SU FALLECIMIENTO . Un símbolo de solidaridad y amante del arte: Hebe "Petete" Parmigiani

Una mujer muy querida en la sociedad azuleña por su carisma y simpatía. Desde que era muy joven siempre perteneció a diferentes establecimientos y hasta en algunos de éstos fue fundadora.

Ella estuvo en los inicios y fue fiel colaboradora de CADRAL. Además de ser una fervorosa estimulante del arte local.

En cuanto a la educación, brindó conferencias en diferentes lugares, hablaba de la cultura de los países que visitaba.

Además, perteneció al Grupo Delta, trabajó en Zoonosis y formó parte de varios establecimientos educativos.

A Hebe le gustaba la música clásica, pertenecía a la Asociación Amigos del Museo López Claro, era una mujer muy curiosa y lectora.

Toda la vida colaboró con centros de salud, era generosa sin pedir nada a cambio.

Tenía un sentido del humor privilegiado y frases para todo. Con una memoria prodigiosa, era muy buena contadora de anécdotas y excelente redactora.

Siempre optimista, hasta incluso durante su enfermedad, se sentía bien hasta que su cuerpo dijo "basta".

Sus restos fueron despedidos ayer, e inhumados en el cementerio local.

Hubiéramos querido disfrutarte más tiempo...

Hebe "Petete" Parmigiani: Si bien varios de nuestro grupo ya la conocíamos como seguidora de nuestro trabajo, un día Petete se inscribe en uno de nuestros talleres para h

acer la experiencia teatral desde adentro del Equipo Delta. Ese fue el comienzo para descubrir que detrás de esa dama con aspecto un tanto formal, de distinción personal y de cultora de la cultura universal, se escondía una persona simple, amable, colaboradora, de una actitud llana, juvenil y con unos ojos brillantes capaces de iluminar cada momento de la vida. Así nos fue ganando como compañera y como persona que inspiraba cariño.

Disfrutamos las clases, las reuniones, sus participaciones teatrales grupales y hasta una actuación que recordaremos siempre como la María de "Asistencia Perfecta", el trabajo que creamos para el espectáculo "A Puertas Abiertas". Aquí desplegaba su histrionismo natural divirtiéndonos y enterneciéndonos no sólo con humor y desparpajo sino con la contundente lectura de la realidad que la caracterizaba.

Discreta, respetuosa y a la vez franca y directa. Durante los últimos dos años, cuando se tendía sobre su salud una sombra que la cubría paulatinamente, supimos de su valor, su entereza, su coraje para no "teñir" con su situación la vida de los otros. Luchadora de una batalla silenciosa encontró la forma de seguir regalándonos la manera de hacernos saber que estaba.

Pensábamos que salía airosa de la lucha, cuyo peso evitaba delegar. Por eso, tal vez, la mala noticia de su partida nos congeló el entendimiento y el latido.

Sabemos hoy que hay afectos profundos y callados que no se manifiestan en risas estruendosas ni abrazos compulsivos.

Nos queda la certeza de que la hubiéramos querido compartir más tiempo en esta vida, para disfrutarla y quererla, así, simplemente, como era.

Edelmiro Menchaca Bernárdez

Director Artístico

Equipo Delta