TENÍA 17 AÑOS

A mediados de noviembre pasado, la Cámara Penal de Azul se pronunció a favor de confirmar la prisión preventiva que a un joven lo tiene actualmente en la cárcel, acusado de un asesinato ocurrido en un establecimiento rural del Partido de Benito Juárez.

Aquel hecho, sucedido el 11 de agosto de 2020, había tenido como víctima a una adolescente azuleña de 17 años de edad.

Llamada Rocío Ayelén Sañudo, ella era la pareja del joven que está preso, acusado de haberla matado de un disparo que fuera efectuado con una carabina.

El trabajador rural imputado se llama Kevin Héctor Manuel Herrera Ullúa y tiene 21 años.

A escala penal, continúa siendo considerado el presunto autor de un homicidio agravado por el vínculo y por el empleo de arma de fuego; y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización. Ambos delitos son considerados como cometidos "en concurso ideal de acciones". Y están relacionados con lo que sucediera aquella noche en que estaba con la víctima en una casa de un campo de Benito Juárez donde los dos convivían, teniendo en cuenta que Herrera Ullúa trabajaba como puestero en ese establecimiento rural-

En esos términos había sido ratificada la medida cautelar para el joven trabajador rural desde la Cámara Penal, cuando durante el pasado mes de noviembre no prosperara un pedido presentado por su Defensor Particular para que su prisión preventiva quedara sin efecto.

No bien Rocío Ayelén Sañudo murió esa noche en que recibió el disparo, cuando personal policial se hizo presente en el campo convertido en escenario de este luctuoso suceso su pareja fue arrestada.

Actualmente Herrera Ullúa está preso en la Unidad 7, la cárcel de varones del SPB con sede en Azul.

En primera instancia, su detención por este homicidio agravado había sido convertida en prisión preventiva por Juan José Suárez, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 3 que interviene en este sumario penal que se instruye desde la UFI 2 que en los tribunales de Azul está a cargo de David Carballo.

Ante ese Fiscal, Herrera Ullúa había declarado a tenor de lo que establece el artículo 308 del CPP, durante una audiencia virtual que se hiciera a causa de la pandemia por coronavirus.

En esa indagatoria el joven dijo que, aquella noche en que la adolescente murió, fue de manera "accidental" que se accionó la carabina que estaba dentro de la casa donde convivía con ella, al correr el arma de fuego cuando estaba apoyada sobre el marco de la puerta del baño.

Pero una pericia practicada al arma de fuego desvirtuó sus dichos.

Esa situación, en primera instancia, había sido valorada por el Juez de Garantías que le dictara el 15 de septiembre pasado la prisión preventiva al trabajador rural. Y esa misma circunstancia la Cámara Penal tuvo en cuenta al ratificar el mes pasado la medida cautelar que hace que actualmente el trabajador rural permanezca en la Unidad 7.

"No existe posibilidad de disparo de forma 'accidental' o culposa bajo la modalidad de ocurrencia del acontecimiento narrado por el imputado, ya que el análisis del arma determinó claramente que para dar inicio a la acción de disparo es necesario presionar la cola del disparador con una fuerza equivalente o mayor a los 2,75 kilogramos, la cual se presenta normal para ese tipo de armas, o mediante la manipulación del block o cerrojo con un elemento externo a la carabina", se había mencionado en el fallo que en segunda instancia terminó confirmando la prisión preventiva del trabajador rural por este homicidio agravado.

Teniendo en cuenta la calificación que sigue teniendo este sumario, una eventual condena para Herrera Ullúa derivaría en la imposición de la máxima sanción que contempla el Código Penal argentino: la prisión perpetua.

Cuando la adolescente azuleña murió a causa de ese disparo que recibiera, desde tiempo antes estaba conviviendo con el joven en un establecimiento rural llamado "San Gerónimo", que está situado en el Cuartel VII del Partido de Benito Juárez.

El disparo que Rocío Ayelén Sañudo recibió, efectuado con una carabina calibre 22, "impactó en la región axilar izquierda" de su cuerpo y derivó en su inmediato deceso aquel 11 de agosto pasado, el día desde el cual quien fuera su concubino se encuentra privado de la libertad, acusado de haberla asesinado.