. Reabrieron la causa por la muerte de un médico

En enero del año anterior a Juan Manuel Celes Cárcamo, tras varios días de búsqueda, lo hallaron muerto en un establecimiento rural de su propiedad que está en Tapalqué. El sumario que en principio se inició determinó que el hombre, de 70 años de edad, había fallecido por causas naturales, por lo que fue archivado. Pero días atrás, por orden del Fiscal General interino, ese expediente se reabrió y ahora lo instruye otro fiscal, funcionario judicial que también investiga el deceso del casero del campo que era propiedad del médico, hecho ocurrido en abril de 2014. Los abogados de la familia de Celes Cárcamo fueron quienes pidieron la reapertura del sumario, en medio de una situación donde está en juego la herencia del neurólogo.

 

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Cristian Citterio, fiscal General interino del Departamento Judicial Azul,  resolvió reabrir una causa que el año pasado había sido archivada, sumario penal que está relacionado con la muerte de un médico, quien luego de estar varios días desaparecido había sido hallado sin vida en un campo de su propiedad situado en el Partido de Tapalqué.

La reapertura de ese sumario penal fue dispuesta a fines del mes pasado. Además, el funcionario judicial ordenó que ahora la instrucción de ese expediente se lleve adelante desde la Unidad Funcional de Investigaciones Especiales, fiscalía que está a cargo del Dr. Javier Barda.

La decisión de reabrir esa causa fue en respuesta a un pedido que formularan los abogados Marcos Aguilar y Juan Manuel Uncal.

Ambos letrados están patrocinando en carácter de Particular Damnificado, después de que el pasado lunes se presentaran en los Tribunales de Azul, a la viuda y los hijos del médico, que se llamaba Juan Manuel Celes Cárcamo y  tenía 70 años de edad cuando fue hallado muerto en enero del año pasado.

Lo dispuesto por el actual jefe de los fiscales del Departamento Judicial local implicó, además, que también quede en manos del Dr. Barda la investigación tendiente a determinar las causas de la muerte de un hombre que trabajaba en el campo propiedad de Celes Cárcamo, deceso que se produjo el 25 de abril del año anterior.

Los abogados sostienen que ambas muertes podrían estar relacionadas y, según afirmaron en una entrevista con EL TIEMPO, después de ocurrido el deceso del casero del establecimiento rural su esposa “recibió amenazas telefónicas”.

“De la exhaustiva lectura de las actuaciones surgen ciertos interrogantes que la instrucción debería procurar aclarar, previo decidir sobre la paralización de los actuados”, había escrito el fiscal General Citterio al momento de ordenar la reapertura del sumario penal que -en principio- se instruyó a través de la UFI 1 que está a cargo de la Dra. Neli Rosas.

“Máxime -continuó señalando en la resolución el funcionario judicial al referirse a la investigación por la muerte del casero de Celes Cárcamo, un hombre de apellido Solís- cuando ante esta Fiscalía General -por solicitud de revisión de archivo- tramita una investigación por averiguación de causales de muerte de una persona que resultó testigo en los presentes actuados, ocurrida tres meses después y en el mismo ámbito espacial”.

Ese ámbito al que el fiscal General Citerrio se refirió es un campo llamado “San Serapio”, situado en el Partido de Tapalqué, establecimiento rural que era propiedad de Celes Cárcamo y donde Solís trabajaba como casero.

Según los abogados de la familia del médico neurólogo, el empleado falleció a causa de una caída de un caballo, al parecer “por el apero flojo”.

“Pero cuando vimos las causas de la muerte de Solís, en el expediente faltaban las conclusiones de la autopsia”, sostuvo el Dr. Aguilar con relación a ese sumario que en su momento comenzó a instruir desde la UFI 6 el fiscal Luis Surget.

Ayer, fuentes judiciales refirieron que la muerte del casero tuvo que ver con una descompensación cardiaca “a causa de una cirrosis”.

