Desde 2019 que se viene gestando un proyecto que tiene como protagonistas a equipos maltratados y que de hecho están judicializados. La iniciativa se está llevando a cabo con la ONG de Buenos Aires, VPC Azul (Voluntarios por los caballos) y el objetivo es que las palabras de la profesional "...es que ellos vivan libremente el resto de sus días, siendo caballos, sin ser exigidos ni molestados; es decir, respetando su naturaleza y su espíritu".

En Azul la psicóloga -nacida en Buenos Aires-, María Scaglia realiza terapia asistida con caballos. Incluso a lo largo de los años que reside en esta ciudad se dedicó a adaptar el lugar para atender pacientes con capacidades diferentes. Aunque desde el 2019 que se viene impulsando un proyecto con una ONG de Buenos Aires V.P.C.

La iniciativa consiste en alojar caballos que hayan sido víctimas del maltrato.

Es importante recordar que Scaglia, motivada por su amor a los equipos escribió dos libros: "Relinchos del alma" y "Tan distintos, tan iguales".

En diálogo con este diario la Lic. Scaglia se refirió a este proyecto.

"Respetando su naturaleza y su espíritu"

-¿Cómo se da el contacto con la ONG para que pueda ceder el espacio?

-El primer contacto fue en el año 2019, con la directora de la ONG. Una de mis yeguas, Nara, tenía un serio problema de la salud, por el cual debía ser intervenida quirúrgicamente con urgencia, y acá en Azul no conseguía cirujano equino. Desesperada expuse el caso en las redes sociales y ahí me contactó Gabriella, la directora, quién me consiguió el cirujano que mi yegua necesitaba para salvar su vida.

Un año más tarde, volví a contactarme con la ONG, esta vez para adoptar caballos de allí. Y a partir de ahí seguimos en contacto siempre.

-¿De que se trata el proyecto?, ¿qué vos que rol tiene en este?

-Siempre soñé con alojar caballos rescatados del maltrato, de hecho, de mi manada varios lo son. Entonces, con Gabriella empezamos a gestar esta idea de que puedan venir algunos de los caballos de su ONG. La idea es que ellos vivan libremente el resto de sus días, siendo caballos, sin ser exigidos ni molestados; es decir, respetando su naturaleza y su espíritu.

El proyecto sí tiene nombre; "VPC Azul" (Voluntarios por los caballos). Quiero aclarar que esos caballos que llegaron no son míos; por lo tanto todas las decisiones las toma la ONG, que es la depositaria judicial de estos caballos rescatados. Yo simplemente les brindo un espacio donde vivir. Mi rol en todo esto es protegerlos, tal como hago con los míos, siendo fiel a mi filosofía de los caballos viviendo libremente, poniendo mi granito de arena en contra del maltrato equino y difundiendo que ellos no son una herramienta de trabajo: son mucho más que eso, son seres sintientes.

-Más allá de la novedad, recordemos que usted realiza terapia asistida con caballos. ¿Estos animales sirven para esta tarea?. ¿Cómo es la dinámica de trabajo?

-No, los caballos que llegaron no están preparados para terapia asistida, porque además, como aclaré anteriormente, no son míos, sino que dependen de una Ong. Pero además, aún con los míos, considero que aquellos caballos que han sido maltratados no deberían participar en terapia asistida, porque no disfrutan del contacto con la gente, porque suelen tener su espíritu quebrado y, aunque algunos se reponen bastante, siempre quedan vestigios de las malas experiencias vividas. Por eso, mi lema es no exponerlos ni someterlos a una actividad que los va a estresar.

En esa actividad sólo participan los caballos que disfrutan del contacto con los humanos; eso es lo verdaderamente terapéutico tanto para el caballo como la persona. Me gustaría aclarar también que los caballos que participan de terapia asistida no son montados; el contacto con la gente se realiza exclusivamente desde abajo.

-¿Cuántos equinos son?

-Son bastantes caballos, no puedo decir el número por una cuestión de seguridad. Y están judicializados porque sobre todo caballo rescatado del maltrato interviene la vía judicial penal.

-¿Cuándo se pone en funcionamiento el proyecto?

-El proyecto comenzó cuando empezamos a gestarlo, y actualmente está en la etapa de materializarse, si bien no está abierto a visitas.

-¿Cómo reaccionaron sus otros caballos? Porque es realmente una responsabilidad muy grande la que afronta ahora y lograr una armonia entre todos, no debe ser fácil

-Como sucede cada vez que llegan caballos nuevos, se produce una revolución en la manada. Todos quieren conocer a los recién llegados, quieren olerse, marcar algunos límites, sienten curiosidad, algunos se ponen celosos, el lugar se llena de relinchos y corridas. Esto dura algún tiempo, depende del caso. Pero luego llegan generalmente a un acuerdo y conviven en total armonía.

En lo práctico, mantenemos sanidades paralelas y, además de las cámaras de seguridad, creamos una red vecinal de seguridad que beneficia a toda la comunidad.

También estamos en contacto con seguridad zonal y con el Comando de Patrulla Rural Zonal.

Para finalizar me gustaría citar algo que escribí en mi último libro, para invitar a la reflexión:

"Y ellos siguen adelante...Aunque hayan crecido rodeados de amor, o aunque hayan conocido el más cruel de los maltratos...Ellos siguen de pie...Aunque algunos humanos sin alma se hayan encargado de hacerles padecer la más cruel de las torturas...Ellos permanecen aferrados a la vida...Aunque tengan su espíritu roto y tengamos que ayudarlos a juntar sus pedazos...Ellos transmiten vida...Aunque algunos queden rengos, ciegos, tristes, temerosos, heridos... Porque ellos, hasta su último suspiro, intentan rearmarse, adaptarse, protegerse.

Es tan fuerte su necesidad de vivir que hasta nos contagian su energía y, en aquellos momentos en los cuales todo parece carecer de sentido, con su sola presencia todo comienza a tener un porqué y un para qué.

Caballos olvidados, caballos maltratados, caballos exprimidos, caballos amados. No importa cuál sea su estado, siempre son mágicos.

Ojalá que todos tengamos la dicha de dejarnos encantar por uno de ellos. Y ojalá que todos ellos tengan la suerte de encontrarse con un humano que los cobije y los ayude a sanar sus heridas"...

(María Scaglia, "Tan distintos, tan iguales")