Desde el 1 de marzo de este año hasta el primer día del mes en curso, un total de 342 sumarios se iniciaron en el Juzgado de Familia con asiento en Azul por situaciones vinculadas a la violencia doméstica, expedientes que han estado asociados a diferentes casos ocurridos en esta ciudad en un período de tiempo caracterizado casi en su totalidad por una inédita situación: el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado a causa de la actual pandemia por coronavirus.

Si se compara a ese lapso de tiempo ya señalado con lo que el año pasado -también entre el 1 de marzo y el 1 de julio- sucedió con el número de sumarios iniciados en el juzgado con asiento en la calle San Martín, las estadísticas señalan que en este 2020 de pandemia por coronavirus las cifras son inferiores. Específicamente hablando, 355 expedientes tramitados el año pasado y, tal lo ya mencionado, 342 durante el actual.

Ese cúmulo de causas se tradujo desde el juzgado en el dictado de diferentes medidas cautelares: ceses de actos de perturbación; prohibición y/o restricción de comunicación y acercamiento y -también- la exclusión del considerado "violento" o "violenta" de ese hogar convertido en escenario de un conflicto de índole familiar.

"En estos números, que muestran claramente cómo ha sido el eje de la violencia en esta pandemia, no están contempladas las resoluciones o aquellas causas donde se pudo haber generado un nuevo ingreso en virtud de las prórrogas de medidas que ya tenían vigencia con anterioridad a la pandemia", aclaró el juez Federico Berlingieri en una charla mantenida con EL TIEMPO acerca de esta cuestión.

Como consecuencia de la actual crisis sanitaria, los plazos procesales habían sido prorrogados de oficio automáticamente desde la Suprema Corte para todas estas medidas de protección judicial que se vencían durante este tiempo de pandemia, lo cual sucedió una vez que se declaró la emergencia sanitaria, situación a la que hizo alusión el magistrado a cargo del Juzgado de Familia con asiento en Azul.

En otras palabras, eso significó que los plazos de las medidas cautelares -que generalmente son de noventa o ciento veinte días- continúen vigentes más allá de que se hayan vencido durante estos meses de confinamiento obligatorio por la pandemia decretado desde Presidencia de la Nación.

"Dentro de las causas ingresadas en ese período que va desde el 1 de marzo al 1 de julio del corriente año, no están contempladas aquellas en las que se solicita la prórroga de la medida cautelar, ya que la Corte, a modo de derivación de ese Decreto de Necesidad y Urgencia Nacional fechado el pasado 20 de marzo, previó la prórroga de oficio de aquellas medidas que se vencían en el transcurso de ese estado de emergencia sanitaria dispuesto en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, en correspondencia con el aislamiento, social, preventivo y obligatorio", explicó también el titular del Juzgado de Familia.

Por eso, mientras esas medidas siguen vigentes de la mano de la pandemia y más allá de que los plazos ya están vencidos, ese cúmulo de causas iniciado desde marzo a julio de este año por situaciones de violencia familiar es un factor que evitó, al menos en el ámbito de Azul, que esa cifra aumentara.

Violencia doméstica en tiempos de cuarentena

La cuarentena, en el ámbito nacional y según estadísticas oficiales, ha venido marcando un incremento en las llamadas a las líneas telefónicas que atienden aspectos vinculados con la violencia familiar o de género.

De la mano de esa cuestión, se señala también que episodios de estas características han aumentado, cimentados en ese confinamiento obligatorio en el contexto de la actual emergencia sanitaria a la que deben estar sometidos victimarios y víctimas en sus respectivos hogares.

Según el magistrado Berlingieri, esas 342 causas iniciadas este año desde marzo hasta el primer día del mes en curso tienen que ver en su gran mayoría -específicamente y "más allá de la pandemia en la que estamos"- con medidas de "prohibición de acercamiento", conocidas también como "perimetrales".

Además, el Juez reconoció que en todo este tiempo de pandemia "se han otorgado más exclusiones de hogar" que en el mismo plazo del año anterior.