 

Antecedentes

 

En noviembre del año pasado los abogados Uncal y Aguilar habían solicitado la reapertura del sumario que fuera archivado, tras determinarse en ese entonces que la muerte de Celes Cárcamo había obedecido a causas naturales.

En enero del año pasado, tras una búsqueda que se extendió durante ocho días, el médico neurólogo fue encontrado sin vida en el campo “San Serapio”.

El hallazgo del cadáver, en un avanzado estado de putrefacción, se produjo en cercanías a un alambrado lindero con otro campo.

Su desaparición había sido denunciada el día 8 de enero, después de que un remisero lo había llevado hasta ese campo y aparentemente también lo vio con vida el casero Solís, según contaron los abogados.

La manera en que el cuerpo estaba en ese entonces, es decir, seis días después a que fuera denunciada su desaparición y se iniciara una búsqueda que incluyó hasta la participación de perros y un helicóptero de la Policía, les llama todavía hoy la atención a los abogados de la familia del neurólogo.

“El cuerpo estaba tremendamente hinchado”, señaló el Dr. Aguilar. “Una de sus piernas la tenía colgada del cuarto hilo de un alambre. Sólo tenía puesta su ropa interior. La bombacha y la camisa estaban en otros lados. También, estaba sin alpargatas. Pero lo que más llama la atención es la posición del cuerpo, que se ve en las fotos incorporadas al sumario penal que ahora se reabrió: estaba en el piso, con una pierna colgada en ese cuarto hilo del alambrado”.

A esa situación los abogados suman como otro elemento, al menos para sospechar, que en la casa de la estancia había lo que ambos definieron como “un desorden ordenado”, dando a entender que el hombre podría haber sufrido algún tipo de agresión y que en esa vivienda los eventuales autores del hecho quisieron “disfrazar” la escena.

Los abogados sostienen también que Celes Cárcamo no podía caminar “por los problemas que tenía en sus rodillas y en las plantas de sus pies”, por lo que a ambos les llama la atención cómo recorrió, si es que lo hizo caminando, esos varios metros de distancia desde la casa hasta el alambrado donde fue hallado.

“Él, cuando tenía que recorrer ciertas distancias, se movía siempre a caballo o en auto, nunca caminando por esos problemas físicos que, afirman sus familiares, tenía y están acreditados”, agregaron los letrados oriundos de la ciudad de Mercedes.

 

La discusión de fondo

 

Lo que se continúa discutiendo en torno a la muerte del médico tiene que ver con su herencia. Celes Cárcamo era propietario de tres campos en Tapalqué y también tenía propiedades en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el lugar de donde era oriundo.

Toda esta situación quedó en evidencia cuando días después a ocurrido su muerte apareció en escena un supuesto ahijado de Bautismo suyo, reclamando ser el heredero de una porción de un campo que el médico compartía en carácter de propietario con una hermana suya que figura con domicilio en Azul.

Los abogados de la familia del médico dudan todavía hoy de la validez de ese presunto testamento que el supuesto beneficiario presentó.

Más aún cuando, en los últimos años de su vida, al médico neurólogo le había sido diagnosticado que presentaba “un descenso cognitivo a expensas de su edad, el cual se asoció a parámetros disfuncionales de personalidad”.

Para eso, afirmaron los abogados, le había sido realizada una pericia a través del “Cuerpo Forense de la Corte Suprema de Justicia”.

Dicho estudio había sido solicitado por los familiares de Celes Cárcamo. “La familia lo que quería era que se dictara una medida cautelar para tener a cubierto los bienes”, sostuvo el Dr. Uncal.

Lo concreto fue que, posteriormente, se dictó desde la justicia una inhibición de bienes del médico, aunque después de su muerte apareció ese testamento del que se duda de su validez, como así también se descubrió que el hombre había hecho una venta de ganado importante cuyo importe, estimado por los abogados “entre cinco y siete millones de pesos”, nunca apareció.

