YA FUE INDAGADO Y NO DECLARÓ. Usó un tubo fluorescente roto como arma para robar en un kiosco: ahora está preso

La investigación penal iniciada desde una fiscalía local por un violento robo sucedido poco antes de la medianoche de este lunes que pasó, un hecho donde como víctima figuró un joven que estaba ateniendo un kiosco, tiene detenido el considerado autor de ese ilícito.

El imputado, identificado por voceros policiales y judiciales como Facundo Zeberio, tiene 29 años de edad.

Efectivos de seguridad lo arrestaron en la vía pública instantes después de sucedido ese asalto que le siguen atribuyendo a título de autor.

Por lo ocurrido se está tramitando una causa desde la UFI 13, la Fiscalía que en el Palacio de Justicia de Azul conduce Adrián Peiretti.

El hecho materia de esa investigación penal quedó definido como un robo agravado por el uso de arma, según se refiere en una resolución a través de la cual anteayer miércoles la aprehensión del investigado había sido convertida en detención.

A solicitud del Fiscal que instruye el expediente penal, esa medida cautelar para el considerado autor de lo que fuera este asalto sucedido hace cuatro días la había ordenado, desde el Juzgado de Garantías 1, el magistrado Federico Barberena.

Voceros judiciales señalaron a EL TIEMPO que Zeberio -de ocupación "changarín" y con actual domicilio en esta ciudad- había sido indagado en sede judicial el martes que pasó, audiencia donde optó por negarse a declarar acusado de ese delito que lo continúa teniendo privado de la libertad.

"Plata o puchos"

Entre las pruebas que involucran al joven que está detenido por lo que había sido el robo en el kiosco figuran filmaciones de cámaras de seguridad instaladas en ese comercio, grabaciones que registraron su accionar delictivo.

También lo reconoció como el autor del hecho el empleado al que Zeberio había asaltado en ese negocio, considerando que el ahora detenido solía concurrir habitualmente a ese local.

El pasado lunes, en la previa a que se apoderara de 50.000 pesos del interior de una caja registradora, el acusado también se hizo presente en ese kiosco en una primera ocasión, lo cual ocurrió cuando era alrededor de la hora 22:40, en momentos que la víctima estaba atendiendo a otras personas.

En aquel entonces el ahora acusado le dijo al empleado del kiosco que venía "a robar". Y le aclaró: "Plata o puchos, lo que tengas".

Pero como el joven le respondió que no tenía nada, el imputado le pidió que le diera "unos puchos fiados", por lo que le regaló un cigarrillo y Zeberio se fue.

Minutos más tarde, ya cuando era alrededor de la hora 23 del lunes pasado, el joven que luego sería arrestado por personal policial como el autor de este ilícito regresó al local, que está ubicado en cercanías al Cementerio Municipal de Azul, en una de las esquinas de Avenida 25 de Mayo y calle Tandil.

En esa segunda ocasión, la actitud evidenciada por Zeberio fue mucho más agresiva para con la víctima de lo sucedido. Y utilizado "un tubo fluorescente con el bastidor completo" -según se describe en las actuaciones penales- le expresó textualmente: "Ahora te vengo a robar".

Para ello, el agresor rompió el tubo contra el mostrador del local y le apoyó a la víctima en el cuerpo una de las puntas del fluorescente, a modo de "arma impropia" que empleó para concretar el ilícito.

En medio de ese accionar, la víctima se refugió en un baño del kiosco, lo cual sucedió mientras el autor de este robo se apoderaba de 50.000 pesos en efectivo que tomó de la caja registradora, el dinero con el que después se dio a la fuga a pie del local.

"Quedate quieto porque te mato", le expresó también a la víctima Zeberio, indicándole -mientras el joven permanecía dentro del baño- que no dijera nada "porque te conozco".

El empleado del local, estando encerrado, pudo avisar de lo ocurrido por teléfono, por lo que instantes más tarde personal policial se hizo presente en el kiosco, comenzando así las primeras averiguaciones para dar con el autor de lo que había sido este asalto.

Agentes del Comando de Patrullas y de la Seccional Primera de Azul intervinieron en lo que pasó. Y contando con los datos brindados del asaltante, instantes más tarde lo hallaron en la calle y lo aprehendieron cuando, acompañado por tres perros, se daba a la fuga caminando.

Ese procedimiento policial tuvo como escenario las calles Rivadavia entre San Juan y Tiro Federal, el lugar donde, una vez interceptado, el acusado de este robo fue reducido, esposado y trasladado a la sede de la comisaría primera local sin que opusiera resistencia alguna.

En una de esas filmaciones de las cámaras instaladas en el kiosco se lo veía a Zeberio "manipulando un tubo fluorescente" y la manera en que, "con el fin de amedrentar" al empleado, rompía el mencionado elemento contra el mostrador para luego ir hacia el joven, que se refugió en el baño, y después tomar la plata que había en la caja registradora. Los 50.000 pesos con los que huyó del local hasta que instantes más tarde personal policial lo halló en la calle y lo aprehendió.

Según lo demostrado hasta ahora -algo a lo que hizo alusión el juez de Garantías Barberena en la resolución donde convirtió en detención a su aprehensión- Zeberio utilizó "un tubo fluorescente como arma impropia para amenazar de muerte" al empleado del local y víctima de este violento robo.

El dato

Hasta ayer el acusado de este asalto seguía, ya en carácter de detenido, en la sede de la Seccional Primera local de Policía, al aguardo a que -desde el Servicio Penitenciario Bonaerense- se otorgue un cupo para su posterior traslado a la Alcaidía de una cárcel de la zona.