Por Laura Méndez

de la Redacción de EL TIEMPO

Mario José Ricardo Andresiuk nació en Azul el 28 de marzo de 1983. Vivió en esta ciudad hasta el año 2002. Desde el año 2014 forma parte de Embajada Bolivana tocando en varios escenarios de La plata, Buenos Aires, provincias como Rosario, Córdoba, San Juan, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y en noviembre del año pasado hicieron una gira por México que duró 10 días y tocaron en 7 estados.

Ha grabado con otros músicos azuleños y tiene discos solistas. Actualmente se encuentra trabajando en un nuevo proyecto que dará que hablar. No solo que toca varios instrumentos musicales sino que ha grabado violines y "estuve cerca de construir flautas". Habla de su familia en Azul y destaca el gran aporte que hicieron su mamá y su papá en su crecimiento profesional. Es el azuleño destacado de este miércoles.

"Quería ser músico"

-¿A qué edad te fuiste de Azul y qué sueños te llevaste en la valija?

-Después de haber terminado de cursar la escuela secundaria en calle Colón y avenida Mitre, Escuela de Educación Técnica "Vicente Pereda" Nº 2, decidí irme a estudiar a Mar del Plata la carrera de Ingeniería Electrónica con el sueño de poder construir artefactos electrónicos relacionados con la música. El cual era un sueño camuflado, porque lo que en realidad quería ser músico. Es decir poder vivir de la música. Yo venía tocando la guitarra desde los 13 años. Para el momento en que me fui de Azul tenía 19 años, ya venía tocando y hasta era una fuente de ingreso ya que toqué varios años en bailantas con grupos tropicales o de cumbia como se los conoce. Así que me fui a Mar del Plata, allí estaba mi hermana Vanesa terminando la carrera de Licenciada en Biología y fue un desapego muy grande que tuve en aquella época, no solo de mi hogar, mi barrio, el grupo de amigos, también la guitarra estuvo en un rincón o en el ropero como dice el tango. Esa etapa duró medio año. Di el curso de ingreso y los exámenes para ingeniería y entré. Cursé las materias del primer cuatrimestre y rendí finales pero había algo que me seguía tirando y era la música. Así que me enteré que en Mardel había un conservatorio de Música, el "Luis Guianneo" y allí fui, me inscribí y entre en Guitarra y en Violín. Me acuerdo que llamé a mi viejo desde un teléfono público y le dije... "pa, no quiero ser ingeniero, quiero ser músico"... para lo cual él respondió con una frase que me quedaría marcada para siempre: "Hace lo que te haga feliz".

-Cómo se fue dando todo este proceso para que actualmente estén en La Plata y viviendo de lo que te gusta: la música?

-En el conservatorio "Luis Gianneo" de Mar del Plata comenzaron mis estudios formales en música. Ya que antes había estudiado guitarra con profes particulares como Samuel Rodríguez que daba clases en un local de la entonces "Galería Alsina" en calle San Martín y con Guille Robledo en su casa. Con el "Chugo" D'onofrio en Olavarría, que me llevaba mi viejo y también de forma autodidacta. Después de estar unos años en Mardel, hasta el 2005, sentí que tenía ganas de mudarme a otra ciudad, y decidí seguir estudiando en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA). Me fui a vivir a La Plata y de ahí me tomaba el tren hasta Avellaneda para cursar en la EMPA. Eso fue durante todo el 2006.

Al año siguiente las clases no se reanudaron por un paro indeterminado de la escuela que duraría un año más o menos. Volví a Azul, a la casa de mis viejos. Seguí cursando en Avellaneda ya que algunos profes seguían dando clases igual. Me tomaba el tren de Azul a Constitución junto con un amigo, Emma Claudel que también cursaba en la misma escuela. Estuve un año así, entre medio comencé a dar clases de guitarra y me reencontré con amigos. Toqué en una banda llamada Sur, integrada por Julio Caputo (voz y bajo), Federico Torrens (teclados), Diego Pourté en batería, y yo en guitarra eléctrica. Recorrimos varios escenarios de Azul y la zona. A la par seguía tocando en bailantas con un músico de Las Flores llamado Rodrigo Gastón. Grabamos varios discos y tocábamos casi todos los fines de semana por muchos pueblos y ciudades de nuestra Provincia de Buenos Aires. A principio del 2008 junto con mi inquebrantable amigo Julito nos vinimos a La Plata a seguir en busca de nuestros sueños aliados a la música. Me inscribí en el conservatorio de Música "Gilardo Gilardi" en el cual me recibí de Profesor en Música.

-¿Cuándo te fuiste hubo quieren te tendieron una mano o te fuiste abriendo camino solo?

