Por Omar A. Norte

Especial para El Tiempo

Días pasados la Municipalidad de Azul publicó el estado de situación económico financiera al 30/06/2024; o sea, primer semestre de gestión del Intendente Nelson Sombra, y quizás para sorpresa de algunos, pero no para quien suscribe, dicho estado contable muestra contundentemente un importante agravamiento de los números del municipio.

Así, por ejemplo el déficit financiero que al 31/12/2023 era de $1.153.191.477, al 30/06/2024 pasó a ser de $1.854.558.292. Esto quiere decir que los gastos totales superaron a los ingresos totales en más de un 60% en relación al 31/12/2023.

Otro dato muy elocuente es el incremento de las deudas totales (Pasivo), que pasaron de $3.052.749.603 a la escalofriante cifra de $5.759.503.831, o sea un aumento del 89% en tan sólo seis meses de gestión, siendo lo más significativo las deudas corrientes (menor a 1 año) que de $2.491.660.683 ahora son $ 5.659.139.109, un 127% de aumento en el semestre, debemos decir que estas son principalmente deudas con proveedores de bienes y servicios del municipio, lo que conlleva a pagar precios exorbitantes por pagos tardíos.

A todo este desaguisado hay que agregar el falaz cálculo presupuestario del gasto en sueldos del personal, pues habiéndose previsto gastar en el año la suma de $13.729.237.590, al término del primer semestre se han devengado $11.662.131.342, o sea el 85% del total previsto, lo que lleva a proyectar una erogación total anual de más de $24 mil millones, algo así como el 90% del presupuesto vigente.

Algo adicional para mencionar es el exceso de gasto devengado por los servicios de gestión en espacios urbanos (parques, plazas, paseos, barrido, recolección y disposición final de residuos), que sobre un total previsto en $3.575.452.333 ya se han ejecutado $2.500.608.918 (el 70%).

Finalmente, la gestión de Obras Públicas muestra, al revés de los indicadores anteriores, una preocupante subejecución presupuestaria de tan sólo el 9% ($98 mil) sobre un total previsto de $1 mil cien millones, esto no es ni más ni menos que el fiel reflejo de las demandas comunitarias ante la falta de arreglos, reparaciones y mantenimiento urbano.

Para lo que el ex intendente De Paula decía que: "Obras son amores", en los últimos años se ha convertido en: "Obras son dolores".

La magnitud de las cifras informadas hace que hoy, técnicamente, el municipio se encuentre en situación de emergencia económica-financiera.

Como si esto fuera poco, dicho cuadro de situación se da incluyendo como recurso la tan comentada y criticada Tasa de Servicios Esenciales, con una previsión de recaudación anual superior a los $2 mil millones.

El Municipio de Azul dio a conocer el estado económico-financiero, a seis meses de gestión.

Habiendo pasado revista a los inobjetables indicadores económicos financieros del primer semestre de gestión del intendente Nelson Sombra, sólo me queda señalar una vez más, tal cual lo señalara allá por principios de diciembre del 2023, antes de su asunción, al momento que se dieron a conocer los proyectos de Ordenanzas impositivas, Fiscal y el cálculo de recursos y presupuestos de gastos para el año 2024, precisamente en dichas instancias expresé que la gestión del intendente electo empezaba mal, pues, a pesar que la mayoría de las fuerzas de la oposición tenían toda la voluntad de colaborar facilitando herramientas legislativas (dada la catastrófica situación heredada), ello debía ser en el marco de un amplio y sincero diálogo y consenso democrático.

Específicamente anticipé lo que hoy muestran los números del municipio, pues dije que no sólo debían generarse algunos necesarios e imprescindibles actualizaciones de tasas, pero incorporando fondos que fueran recursos afectados donde el ciudadano común pudiere ver reflejados en obras parte de sus pagos de tasas, que ello también debía ir acompañado de la reducción sustentable y progresiva de "gastos no esenciales", así por ejemplo la sanción de una inevitable emergencia económica permitiendo la consolidación de deudas de corto plazo con la consecuente reducción del déficit de caja, la necesaria auditoria de la gestión saliente, el imprescindible censo de personal fijando por ordenanza los planteles básicos con indicación de misiones y funciones, la eliminación de privilegios sindicales por sobre la necesaria recuperación del salario real de los trabajadores municipales, la reducción de la planta de funcionarios políticos, la revisión y morigeración del costo de los servicios urbanos tercerizados.

