual plaza San Martín, y en una prolongada reunión resuelven aprobar y elevar a la Corporación la siguiente nota: "Al Señor Presidente de la Municipalidad de Azul, Señor Manuel Leal: Los vecinos que suscriben, reunidos en este día en la plaza pública de este pueblo con motivo de haber sabido que varios vecinos habían recogido firmas para que la estación del Ferro Carril del Sud fuese a una distancia de diez cuadras de la plaza, sin haber sido sino una sola fracción de este vecindario, venimos a protestar de semejante procedimiento y pedirle al mismo tiempo a la Honorable Comisión Municipal que la concesión de la localidad para la futura Estación sea lo más cerca posible de la Plaza de este pueblo, que es el centro, porque creemos que así conviene a los valiosos intereses ya creados en este pueblo. Esperamos pues con entera confianza tomará en consideración la Corporación Municipal que Ud. dignamente preside esta nuestra petición. Es justicia. Alejandro Brid, Belisario Zapata, Juan Uhalde, José M. Almada, Vicente Gauthier, Dr. Bonifacio Basualdo, Dr. José M. Gallardo, Manuel Saavedra" y siguen las firmas..

"Vista de la Estación del Ferro Carril Sud -actual Roca- librada al servicio público hace noventa y un años [1876], siendo centro de grandes actividades en el transporte de pasajeros y carga en un pasado no muy lejano". [Epígrafe original] FOTO EL TIEMPO/HEMEROTECA J.M. OYHANARTE

Ni unos, ni otros...

Con el correr del tiempo no prosperó ni la iniciativa municipal de levantar la Estación más allá del Arroyo -en la actual Villa Fidelidad-, ni tampoco la solicitud del vecindario de realizarse en las inmediaciones de la Plaza, pues quedó al firme una tercera proposición, que llevó al Ferro Carril Sud a su actual emplazamiento y también a la población que de su predominio en el Oeste, fue ganando posiciones hacia el Este, fundándose colonias en las márgenes del Ferro Carril, e industrias y comercios, con un progreso más fecundo y sustancial para nuestra localidad. Fueron catorce manzanas de tierras en las cuales se levantaron la Estación, las casas para empleados y obreros de la Empresa, el galpón de máquinas, las cocheras y las correspondientes dependencias de carga y encomiendas.

Y pocos años más tarde comenzaron a levantarse al Sud de la Estación, las grandes Barracas, que como la de Schneider y Lahusen, fueron los depósitos de los cargamentos de productos de nuestra campaña que, en largos trenes de mercancías, eran llevados a la Capital Federal para su industrialización o para su exportación a los países extranjeros.

Se inaugura la Estación

En una Sesión Extraordinaria -10 de junio de 1876-, que presidió el Sr. Alsina y asistencia de los señores Peñalva, Luciani y Frías, la Municipalidad, trata la próxima inauguración de las actividades ferroviarias en Azul, tomándose nota de que: "La inauguración del Ferro Carril del Sud iba a tener lugar el 9 de julio próximo [1876] y habiéndose hecho presidente al Sr. Presidente del Directorio de la Empresa de los inconvenientes que ello provocaría para alojar a las primeras autoridades de la República y de la Provincia, y demás invitados para este acto, creía oportuno prevenirles con anticipación y pedir se dispusiera alojamiento para estos, al menos para los altos funcionarios nacionales y provinciales a cuyas razones creía justo se accediera; y pedir a la Corporación tratara con preferencia y detenimiento sobre un asunto de tanto interés. Conformes todos los presentes a la sesión se llevaron los deseos del Presidente del Directorio tarde para pedir su concurso haciéndole presente el objeto tan laudable conque se la convoca. Por otra parte se dispuso el arreglo de las calles IX (San Martín) y X (actual Yrigoyen) desde la Plaza hasta la Estación del F.C. Sud."

