Dispuesto por la magistrada Magdalena Forbes, la titular del Juzgado de Garantías número 1 con asiento en el Palacio de Justicia de Azul, ese procedimiento fue ordenado en el marco de la instrucción de una causa caratulada como "captación por medios tecnológicos de menores de edad con fines sexuales".

En esa investigación penal, que lleva adelante el fiscal Lucas Moyano, figura como sospechado el preso al que le allanaron su celda, ubicada en el Pabellón 3 de la referida unidad carcelaria, espacio donde el recluso comparte alojamiento con varios más.

Varios teléfonos celulares y otros elementos considerados de interés para esta pesquisa fueron hallados e incautados en poder del interno investigado, que es de nacionalidad paraguaya, se llama Gustavo Damián Florentín y tiene 25 años.

Las características del hecho investigado, que no es el primero de este tipo que lo tiene a Florentín como sospechado, hicieron que también el recluso fuera sometido a una requisa personal cuando ayer ese pabellón que ocupa en la Unidad 38 fuera allanado, según informaron voceros judiciales a EL TIEMPO.

Una investigación penal iniciada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cuya competencia posteriormente fue aceptada en el ámbito del Departamento Judicial Azul, teniendo en cuenta la "conexidad" que ese sumario guarda con otro donde el preso también figura investigado, se convirtió en el motivo por el cual se desarrolló este procedimiento que había sido solicitado por el fiscal Moyano.

Según una denuncia formulada tiempo atrás por un hombre en un juzgado con asiento en la Capital Federal, su hijo menor de edad se había convertido en víctima del ilícito, al parecer, llevado a cabo por el preso.

A ese menor, tras participar de un sorteo en Instagram, le había sido solicitado por el usuario de esa red social que venciera determinados "retos", para después terminar pidiéndole que enviara fotos suyas en ropa interior y videos desnudo.

Según informes colectados en esta investigación, el recluso investigado sería el mismo que utilizaba ese perfil de Instagram para llevar a cabo este tipo de delito.

Al respecto, a modo de prueba, en la causa están incorporadas capturas de pantalla de contactos mantenidos entre Florentín y el menor de edad que figura como víctima.

En marzo del año pasado, mientras permanecía privado de la libertad en la Unidad 37 de Barker, al mismo recluso le habían allanado la celda que ocupaba en esa cárcel del SPB ubicada en la localidad perteneciente a Benito Juárez.

En ese entonces permanecía en un pabellón de evangelistas y aparecía sospechado de la comisión de un delito similar al que ayer lunes derivara, pero en la Unidad 38, en la realización de este nuevo allanamiento.

Ese procedimiento en la Unidad 37, llevado a cabo el 20 de marzo de 2020, había finalizado con el secuestro de un teléfono celular, elemento que el recluso -al parecer- utilizaba para contactarse con varones menores de edad a los que después les pedía fotos y videos de contenido sexual, registros que posteriormente difundía por redes sociales.

Cuando se hizo aquel allanamiento en la Unidad 37 de Barker donde estaba preso, Florentín se encontraba a disposición del Tribunal Oral en lo Criminal de Tandil perteneciente al Departamento Judicial Azul, procesado en una causa penal donde figuraba acusado del delito de "abuso sexual con acceso carnal".

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