24 de abril de 2022
El imputado fue aprehendido por primera vez el 6 de marzo, tras una persecución policial. Armado con un revólver, aquel domingo se hizo presente en el comercio donde trabaja su ex pareja para amenazarla. Luego de que recuperara la libertad, le dictaron una orden para que no mantuviera contacto con la víctima. Y también fue allanado el inmueble donde reside, procedimiento donde policías incautaron una pistola. Estando vigente la perimetral, el acusado de este caso de violencia de género ingresó sin autorización a un departamento donde estaba viviendo su ex novia, ocasión durante la cual forcejeó con ella para intentar apoderarse de su teléfono celular. Aquel hecho sucedió el 21 de marzo y derivó en que fuera arrestado otra vez. Por todos estos episodios al azuleño encausado le fue dictada la prisión preventiva. Además, el Juez de Garantías que le impuso esa medida de coerción rechazó un pedido para declararlo inimputable.
Acusado de la comisión de varios hechos de violencia de género en perjuicio de quien era su pareja, la detención de un azuleño fue convertida en prisión preventiva, informaron voceros judiciales a EL TIEMPO.
Mientras el imputado continúa privado de la libertad en la sede de la comisaría primera local, a la espera de que se consiga un cupo para su traslado a una unidad penal de la zona, en primera instancia la medida cautelar fue ordenada por el magistrado Federico Barberena.
En la misma resolución, además, el titular del Juzgado de Garantías 2 con sede en los tribunales de Azul rechazó un pedido presentado por el actual defensor Particular del acusado -el abogado Roberto Vidal- para que su cliente fuera declarado inimputable.
El hombre al que este jueves que pasó le fue dictada la prisión preventiva tiene 33 años y es un comerciante que se llama Alfredo José Rodríguez Sarramone.
En el marco de tres hechos distintos, a escala penal continúa siendo considerado el probable autor -"en concurso real de acciones"- de los delitos de coacción, amenazas, resistencia a la autoridad y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, en concurso real; tenencia ilegal de arma de fuego de guerra sin la debida autorización; y lesiones leves agravadas, violación de domicilio y desobediencia, en concurso real.
Los tres hechos que le imputan
Alfredo José Rodríguez Sarramone permanece privado de la libertad desde el pasado 21 de marzo, luego de que resultara arrestado por segunda vez en el marco de estos hechos de violencia de género que se le atribuyen como cometidos en perjuicio de su ex pareja.
En los primeros minutos de aquel día -según se refiere en estas actuaciones penales- desobedeciendo una orden que desde la justicia le había sido impuesta como consecuencia de un primer incidente que protagonizara y que también tuvo como víctima a su ex novia, había ingresado sin autorización al departamento donde esa joven se domicilia.
En ese entonces, tras forcejear con ella y provocarle algunas heridas leves con intenciones de apoderarse de su teléfono celular, un vecino de la mujer que escuchó gritos alertó a la Policía sobre lo que estaba pasando. Y eso hizo que efectivos de seguridad se hicieran presentes en el inmueble donde este hecho se produjo: un edificio situado sobre la Avenida Mitre de esta ciudad en el que resultó arrestado el hombre al que ahora le fue dictada la prisión preventiva.
En ese entonces, en poder de Rodríguez Sarramone se incautó una navaja. Y a diferencia de lo sucedido el pasado 6 de marzo -cuando por primera vez había sido aprehendido luego de una persecución policial, en ocasión de que el auto que guiaba se estrelló contra un árbol en Salta entre Necochea y 25 de Mayo, luego de que aquel domingo se hiciera presente en el comercio donde su ex novia trabaja portando un revólver calibre 32 que después le sería incautado- cuando fue arrestado por segunda vez se resolvió posteriormente desde la justicia que quedara detenido, la medida de coerción que hace tres días fue convertida en prisión preventiva por el Juez garante.
En tanto, el otro de los hechos que se le imputa al azuleño que ahora está preso se relaciona con un allanamiento realizado en el inmueble donde reside, ubicado sobre Yrigoyen entre 25 de Mayo y Moreno.
Dispuesto en el marco de la instrucción de esta causa por violencia de género, aquel procedimiento policial se había realizado en horas de la tarde del pasado 10 de marzo. Y fue ordenado por el mismo magistrado -Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3- que un día antes le dictara a Rodríguez Sarramone la perimetral que le prohibía mantener contacto alguno con su ex pareja, medida que vulneró en ocasión de haber sido arrestado por segunda vez ese ya referido 21 de marzo que pasó.
Efectivos de la DDI Azul llevaron a cabo aquel allanamiento, que incluyó que en ese inmueble donde el encausado se domicilia se hallaran e incautaran una pistola calibre 9 MM -que tenía en su cargador siete proyectiles- y veintidós cartuchos calibre 16.
En las actuaciones se menciona que el arma mencionada -considerada a escala penal como "de guerra"- "era detentada" por Rodríguez Sarramone sin contar "con la debida autorización legal".
De acuerdo con un testimonio tomado a la víctima de estos hechos, en alguna ocasión el hombre que ahora está preso le había exhibido esa pistola, lo cual sucedió durante una de esas situaciones de hostigamiento y violencia que la joven sufriera por parte del encausado en todo ese tiempo que ambos estuvieron juntos.