“Tampoco hay rastros bancarios de esa operación. Acá se perdieron mil cabezas de ganado en una operación donde no hubo guías de traslado y no fue bancarizada. Es mucho dinero, son entre cinco y siete millones de pesos. Evidentemente era muy apetecible la situación por la que estaba atravesando Cárcamo”, señaló el abogado Uncal.

Además, admitió que los intereses que hay en juego “son muchos”. Más aún teniendo en cuenta que el patrimonio del médico estaba estimado en unos cincuenta millones de pesos, teniendo en cuenta los campos, los inmuebles y otros bienes que poseía.

En medio de todo eso es que aparece ese supuesto testamento. Y lo que les llama la atención a los abogados es que el letrado que acompaña ese reclamo,  en nombre del presunto ahijado de Bautismo de Celes Cárcamo, también representa a la hermana del neurólogo fallecido que figura como copropietaria del campo en disputa.

Ese abogado, ni bien se conoció la noticia de la desaparición y posterior muerte del médico, había sido el que remitió una carta a EL TIEMPO para que se aclarara que Celes Cárcamo no padecía ningún problema mental.

Volviendo a ese testamento, los Drs. Aguilar y Uncal, quienes dudan de la validez del mismo y pidieron que el documento fuera periciado, contaron que a ese papel “lo avalaron en un proceso judicial en Capital con dos testigos que eran pacientes de Cárcamo. No se avaló en ninguna escribanía, cuando eso tendría que haber sido lo indicado”.

“La conclusión de los peritos de parte con respecto a ese documento es terminante”, indicaron ambos para descreer de la validez y falsedad del mismo.

“La resolución de la Fiscalía General y las medidas que, ni bien llegada la causa, toma el fiscal Barda, nos dan una pauta de la celeridad con que se está trabajando”, sostuvo ahora el Dr. Uncal con relación a la reapertura del sumario que investiga los motivos del deceso del neurólogo de 70 años de edad.

Según dijeron, después de esas medidas ordenadas, ellos pedirán otras complementarias. Y en ese contexto, tienen previsto solicitar que sea llamada a declarar la mujer del casero, la misma que dijo haber recibido amenazas después de ocurrida, en abril del año pasado, la muerte de su marido.

“Esto es un poco como el caso Nisman hoy. Primero hay que determinar si efectivamente fue una muerte natural o si alguien lo llevó hasta ahí para que falleciera”, sostuvo el Dr. Aguilar al referirse a lo que está siendo la nueva investigación por la muerte del neurólogo Celes Cárcamo.

“Hay que determinar en qué condiciones se produjo esta muerte, que fue extrañísima”, agregó el abogado Uncal, quien estimó que “cuando el fiscal pueda hacer una inspección ocular del lugar donde a Celes Cárcamo lo encontraron va a terminar de completar la foto de todas estas irregularidades”.

“Nosotros estamos trabajando y ya es inminente la presentación de una denuncia penal por la falsedad del testamento, independientemente de que en sede civil se inició un expediente por la nulidad del testamento”, dijo el Dr. Aguilar sobre la base las conclusiones de la pericia a que ese documento fue sometido.

“Cárcamo no tenía idea de lo que estaba firmando”, sostuvo también con respecto a ese testamento que luego apareció, que para ambos letrados no tienen “ningún tipo de validez” en medio de la discusión actual por la sucesión de sus bienes.

“Evidentemente, hay un disparador tras la muerte de Cárcamo y un desenfado por parte de este supuesto legatario, que quiere hacer valer a toda costa este supuesto instrumento”, señaló por último.

 

El dato

La autopsia a la que el cuerpo fue sometido no arrojó en principio que Celes Cárcamo sufriera algún tipo de agresión. Pero ahora, ante la reapertura del expediente, no se descarta que una nueva necropsia le pueda ser practicada al cuerpo, lo que incluiría que los restos de Celes Cárcamo fueran exhumados.