La causa que se instruyó por una violenta entradera que una familia azuleña sufrió el 9 de noviembre de 2021 y por dos intentos de robo que ese mismo día posteriormente ocurrieron en una casa del Barrio Ceramista y en otra del Güemes fue elevada a juicio en primera instancia, informaron a EL TIEMPO fuentes judiciales.

Como los probables autores de esos hechos figuran ocho sujetos, uno de los cuales vive en Azul y es señalado como el entregador de lo que fueron aquellos ilícitos.

De manera subrogante interviniendo en esta investigación penal desde el Juzgado de Garantías 1, el magistrado Federico Barberena dispuso la elevación a juicio de esas actuaciones. Y en la resolución no dio lugar a pedidos de sobreseimiento formulados en favor de los encausados.

En el mismo escrito, además, el Juez de Garantías rechazó planteos de nulidades y de cambio de calificación de los hechos atribuidos a escala penal a los acusados, los cuales habían sido formulados en esta instancia por sus abogados defensores.

"En mi criterio, y adelantando así la suerte de los planteos deducidos, corresponde disponer la elevación a juicio de la presente causa y rechazar los pedimentos de nulidades, cambio de calificación y sobreseimientos incoados", señaló el magistrado en uno de los tramos de lo resuelto.

Ocho acusados

Sólo uno de los imputados no está en una cárcel. Se trata de Alberto Andrés Gómez, el presunto entregador de los ilícitos referidos.

Oriundo de Chillar y de 69 años, dos días después de sucedidos los episodios delictivos había sido detenido durante un procedimiento que personal policial llevara a cabo en la casa de Azul donde vive, situada sobre la calle Castellar entre Guaminí y Guido Spano.

Si bien permaneció durante un tiempo en una unidad penal, posteriormente le fue concedida una morigeración de prisión por problemas de salud que padece. Y la vigencia de ese beneficio, desde la Cámara Penal departamental, había sido ratificada por mayoría en abril del año anterior.

Cuando el 9 de noviembre de 2021 estos ilícitos sucedieron en Azul, los acusados de integrar una banda que cometió la entradera y los dos intentos de robo fueron arrestados en diferentes localidades de la zona: General Alvear, Saladillo y Tapalqué.

Las medidas se hicieron efectivas luego de que en esta ciudad, a través de filmaciones de cámaras de seguridad, pudieron ser identificados los autos en que se movilizaban: un Ford Fiesta, un Volkswagen Fox y un Audi A4.

Tiempo después, en el interior de uno de esos rodados la Policía hallaría elementos considerados de interés para esta investigación, entre los cuales figuraron armas de fuego.

Nahuel Diana Moreira, de 32 años de edad y oriundo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Alexis Jorge Daniel Molina (CABA, 20 años), Nicolás Maximiliano Oberosler (San Martín, 40 años), Gonzalo Teófilo Roldán (Capital Federal, 39 años), Lucas Ezequiel Sánchez (Capital Federal, 30 años), Benjamín Aníbal Villán (Capital Federal, 21 años) y Nahuel Jairo Zapata (Capital Federal, 27 años) se llaman los demás imputados.

Con la causa ya elevada a juicio en primera instancia, y teniendo en cuenta que fueron tres los hechos que les atribuyen, son señalados como autores de los siguientes delitos: robo doblemente agravado por el uso de armas de fuego y por ser cometido en poblado y en banda, portación de arma de fuego sin la debida autorización legal y privación ilegal de la libertad en concurso ideal; robo agravado por escalamiento en grado de tentativa y robo simple en grado de tentativa, ilícitos considerados en su totalidad como cometidos "en concurso real de acciones".

En el caso de Gómez, por esos delitos es señalado como un "partícipe primario" para la comisión de los mismos, teniendo en cuenta ese rol de entregador que le endilgan.

En las actuaciones penales se señala que el azuleño que está preso en su casa ofreció "una colaboración esencial a los coautores del hecho -todos ellos foráneos de esta ciudad- consistente en haberles indicado los domicilios sobre los que debían perpetrar los ilícitos".

