30 de julio de 2025
La reconocida vecina de ese sector de Azul continúa adelante con su activa labor, cuyo único objetivo es tender una mano a quienes más lo necesitan. Campañas para familias afectadas por incendios, entrega de alimentos, ferias para recaudar fondos y asistencia a personas mayores son parte del trabajo que realiza con voluntad y organización comunitaria.
Julia Rigo es una vecina del barrio San Francisco que desde hace años lleva adelante una tarea comprometida y sostenida: ayudar a quienes más lo necesitan. En estos días, su atención está puesta especialmente en una familia cuya vivienda, ubicada en Miñana 1251, fue destruida por un incendio.
"A través de la campaña que estamos haciendo para la gente que se le quemó la casa, lo que es de adentro de la vivienda, ya conseguimos todo: cama, muebles, lo necesario para vivir, porque el incendio causó pérdida total para esta familia", comentó Julia en el inicio de la charla mantenida con EL TIEMPO. Sin embargo, aún falta lo más complejo: "No hemos podido conseguir lo que es para hacer la limpieza, revocar y todo lo que es el techo, por ejemplo, que se perdió todo. Me dice la chica que nunca se acercaron de la Municipalidad, así que faltaría eso nada más", explicó.
Se trata de una mujer joven, madre de un niño pequeño, que desde el incendio vive con su hijo en la casa de su abuelo. "Ella no está viviendo actualmente ahí. Se fue a lo del abuelo con el nene, porque no puede regresar a su casa", señaló Rigo, quien paso seguido subrayó que la vivienda "quedó destruida y no logró recuperar nada".
"Es una chica re laburante, súper humilde, y ahora está trabajando desde cero para poder reconstruir su casita", aseguró Julia.
Para quienes deseen colaborar, cualquier aporte es bienvenido. "Se puede colaborar con pintura, chapas, materiales, lo que sea. Yo había publicado en Facebook unas fotos de cómo quedó la casa, y la verdad que es muy triste. Pero la gente se va sumando", apuntó Rigo.
"En el barrio es mucha la necesidad que hay"
La labor de Julia no se limita a esta campaña puntual. Durante mucho tiempo cocinó para varias familias y preparó bolsones con alimentos para personas mayores.
"Actualmente tengo muy poquitas familias a las que cocino, sólo dos. Y también estoy preparando las bolsitas de alimentos como siempre, que las entrego los días lunes a los abuelos o a personas que no llegan a fin de mes. Me van mandando los pedidos y se los entrego normalmente, como venía haciendo antes. En realidad, ya no tengo los medios económicos para poder hacer mucho más", refirió.
Asimismo, Julia aclaró que anteriormente recibía colaboración municipal. "Me ayudaban con mercadería, verdura... con eso cocinaba para más gente. Yo súper agradecida en el momento que me pudieron ayudar, pero ahora me sacaron todo, porque no soy una institución. Me pidieron personería jurídica, y como trabajo sola, no llegué a hacer los papeles", contó.
En el mismo sentido Rigo expresó que "la necesidad sigue. En el barrio es mucha la necesidad que hay. Está cada vez más complicado. Por suerte tenemos a Paula Vivas con el comedor Juan Pablo II, que cocina los sábados, y también hay un merendero que trabaja lunes, miércoles y viernes. Eso ayuda mucho".
Una feria solidaria
Ante la reducción de recursos, Julia se apoya en una estrategia comunitaria que viene sosteniendo desde hace tiempo: la feria solidaria.
"Voy juntando ropa en buen estado, alguna es donada, otra la compro. Con lo recaudado de la feria, que se hace una vez por semana, compro mercadería para armar las bolsas, o ayudo a alguna abuela a comprar una garrafa, o a pagar la luz. Se va usando ese dinero para cubrir distintas necesidades", mencionó la vecina solidaria del barrio San Francisco.
Todo a pulmón, con creatividad y compromiso. "Antes, aunque trabajaba sola, por lo menos tenía la ayuda del municipio. Me daban verdura, carne, pollo. Con eso cocinaba o se lo daba a algún abuelo. Ahora se me complica, porque ya no puedo acceder a eso", reiteró.
"Entre todos nos vamos ayudando"
Aunque las dificultades crecen, Julia no baja los brazos. "Sigo trabajando de la misma forma. La gente me escribe si necesita un nebulizador, ropa o mantas. Yo publico, lo consigo, vienen y lo buscan. Sigo igual, con lo que tengo, haciendo lo que puedo", manifestó Rigo en la continuidad de la charla con este diario.
Sin estructura formal, sin fondos, sin oficina ni papeles, pero con la certeza de estar donde hace falta. Julia no necesita un cargo ni un título. Su trabajo solidario se reconoce en el barrio por su constancia, su humildad y su eficacia. "El barrio está complicado, hay mucha necesidad, pero por suerte entre todos nos vamos ayudando", resumió sin esperar aplausos ni menciones. Su trabajo se basa en el conocimiento directo de las personas a las que ayuda. Ella misma organiza, comunica, entrega, coordina.
"La vocación solidaria sigue estando en mí, sí. Siempre fue así. Trabajo sola, pero no estoy sola. Hay gente que ayuda, que colabora, que confía. Eso es lo más importante", concluyó.
EL DATO:
Quienes deseen colaborar con la familia afectada por este incendio, puede comunicarse con Julia Rigo al siguiente número telefónico: 2281-556499.
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