LO ARRESTARON HACE DOS MESES. Seguirá privado de la liberad el joven que está acusado de haber violado a un menor

Después de que resultara detenido a principios de mayo pasado por un caso de abuso sexual en perjuicio de un menor de edad, desde la Cámara Penal departamental quedó confirmada la prisión preventiva para el imputado que tiene esa causa, señalaron ayer voceros judiciales a EL TIEMPO.

Dicha medida cautelar, en primera instancia, había sido ordenada el mes anterior por el Juez de Garantías que entiende en la tramitación de este sumario.

A través de la instrucción de ese expediente, que lleva adelante desde la UFI 6 con sede en los tribunales de Azul la fiscal Karina Gennuso, se había podido determinar que el imputado es familiar del menor que figura como víctima del hecho, motivo por el cual no fue revelada su identidad para proteger la del nene.

El presunto abusador tiene 25 años de edad y había sido detenido en Azul por una comisión policial el pasado 4 de mayo, acusado en ese entonces del delito de abuso sexual agravado en los términos del artículo 119, tercer y cuarto párrafo inciso b), del Código Penal.

Dicho ilícito, ante una eventual condena, contempla penas que van desde los ocho a los veinte años de prisión. Y según lo que en su momento refiriera a este diario un vocero judicial, la calificación otorgada al hecho obedecía a las circunstancias en que el mismo se produjo, que de acuerdo con lo investigado revelaba que el joven sometió sexualmente al chico en momentos que se encontraba transitoriamente a su cuidado.

Lo resuelto en segunda instancia -a través de un fallo que lleva las firmas de los camaristas Agustin Echevarría y Carlos Pagliere (h)- fue en respuesta a un recurso de apelación que no prosperó; el cual ante la Alzada departamental formularan las defensoras del encausado: las abogadas Luz Lapasta y Alicia Friggieri.

La medida de coerción ratificada ahora había sido ordenada para el acusado el pasado 10 de junio, cuando desde el Juzgado de Garantías 3 el magistrado Juan José Suárez se pronunciara a favor de convertir a la detención del joven, llevada a cabo un mes antes, en prisión preventiva.

Recurso rechazado

En ese recurso presentado ante la Cámara, que terminó siendo desestimado por "improcedente", las abogadas del azuleño que sigue preso sostenían que en lo investigado no surgían elementos que sirvieran para acreditar la autoría de su cliente en lo ocurrido. También, que la situación del imputado no implicaba en esta etapa del proceso que evidenciara "riesgos procesales" en caso de que fuera excarcelado.

La primera de las cuestiones mencionadas las defensoras la fundamentaban en lo que el joven había declarado días más tarde a que resultara detenido, oportunidad durante la cual negó haber violado al menor que figura como víctima en esta Investigación Penal Preparatoria.

Pero ninguno de los argumentos esgrimidos por las abogadas prosperó en esta segunda instancia, lo que se tradujo en que dos de los jueces que integran la Cámara Penal se pronunciaran a favor de ratificar la vigencia de la medida de coerción para el presunto abusador del chico.

Uno de los elementos de prueba que continúa siendo valorado para adjudicarle al acusado la autoría de este hecho de abuso sexual se relaciona con lo que declarara en Cámara Gesell el menor al que, al parecer, violara.

"La declaración de la presunta víctima respecto del hecho que aquí se analiza resulta apta para la acreditación del ilícito", escribió en lo resuelto Agustín Echevarría, el actual titular de la Cámara Penal con sede en el tercer piso del Palacio de Justicia de Azul.

"El relato brindado por la víctima, al prestar su declaración testimonial, presenta características de credibilidad en razón de su coherencia interna, en tanto ha contextualizado el acometimiento (en cuanto a circunstancias de lugar, momentos y sensaciones) y no se desprenden motivos de querer perjudicar al imputado", se concluyó en el fallo más reciente vinculado con esta causa, el cual data del viernes pasado.

Además, los jueces de la Alzada fueron coincidentes con lo sostenido por el Juez de Garantías, quien consideraba que la eventual condena para el imputado en ese futuro juicio al que deberá ser sometido incluirá una pena "de importante magnitud", por lo que actualmente esa circunstancia continúa siendo un impedimento para que goce de "una libertad provisoria". Y sobre la base del llamado "riesgo de fuga", en segunda instancia se concluyó que "el delito que se le reprocha al encausado tiene una escala punitiva en expectativa que, tanto por su máximo como por su mínimo, imposibilita subsumirlo en las vías excarcelatorias".

"A lo antes referido -sostuvo también el camarista Echevarría, y a su voto adhirió su colega Pagliere (h)- he de adunar la objetiva gravedad del hecho que se le endilga al causante, lo que coadyuva a sostener la existencia del riesgo mentado", por lo que se consideró en esta segunda instancia que esa prisión preventiva para el presunto abusador que ahora quedó confirmada es "necesaria a los fines de aventar los peligros procesales de elusión de la justicia"; además de que "resulta proporcional" si se toma en cuenta el tiempo que el joven lleva privado de la libertad y se vincula a esa circunstancia con la pena que podría caberle de resultar condenado.

Según lo investigado, el ilícito que le atribuyen al azuleño que sigue preso se produjo durante una noche, "entre los meses de noviembre y diciembre del año 2020".

Para aquella época la presunta víctima tenía doce años de edad y quedó al cuidado del acusado en la casa de esta ciudad donde vive con su grupo familiar.

De acuerdo con lo referido en las actuaciones penales, el imputado sometió sexualmente al chico al accederlo carnalmente por la fuerza en una de las habitaciones del inmueble convertido en escenario de aquel hecho.

Aproximadamente unos diez meses después a ocurrido el ilícito, el menor recién pudo animarse a contarle a su mamá lo sucedido, lo que hizo que después la mujer formulara una denuncia.

El dato

Luego de que el imputado fuera detenido el pasado 4 de mayo por una comisión policial de la comisaría primera de Azul, posteriormente fue llevado a la Subcomisaría de Chillar. En esa seccional actualmente sigue alojado, a la espera todavía que se otorgue desde el SPB un cupo para su traslado a una unidad penal de la zona.