"Hubo muchos más casos de evaluación de pedidos de exclusión. Y en ese sentido se han otorgado más medidas" afirmó y luego aclaró: "Eso no quiere decir que se hayan aprobado el cien por cien de los pedidos de exclusión".

Ingresando en esas medidas cautelares que el titular de Familia dispone a diario, explicó que para dictarlas "tengo que analizar los términos de la denuncia, a través de las cuales luego se evalúa el otorgamiento de la medida por un determinado plazo".

Para eso, en el Juzgado de Familia se cuenta "con un equipo técnico e interdisciplinario", integrado por "asistentes sociales, peritos psicólogos o algún psiquiatra".

A través de todos esos profesionales, tras el otorgamiento de la medida cautelar, desde el Juzgado se hace un seguimiento de la situación familiar durante el plazo que dura la misma.

"Eso es algo que me permite establecer la gravedad del conflicto, ya que no me quedo sólo con el otorgamiento en cada caso de la medida cautelar", dijo el magistrado.

Las medidas cautelares que dispone la llamada ley provincial de Protección contra la Violencia Familiar apuntan a erradicar esos conflictos de violencia doméstica que se generan en los diferentes núcleos familiares.

La misma ley define a la violencia como "toda acción, omisión" o "abuso" que "afecte la vida, libertad, seguridad personal, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial" de una persona en el ámbito de su grupo familiar. Incluso, si ese tipo de situaciones no configura específicamente un delito.

Las presentaciones que llegan al Juzgado de Familia, además, conllevan la intervención del Fuero Penal si la conducta del denunciado encuadra en alguna de aquellas que configura un delito.

Por lo tanto, muchas veces esas causas que ingresan al juzgado con sede en la calle San Martín entre Moreno y De Paula de esta ciudad también se tramitan desde el Fuero Penal.

Si bien no pudo especificar con certeza cuántas de esas 342 causas iniciadas en el juzgado a su cargo desde el 1 de marzo al primer día del mes en curso tienen anclaje también en lo penal, Berlingieri reconoció que "son muchas". También sostuvo que varias de ellas están asociadas a casos de "desobediencia" que dan lugar a la intervención del Fuero Penal. "Pero después se ve que detrás de esas desobediencias estaban las lesiones, las amenazas, el daño, la violación del domicilio. Es decir, todo un despliegue de delitos también con competencia desde lo penal".

Otro aspecto relacionado con su labor en el Juzgado de Familia marca que las medidas cautelares que se dictan pasan después a ser controladas desde lo penal.

"Por eso genera un poco de frustración en mi carácter de operador, ya que desde el Juzgado a mi cargo yo no tengo el control de esas medidas que dicto. Lo único que me faculta y para lo que me da protagonismo la ley en mi condición de Juez de Familia es para prorrogar el plazo de esas medidas que dispongo", señaló también en la entrevista con EL TIEMPO.

En todo este contexto referido, Berlingieri admitió que la pandemia "afectó la sensibilidad de la gente, indudablemente".

"Con todos los efectos que pueda generar, aunque yo no soy psicólogo para hacer un diagnóstico, lo que se está viendo es que a mayor plazo de aislamiento la tolerancia va siendo menor", indicó sobre lo que percibe desde el Juzgado de Familia a su cargo con relación a esos casos de violencia doméstica en los que interviene a diario.

"Hay menos tolerancia", insistió con el concepto, que no sólo ligó a aspectos relacionados con la pandemia, sino que también -expresó por último- "pueden ir de la mano con cuestiones que tengan que ver por fuera de la misma. Con un proceso de arrastre, por ejemplo".

EL DATO

El ámbito de competencia del Juzgado de Familia de Azul no sólo incluye a esta ciudad. Abarca también, a excepción de Olavarría y Tandil, a esas ocho ciudades más que forman parte del Departamento Judicial Azul. En ese contexto, entre 2500 y 2700 causas son iniciadas anualmente en ese juzgado que conduce el magistrado Federico Berlingieri. El 55 por ciento de esos sumarios tienen que ver específicamente con casos de violencia familiar.