En ese contexto, con un automóvil que utilizaba como remís acompañó, "como un miembro más de la banda", a los integrantes de esta organización delictiva, "prestándoles un auxilio como oriundo y conocedor de esta ciudad".

Los hechos

La entradera había tenido como escenario una casa situada sobre la calle Belgrano entre España y Rauch, en la que vive un comerciante con su esposa.

De acuerdo con lo investigado, alrededor de las 9.30 de ese 9 de noviembre de 2021 se produjo el asalto en la vivienda de la familia de Pablo Horacio Rotondo, el propietario de una ferretería.

Tanto ese hombre, que en ese entonces fue sorprendido por los delincuentes cuando dormía en una habitación, como su esposa fueron víctimas del robo. También, una hija del matrimonio y la empleada doméstica.

Esas dos mujeres, cuando fueron ingresando a la vivienda terminaron siendo reducidas por los asaltantes, que estaban armados y actuaron con extrema violencia, golpeando, atando, amenazando de muerte a las víctimas y hasta torturando a algunas de ellas.

Los ladrones ingresaron a la casa por los fondos, utilizando una escalera. Venían con el dato de que en el interior del inmueble había una caja fuerte y que de la misma iban a poder llevarse unos 80.000 dólares.

Pero no encontraron caja de seguridad ni se apoderaron de esa suma de dinero, ya que fue ostensiblemente menor la plata que robaron tras permanecer bastante tiempo en la vivienda, lo cual sucedió mientras mantenían cautivas a las cuatro víctimas.

Mil dólares, cincuenta mil pesos y cuatro teléfonos celulares se llevaron los delincuentes aquel día de la casa de los Rotondo.

Una vez que las víctimas pudieron zafarse de las ataduras con precintos de plástico con que los autores de este hecho las dejaron inmovilizadas se dio aviso a la Policía sobre lo que había sucedido.

Para ese entonces los investigadores tomaron conocimiento de los demás hechos que también les imputan a los encausados.

Uno de ellos fue un intento de robo en una casa ubicada sobre la calle Puerto Rico del Barrio Ceramista, a la que -según lo determinado- los miembros de esta organización ingresaron aprovechando que sus moradores no estaban, tras saltar un paredón de dos metros de alto y romper los vidrios de dos ventanas.

Pero de ese inmueble no se llevaron nada, ya que al accionarse la alarma se dieron a la fuga.

Minutos más tarde, en esos autos en los que andaban se hicieron presentes en una vivienda del Barrio Güemes que está sobre la calle Panamá. Y convirtieron en víctima de un intento de robo a una joven que en ese entonces estaba cuidando a tres nenes.

Cuando sonó el timbre y la niñera atendió, los delincuentes forcejearon con ella y al menos dos de ellos lograron entrar a la casa en busca de elementos de valor de los cuales apoderarse.

También, según le decían a la víctima, buscaban una caja fuerte que no encontraron, ya que no la había. Y terminaron huyendo sin llevarse nada.

"Vamos a cambiar de pueblo que está todo mal. Está 'la Gorra' a dos manos", pudo determinarse -a través del cotejo de los celulares de los imputados- que uno de ellos expresó a los demás miembros de esta organización delictiva cuando en esos tres autos en los que andaban decidieron irse de Azul por la Avenida Chaves, en dirección hacia la Ruta 51.

"Agarrá esa ubicación, venite, Manuel Chaves todo derecho. Vamos a cambiar de pueblo hermano. Vamos que a la pasada entramos por Alvear. Salgamos de acá que esta todo mal hermano", expresó también -vía celular- uno de los delincuentes aquel día a sus cómplices.

Instantes más tarde, en el marco de un operativo cerrojo implementado por la Policía, todos ellos fueron arrestados en Tapalqué, Saladillo y en la referida General Alvear, cuando los efectivos de seguridad hallaron e interceptaron esos autos en los que andaban.

El dato

Voceros allegados a la instrucción de este sumario -que desde la UFI 2 llevara adelante el fiscal David Carballo- señalaron que la Defensa Particular de uno de los acusados había apelado ante la Cámara Penal la elevación a juicio de esta causa, por lo que lo resuelto por el magistrado Federico Barberena aún no adquirió firmeza.