"Peligros procesales"
Para el Juez que hace tres días dictó esta prisión preventiva, la medida de coerción estuvo fundamentada en "la existencia de peligros procesales" que hacían inviable que Rodríguez Sarramone recuperara la libertad. Y que siga preso apunta -escribió también el magistrado Barberena en lo resuelto- "a evitar el serio, grave y real peligro de entorpecimiento del proceso" que involucra al considerado autor de estos hechos de violencia de género "frente al claro despliegue del que es destinataria la víctima", con "actos de violencia ejercida hacia su persona (psicológica y física)".
"Incluso -afirmó el titular del Juzgado de Garantías 2-, utilizando en su amedrentamiento armas, surgiendo el estado de vulnerabilidad a la que se encuentra sometida (la joven) de la persistencia de esos actos durante el tiempo que duró la relación de pareja, el alto grado de incidencia que posee respecto del plan de vida de ella, interfiriendo en sus medios de vida, produciendo no sólo temor -el cual es fundado- sino también una clara afectación a su vida, libertad, dignidad, integridad psicológica y su seguridad personal" y "perjudicando su desarrollo personal" con intenciones de "degradar o controlar sus acciones a través de amenazas y golpes".
El pasado 23 de marzo el mismo magistrado que ahora le dictó la prisión preventiva a Rodríguez Sarramone le había denegado un pedido de excarcelación.
En ese entonces, entre otras cuestiones similares a las que ahora volvió a aludir para convertir a su detención en prisión preventiva, el titular de Garantías 2 tuvo en cuenta la existencia en estos hechos de diferentes circunstancias que le hacían presumir que el encausado iba a evidenciar un "riesgo cierto" en caso de recuperar la libertad. Y en ese contexto, concluyó que el hombre intentaría con su accionar -teniendo en cuenta las características que posee este caso de violencia de género- "incidir sobre el estado de ánimo de la víctima y/o allegados, traduciéndose en un claro peligro de obstaculización de la investigación".
Una pistola calibre 9 MM y proyectiles. Los incautó personal policial cuando el inmueble donde reside el acusado de estos hechos de violencia de género había sido allanado el 10 de marzo pasado. ARCHIVO/DDI AZUL/PBA
EL DATO
Desde la UFI 9 con sede en los tribunales de Azul la fiscal Laura Margaretic tuvo a su cargo la tramitación de esta causa penal. Y en el mismo escrito donde había pedido la prisión preventiva para el imputado formuló la requisitoria de elevación a juicio de este expediente. Teniendo en cuenta esa última solicitud referida, el juez de Garantías Barberena resolvió dar traslado de lo pretendido desde la Acusación al abogado que patrocina al presunto autor de estos hechos de violencia de género, en la previa a que ese magistrado tenga que resolver también sobre dicha solicitud para que este sumario penal se convierta en materia de un futuro debate.
Un pedido de inimputabilidad que terminó siendo rechazado
Roberto Vidal, el abogado que patrocina a Alfredo José Rodríguez Sarramone en esta causa, había solicitado la declaración de inimputabilidad para su cliente en estos hechos de violencia de género por los que hace tres días su detención fue convertida, en primera instancia, en prisión preventiva.
Dicho planteo lo formuló ante el juez de Garantías Federico Barberena basándose en el resultado de un informe pericial psiquiátrico que le fuera practicado a su defendido, en el cual especialistas que se entrevistaron con el acusado no descartaron -aunque tampoco lo afirmaron de manera categórica- que pudiera presentar "un trastorno del espectro bipolar", según se menciona textualmente en estas actuaciones penales.
Pero más allá de la probable existencia de ese trastorno en el encausado, en la resolución que se tradujo en el dictado de su prisión preventiva el titular del Juzgado de Garantías 2 hizo mención a la totalidad del resultado de esa pericia a la que Rodríguez Sarramone fuera sometido, que a modo de conclusión textualmente señala que "no surgen indicadores compatibles con trastorno de la actividad intelectual, así como tampoco de voluntad y/o afectividad que comprometieran su capacidad de comprensión de la norma y de los alcances de su conducta".
Desde su Defensa técnica se sostenía que "esa faceta maníaca" que supuestamente el imputado padece lo había llevado a cometer estos episodios de violencia de género en perjuicio de su ex pareja. Hechos por los cuales, consideraba también el abogado Vidal, su cliente debía ser declarado inimputable en esta etapa del proceso.
Pero el magistrado a cargo de Garantías 2 concluyó que "nada de lo allí expresado implica afirmar categóricamente que al momento de los hechos el encausado padecía de una alienación mental que conlleve a afirmar categóricamente que no podría comprender la criminalidad de sus acciones".
"De la evaluación psicológica-psiquiátrica realizada al imputado por la Asesoría Pericial departamental no surge trastorno psicopatológico agudo, infiriéndose que al momento de los hechos el encausado comprendía la noma y lo disvalioso de su conducta, en el marco de una conciencia lúcida, con ausencia de ideación delirante y con una voluntad de hacer conservada", afirmó el magistrado que entiende en esta causa penal.
"Cabe afirmar que no se ha determinado médicamente que el imputado padezca un trastorno o alteración psíquica que perturbe profundamente su inteligencia y/o voluntad que conlleve a una causal de inimputabilidad", sostuvo también Barberena para desestimar el planteo del abogado defensor.
En otro párrafo de lo resuelto ahora, el Juez consideró como necesario que Rodríguez Sarramone se someta a un tratamiento psiquiátrico, teniendo en cuenta lo aconsejado desde la Asesoría Pericial Departamental "en oportunidad de ser examinado".
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