Sebastián Vivarelli es el autor de esta investigación. Él es azuleño, vive en Buenos Aires, es Diseñador Gráfico, cinéfilo y apasionado de la escritura. Ya hace un tiempo se encuentra realizando un curso, justamente de cine. Se trata de una cursada de análisis cinematográfico e historia del cine que, como trabajo final, entregó varias investigaciones.

Es decir la tesis es sobre los cines de Azul y el primer artículo que escribió fue sobre el Cine Odeón, el siguiente el turno le tocó al Cine San Martín, el tercero se tituló "El inicio del cine en Azul". Y este es el cuarto: "Teatro Español de Azul, una sala de película".

El origen del Teatro Español

El origen del Teatro Español de Azul está íntimamente ligado a la Asociación Española de Socorros Mutuos, fundada el 6 de enero de 1882. Este organismo, cuya principal función era fomentar el mutualismo, decide en 1889 dotar de un edificio propio a la entidad, ubicado en un terreno de la calle San Martín, entre Colón y Burgos.

Recién en junio de 1894 se aprobarían los planos y el 16 de enero de 1897 la sala (con capacidad para 500 espectadores) sería inaugurada con la zarzuela "la tempestad". El edificio no estaba totalmente terminado, todavía se discutía la idea de incorporar un piso movible.

En 1903 se iniciaron las obras para habilitar las dependencias altas y un año más tarde el titular de la presidencia, Nicanor Usoz, dio a conocer su iniciativa de fundar el Centro Español.

Según detalla el Diario Del Pueblo del 17 de mayo de 1951: "siempre fue un problema su explotación, porque el teatro o las veladas no eran su fuerte".

Más allá de este dato, en 1930 se realizan importantes refacciones del lugar -en mobiliarios y obras- con un costo de 60.000 pesos de la época.

Se abre el telón: llega el cine

Si bien su sala principal -diseñada en forma de herradura y con excelente acústica- fue concebida especialmente para la lírica, el séptimo arte también tuvo su espacio.

El libro Teatro Español de Azul: testimonio de identidad, cultura y desarrollo comunitario escrito por Carlos Filipetti aporta datos sobre las primeras proyecciones: "el 26 de marzo de 1897, el periódico el imparcial anunciaba la realización de la primera función de cine: una empresa de cinematógrafo, el portentoso invento de edison, ha tomado el teatro español para dar una serie de vistas. Estas serán a tamaño natural y las representaciones ocuparán todo el escenario del teatro".

Otro capítulo del mismo libro agrega: "el 3 de septiembre de 1901, la asociación trató, en una reunión de comisión directiva, una nota elevada por los Sres. Susperreguy (maquinista) y Diego, en la que pedían se les comunique cuánto deben abonar por noche de alquiler del teatro por los espectáculos de cinematógrafo y cuánto por las noches que han ensayado el aparato".

Una nota del diario el ciudadano del 28 abril de 1915, informa que la sociedad española -dueña del teatro- arrendaría el lugar a los señores Mangiarotti y Bocca, quienes instalarían allí un biógrafo. Además se aclara que el mismo funcionaría cuando no hubiesen compañías teatrales.

El biógrafo, que tiene su origen en el kinetoscopio, fue uno de los primeros aparatos usados para proyecciones, cuyas exhibiciones duraban entre 10 y 12 minutos.

En 1953, el Cine Odeón y el Teatro Español (que explotaba la firma Samuel Scheines y Cía.), son vendidos a Carmelo Antonelli y Victorio Schwindt, el primero de los cuales era propietario de cines en Suárez y Pigüé.

Como había sucedido en los cines Odeón y San Martín, en 1958 se instala el cinemascope en el Teatro Español. Para inaugurar el sistema de proyección, se eligió la película Smiley (1956), filmada en cinemascope en locaciones de Australia.

Según detalla el Diario El Tiempo de agosto de 1958, las funciones estaban anunciadas para las 17.15 y 21, donde también se exhibiría el film la marcha triunfal (1952).