A la luz de los hechos, es obvio que nada de ello ocurrió, imitando algún dicho que en política mucho se aplica podríamos concluir que: "Haciendo lo mismo, con los mismos, los resultados serán los mismos", pues la actual gestión ha mantenido un número importante de funcionarios "que no funcionaban" en la anterior gestión, y se puede demostrar que los resultados no solo siguen siendo deficitarios, sino que se han agravado.

Los gastos en personal, cumplidos seis meses de gestión municipal, llegan prácticamente a lo presupuestado anualmente.

Párrafo aparte: no puedo dejar de comentar los recientes hechos acaecidos con la designación de los Mayores Contribuyentes en el seno del Concejo Deliberante y posterior Decreto del señor Intendente, hecho lamentablemente inédito en el Municipio de Azul; sin dudas lo ocurrido es la frutilla del postre de la elevación y tratamiento de las Ordenanzas impositivas y fiscal junto al presupuesto 2024, una vez más el "haz lo que yo digo, no lo que yo hago" se ha manifestado patéticamente, pues recuerdo que allá por diciembre de 2017, en oportunidad de la renovación del Concejo Deliberante, quienes asumían en representación de "Unión por la Patria", con muy justos argumentos criticaban el tratamiento de las ordenanzas tributarias y presupuesto 2018 con Concejales que terminaban sus mandatos aprovechándose de las mayorías legislativas hasta el 10/12/2017, impidiendo a quienes surgidos legítimamente por la voluntad popular debían involucrarse en dichos temas.

Aquellas críticas fueron acompañadas desde el bloque GEN que el suscripto integraba, pero parece ser que según del lado del mostrador que nos ubiquemos aplicamos un principio u otro (emulando a Groucho Marx), realmente me encuentro sorprendido con quien fuera un muy buen compañero en el ámbito legislativo local, habiendo muchas veces compartido proyectos e ideas en dicho ámbito.

Por ello sostengo que saber gobernar es respetar las Instituciones, la división de poderes y, sobre todo, aceptar y convivir siendo minoría legislativa, en mi experiencia en cargos del ejecutivo desde el año 2000 al 2011, la mayoría de los años fuimos minoría en el Concejo Deliberante, ello nos generó tener que acordar ordenanzas tributarias y presupuestos reducidos por la oposición, sumado a que tanto los gobiernos provinciales como nacionales eran de otro color político, con todo ese panorama pudimos asfaltar 262 calles con hormigón de quince centímetros de espesor; crear siete unidades sanitarias; aumentar la categoría del Hospital Pintos (lo que permitió mayores recursos de coparticipación); comprar la sede del ex cine San Martín; reconstruir las compuertas del puente "Moto" Arias del Balneario Municipal; construir sanitarios, juegos recreativos , señalética y embellecer el Parque Municipal; adquirir la carpa para eventos (¿perdida?), la adquisición de la máquina de pintar/marcadora del asfalto, la sanción de la Ordenanza 3000/2010 que ha permitido la ampliación de los servicios de alumbrado público a zonas impensadas con la incorporación de luminarias led aún hoy vigente, puesta en valor del Parador Boca de las sierras; puesta en valor de plazas barriales; capacidad de endeudamiento financiera para la obtención de préstamos para pavimentar 102 cuadras y otro para finalizar obras en el ex cine San Martín; construir más de 200 cuadras de cordón cuneta; creación de los parques de Cacharí y Chillar; realizar veinte cuadras de pavimento en dichas localidades; puesta en valor el P.I.D.A. 2, la compra y puesta en valor del predio ECO Azul y Ureca en Cacharí, la adquisición de trece automotores entre máquinas viales, camiones, regadores, camionetas mediante leasing , la creación de la Escuela Agraria, el fuerte apoyo al Festival Cervantino y el Otoño Azul; y, por si fuera poco, la inmensa mayoría de dichas realizaciones con fondos municipales; con un gasto y nómina de personal municipal acorde los presupuestos aprobados y con tan sólo 28 funcionarios políticos.

Aún hoy, a trece años de haber concluido aquella gestión, hay algunos pícaros olvidadizos y/o mal intencionados que en cada oportunidad que se les presenta intentan desconocer y/o minimizar dichos logros, pero los hechos, hechos son.

Para finalizar, han pasado tan sólo ocho meses de gestión, las señales económicas-financieras no son alentadoras, la situación nacional y provincial tampoco mejoran las futuras perspectivas en esa temática, quiero y deseo que al señor Intendente le vaya bien, ha mostrado aspectos de apertura en algunas cuestiones que aplaudo, pero de su administración depende la suerte de todos los azuleños, sólo me falta pedirle que administre el municipio con la misma responsabilidad de un buen padre de familia en su ámbito familiar, pues la situación imperante no da para actuar como padre facilista.