La manifestación realizada con motivo de la inauguración del Ferro Carril en Azul, que en ese año de 1876 fue punta de rieles, con sus típicos campamentos de obreros, sus comercios ambulantes, etc., dio lugar a grandes expresiones de alborozo y júbilo, volcándose el pueblo hacia la Estación, acompañando la algarabía de los pobladores.

Entró el primer tren de pasajeros a lenta marcha, piloteado por una locomotora adornada con banderas, flotando al aire los colores azul y blanco en la diáfana mañana invernal. Se sucedieron los discursos después de las bienvenidas y luego se celebró el grato acontecimiento con una gran comida a la William Moores y, hallándose convencidos que a la Corporación corresponde el derecho de hospitalidad de tan altos huéspedes, se resolvió convocar a una reunión que tendría lugar en la plaza pública el día 15 del corriente mes a las 2 de la criolla, y en la noche hubo banquetes y bailes en honor de las autoridades huéspedes del Azul. Iniciándose en aquella fecha un intenso tráfico hacia la Capital y viceversa, que le dio primera categoría a la Estación del F.C. Sud entre las restantes de la Provincia de Buenos Aires.

Cabe destacar que conjuntamente con la Estación, se inauguró en su local una confitería y restaurant particular a cargo de Don Antonio Cuitiño, descendiente directo del famoso Cuitiño que actuara en el tiempo de Rosas en Buenos Aires; persona aquella que se afincó con su esposa y sus hijos en Azul; cuyos descendientes tuvieron destacada actuación en nuestra sociedad de fines y principio de siglo [XX] y cuyos sentimientos católicos los destacaron en nuestra feligresía.

Como un complemento cabe agregar los empleados y obreros que actuaron en la estación ferroviaria local, en sus distintas épocas; cuando todo se cumplía a horario y el tren de las 11 de la mañana o el de las 2 de la tarde llegaban; partía a la hora señalada y la carga y la mercadería se entregaban dentro de los plazos señalados, con gran satisfacción de pasajeros y comerciantes de la zona; todo lo cual se fue después desnaturalizando, hasta quedar la bella época del transporte por ferrocarril como un hermoso recuerdo del pasado, cuando actuaban severos inspectores de tráfico, como lo fueron Míster J.T. Moore, W. Eggars, H.E. Hopson, H.W. Brown y otros, que por sólo dos minutos en el atraso de un tren ordenaban la instrucción de un sumario para deslindar responsabilidades entre el personal y darle seguridad al viajero... Eran otros tiempos que quizá vuelvan, pero es difícil...

"El antiguo galpón de máquinas utilizado para las locomotoras en uso en la línea ferroviaria y también para su reparación, si era necesaria". [Epígrafe original del artículo] FOTO EL TIEMPO/HEMEROTECA J.M. OYHANARTE

Los Jefes de Estación

A continuación, damos a conocer una nómina de personas a quienes les cupo la responsabilidad de la Jefatura de la Estación local del F.C. Sud (actualmente F.C. General Roca), desde fines del siglo pasado [XIX] y principios del presente [XX]:

Señores Tomás Porta, Francisco A. Trotti (antes Jefe de la Estación Plaza Constitución), Manuel Castro (en el año 1909 el Sr. Castro obtuvo permiso de tres meses para ausentarse a España, siendo reemplazado por el Jefe Relevante Sr. Bartolomé A. Vanoli, actuando como Jefe nocturno el Sr. Antonio Trapaglia, ambos se complementaron correctamente, haciendo entrega de la estación al Sr. Castro a su regreso de España, a entera satisfacción). Luego le sucedieron los siguientes Jefes: Norberto A. Chervero, José Astudillo, Antonio Villar, Emilio Lampreabe, Justiniano Rodríguez, Manuel Valle, J. Pagano, Roberto Zubeldía.

[Referencias: artículo firmado con el seudónimo Peter Boy. Publicado en El Tiempo en el suplemento especial del domingo 9 de julio de 1967. El título original es "¡Pasajes para el Azul! - Punta de rieles del Ferro Carril del Sud 1876-julio-1967". Archivado en Hemeroteca JMO de Azul].