En un texto del diario el tiempo de septiembre de 1992, Salvador Borrero Rivera enumera algunas de las películas y estrellas que pasaron por el cine: "a lo largo de los años 20, encontramos curiosas alternativas: películas de grandes cómicos de la época como Chaplin y Tripitas, el imbatible cowboy Buck Jones, el primer Tarzán de los monos (un ignoto Elmo Lincoln) y un mar de llantos y traiciones con la divina Mary Pickford o las fatalísimas Pola Negri y Theda Dara".

El misterioso caso del proyector Cinema Pathé

Durante mucho tiempo, el Teatro Español resguardó un tesoro: el primer proyector cinematográfico de Azul. Procedente de Francia (circa 1905), el aparato marca Cinema Pathé fue motivo de orgullo para la ciudad.

En algún momento de mala gestión, desapareció del teatro y estuvo perdido por varias décadas.

En 2006, casi por casualidad, se descubre que la máquina estaba en poder del Sr. Adolfo Godoy, a quien había sido obsequiada. El proyector estaba siendo requerido para su venta a EEUU y gracias al testimonio de un vecino, pudo ser identificado y recuperado definitivamente para el acervo cultural de la ciudad.

Primer proyector de cine mudo marca Cinema Pathé (año 1905).

Para concretar las gestiones de recuperación y restauración, fue determinante el trabajo de la comisión directiva de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Azul.

Una vez restaurado -desmontado casi pieza por pieza-, el proyector fue depositado en el hall del teatro (protegido en una vitrina), justo en el 15º aniversario de la reinauguración de la sala: el 12 de octubre de 2007.

Cae el telón: crónica de un final anunciado

A principios de la década del '70 se instaló en Azul una historia, confirmada por personas que asistieron a aquellas funciones: "en el teatro español se podían ver películas de terror con murciélagos reales". Los problemas estructurales y edilicios evidenciaban una decadencia tan marcada, que incluso favorecían la presencia de estos animales.

En 1976, debido a la falta de inversión de su concesionario y un total estado de abandono, la sala sufre la clausura por parte del municipio, retornando así a manos de sus propietarios.

Dos años más tarde, la asociación española firma un convenio de usufructo con la municipalidad, por la cual esta última se comprometía a participar de las obras de restauración del lugar con el aporte de fondos, a cambio del uso de la sala.

El renacer del teatro, el regreso del cine

El 10 de octubre de 1992, se produce la ansiada reapertura del Teatro Español con un evento de lujo: la presentación del ballet del Teatro Argentino de La Plata. En 1996, tanto trabajo y dedicación tuvieron su reconocimiento: la reconstrucción del lugar obtuvo el "primer premio nacional de restauración al patrimonio edificado"

Con la reinauguración, el cine recupera su lugar en el teatro. El 16 de junio de 1996, la sala recibe la visita de Mario Grasso (reconocido periodista de tv, productor de 'la aventura del hombre', recordado programa de documentales), quien presentó "recuerdos de laurel & hardy", un especial dedicado a la famosa dupla cómica.

El 23 de mayo de 2011 -con localidades agotadas- los azuleños disfrutaron de la proyección de Belgrano (2010), película que narra los últimos diez años de vida del prócer argentino.

Fueron dos funciones -en horarios de mañana y tarde- destinadas exclusivamente para alumnos de colegios secundarios; y una tercera función, a las 19 horas, dirigida a los alumnos de institutos superiores de formación docente y universidades, estando también abierta al público en general, en función de la capacidad de la sala.

El 6 de marzo de 2014 se estrena -en simultáneo con las principales salas del país- el verano siguiente, documental sobre la banda uruguaya no te va gustar.

A finales de 2013, se constituye la fundación del Teatro Español, quien desde entonces administra y se encarga de las inversiones para su equipamiento y mantenimiento.

Al día de hoy, el Teatro Español se encuentra cerrado a causa de la pandemia, esperando que la vieja normalidad permita reabrir sus puertas. Esas que custodian momentos y recuerdos tan preciados para la cultura de Azul.

Fuentes: Diarios El Tiempo, El Ciudadano y Diario Del Pueblo. Material del archivo cortesía Hemeroteca de Azul Juan Miguel Oyhanarte y Marcos Zuccato.