La historia de Bautista Pedreira tiene condimentos como para sazonar una película, de esas con las que el espectador no puede contener una lágrima ni haciendo el mayor de los esfuerzos posibles. Es una historia de lucha, de amor, de superación, de ganas de vivir y de una fe enorme, tan inmensa como para convocar milagros.

El 12 de julio, la vida de Valeria Serrao, Jerónimo Pedreira y sus hijos Bauti y Santi dio un giro inesperado. Fue cuando, con sus tan solo ocho años, Bauti debió ser trasladado de urgencia a La Plata tras sufrir una hemorragia cerebral. Esa noche el niño azuleño viajó en un avión sanitario acompañado solamente por el personal de salud y luchando por su vida. Mientras tanto, sus padres lo hacían en un auto en el que también cargaban sus miedos, la incertidumbre y el dolor de no saber. Pero el pequeño estaba dispuesto a dar batalla y desde el primer momento comenzó a escribir una historia que conmueve hasta lo más profundo y que lo tiene como principal protagonista.

Hoy, sin que aún hayan transcurrido dos meses de aquel día, para muchos puede resultar increíble la recuperación de Bautista, pero para la familia Pedreira -enarbolando esa inmensa fe que logró mantenerlos firmes en la confianza de volver a ver al niño ser feliz, jugar, cantar, reír y llorar- lo sucedido "es creíble, porque los milagros existen y Dios todo lo puede. Es un testimonio de fe y amor impresionante".

Ayer, Valeria Serrao dialogó con "Tiempo de Radio" (se emite de lunes a viernes de 9.30 a 11.30 por AM 1320 Radio Azul) y contó lo sucedido con este pequeño guerrero de 8 años llamado Bauti.

"La verdad es que verlo, emociona"

"Hoy, gracias a Dios, Bautista está muy bien. La recuperación es realmente fantástica. Mañana (por hoy) recién va a ser una semana de la última operación, la definitiva, para que quede sanito con su plaquita y pueda volver a sus actividades habituales. Más allá de que todavía falta recuperación, sabemos que todo va a seguir bien, porque desde el primer momento lo sentimos así. La verdad es que verlo, emociona. Cada día es agradecer porque él está sonriente, feliz, con esa alegría que siempre lo caracterizó, con su guitarra, jugando, haciendo tarea con la maestra de la escuelita del Hospital a través de WhatsApp. Verlo a Bauti sin secuelas, después de semejante cuadro, es realmente un milagro". De esa manera comenzó la charla con el programa de radio de este matutino, la mamá del niño azuleño de 8 años.

"Algo raro presentía"

Posteriormente, Serrao contó que lo sucedido el 12 de julio pasado fue un golpe durísimo para la familia Pedreira, el más doloroso que les ha tocado atravesar.

"Bauti es un niño sano, nunca tuvo una patología que pudiera desencadenar el cuadro que desencadenó ese domingo", contó la mamá del pequeño, para luego continuar diciendo que ese día su hijo mayor acusó un dolor de cabeza leve cerca del mediodía. "Era raro porque nunca se había quejado de eso. En un niño lo que menos se espera es un cuadro de este tipo, pero consulté porque algo raro presentía. Me dijeron que lo dejara descansar porque podía ser producto del estrés por la pandemia. Obviamente, ningún médico refiere que en un niño se dé un ACV, es muy extraño que eso pase".

"Él siguió jugando con su hermano y durante el almuerzo le costó leer la palabra 'anormalidad' de la tele, pero después pudo hacerlo. Cuando terminó de comer dijo que quería que llegue la noche para poder dormir, cuando Bauti tiene una energía tremenda, por demás. Se fue a descansar y lo controlaba cada 15 minutos, porque algo no me gustaba. En un momento se despertó en un grito, con un dolor muy intenso. Lo llevamos al hospital y en el auto iba consciente pero lloraba y me decía: 'Soy un niño de 8 años no me puedo morir'. Eso fue lo último que me dijo porque en la puerta le dio el ACV y se me desmayó", contó la mamá.

En la continuidad de su relato, Serrao apuntó que "a partir de ahí comienza la situación de que en el momento no entendés por qué a mí, por qué a él. Bauti corría riesgo de vida y había que trasladarlo porque sino no iba a sobrevivir, estaba en coma farmacológico".

"La verdad es que en el Hospital de Niños tenemos unos profesionales que son para sacarse el sombrero: su pediatra de cabecera, María Alex Zandoná, Paula Ronchetti, Anahí, Araceli, Lu, los enfermeros, todos", agregó.

"Se empezó a armar un rompecabezas y empezó a obrar Dios"

Desde el centro de salud local, Bautista debió ser trasladado en un avión sanitario a La Plata para su atención, mientras sus papás se trasladaron en auto hasta la capital de la provincia.

"Desde el primer momento se empezó a armar un rompecabezas y empezó a obrar Dios para que esto terminara como terminó. Bauti se subió a ese avión solito, pero con la compañía de Jesús, María y todos los ángeles. Nos avisaron que el viaje iba a ser muy riesgoso, porque es muy peligroso un vuelo con ACV, por la presión, pero yo estaba segura que todo iba a salir bien", señaló la mamá.

Bautista Pedreira fue intervenido quirúrgicamente durante seis horas en el Hospital de Niños "Sor María Ludovica" de La Plata. "Cuando salió lo pudimos ver solamente a través de un vidrio, por el protocolo Covid. Nos avisaron que tuvieron que descomprimirle el cerebro y hacerle una craneotomía. Esas primeras 72 fueron cruciales y nos informaron que el cuadro podía provenir de una malformación congénita. Fueron 24 horas tremendas", afirmó Serrao durante la entrevista.

De igual forma, la mamá refirió que al poco tiempo, en medio del coma farmacológico, "él empezó a sentir, lloraba dormido, se movía de poquito. A los 10 días decidieron sacarle el respirador y respondió bien. Desde ese momento su evolución fue cada vez mejor y se fue recuperando".

"Los médicos se mostraron sorprendidos porque realmente la recuperación de Bauti es milagrosa. Es más, en ningún momento tuvo una secuela", subrayó también.

"Es un testimonio de fe y amor impresionante"

Sobre el final de la entrevista, Valeria Serrao dio a conocer que hace una semana atrás a Bautista lo intervinieron quirúrgicamente para aplicarle una placa tridimensional de titanio para reemplazarle el cráneo, operación de la cual también evolucionó favorablemente.

"Salió de cirugía despierto, sin respirador, estuvo 24 horas en terapia y luego dos días en sala. El sábado nos dieron el alta y realmente la recuperación ha sido maravillosa", destacó la mamá de este pequeño guerrero, que a dos meses de haber sufrido un ACV "no tiene una sola secuela. Lo vemos y es el Bauti de siempre. Para muchos puede ser increíble, pero para nosotros es creíble, porque es un testimonio de fe y amor impresionante", concluyó.

EL DATO:

La entrevista radial terminó con la emotiva versión de "Rezo por vos", interpretada por el gran héroe de esta historia y su inseparable guitarra. "Esa fue la última canción que grabaron con Chima Chiodi, su profe de música, para hacer la muestra del taller, el sábado anterior a que comience todo esto. Si uno se detiene a leer esa letra te quedás sin palabras, es la síntesis de lo que pasó: Bauti se abrazó a la cruz al amanecer...y así salió adelante", subrayó la mamá.

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