-En el camino siempre hubo aliados, amigos que tienen sueños en común, con respecto a la música y a la forma de vida que uno quiere ya sea en el ámbito personal como familiar, hoy viéndolo desde mi rol como padre, como amigo, como pareja. Pero hubo dos personas que me apoyaron desde siempre y fueron mi mamá y mi papá, soy un afortunado. Me ayudaron a que tomara vuelo. Y después amigos, por ejemplo es el caso de Sebastián Zasali, músico azuleño, pianista y bandoneonista que actualmente vive en Dock Sud (Buenos Aires) con quien cursamos gran parte de la secundaria y compartimos escenarios en mismas agrupaciones. Cuando me viene a La Plata por segunda vez él me hizo el aguante en su casa que compartía con otro gran amigo y guitarrista, Aldo Vallejos, en una casa de calle 115 y 65, barrio "El Mondongo" viví 2 meses hasta que me fui a vivir a un localcito que pagaba muy barato.

Aldo me había hecho entrar a trabajar de Mozo al Bar de sus hermanos "La Mulata". Ahí laburé unos meses hasta que empecé a dar clases particulares de guitarra.

-¿Qué estás haciendo actualmente?

-Una vez que tenía cursada más de la mitad del profesorado de música me inscribí en Dirección General de Escuelas y entré a trabajar en el jardín de infantes "909" de Ensenada. A la par seguía tocando música. Por aquellos años, 2010, conocí a Julián Ibarrolaza. Lo conocí cursando juntos en el Conservatorio Gilardi, hablábamos de música, de todo un poco, pero fue después de dos años que lo conocía que me dijo que él tocaba en una banda llamada "Embajada Boliviana" para lo cual mi sorpresa fue tal que le dije "pero Boluuu!! yo tenia un casette de ustedes en casa allá por el año 2000 y lo re escuchaba!!!".. fue así que él me invitó a tocar, a grabar y así nació una gran amistad y se abrió un camino con la música, el cual seguimos transitando.

Desde el año 2014 formo parte de E.B., hemos tocado en varios escenarios de La plata, Buenos Aires, tocamos en otras provincias como Rosario, Córdoba, San Juan, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y en noviembre del año pasado fuimos a hacer una gira a México. que duró 10 días y tocamos en 7 lugares de diferentes estados. ¡Muy linda experiencia!.

¿Recordás algún trabajo con más cariño que otro o que te haya abierto más puertas?

-Grabé discos con Rodrigo Gastón, Julio Caputo, Julián Ibarrolaza, Embajada Boliviana y mis discos solistas. Actualmente me encuentro grabando mi próximo disco y produciendo para otros artistas. Hay un disco nuevo de Julián que ya se publicaron 3 canciones en youtube en las cuales estuve involucrado en la producción musical, grabando guitarras, bajo, batería vst y sintes. Todo en mi estudio hogareño, gran herramienta de estos tiempos. Un instrumento más. Todos los laburos los recuerdo con cariño y todos me dejaron alguna enseñanza, en el ámbito musical tuve la posibilidad de viajar, conocer gente, que me conocieran por lo que hago.

"Azul es mi nido"

-¿Qué es Azul para vos?

-Azul es mi nido, cuando piso Azul siento una tranquilidad muy grande. Estoy cerca de mi familia, mi mama, hermano, hermanas, aunque una de ellas está viviendo en Francia. Mis tíos y tías están en Azul, mi abuelo que vivió hasta los 101 años, falleció el febrero pasado, el Abu Armando. Ahora como padre me gusta ir a Azul a que mi hija Alfon se reencuentre a jugar con sus primos y primas salir a pasear por el Parque, Balneario, la plaza San Martín, La Costanera.

-¿Venis con frecuencia?

-A Azul vamos cada tres meses como mucho, ahora con el asunto de la Pandemia no vamos desde febrero. Salvo cuando vamos de vacaciones y nos quedamos una o dos semanas, en el año vamos un finde, o sea dos o tres días, así que a veces casi ni salimos del entorno familiar.

-¿Que generó la pandemia en vos?

-La pandemia nos encerró más, surgieron laburos de producción musical y comencé a grabar mi próximo disco, en realidad lo retomé porque estaba en reposo, o remojo, y siguiendo con la metáfora con la cuarentena comenzó a germinar (risas). Así que si, fue bastante creativo el asunto, y creo que esto nos obligó a serlo a muchos de nosotres, para poder salir del pozo y poder ver la luz.

-¿Conocés la movida cultural en Azul (fuera de la pandemia), qué opinás al respecto?

-Conozco la movida de Azul, sigo lo que pasa por allí, tengo amigos que tienen bandas o están en alguna movida cultural. Creo que los lugares, espacios de contención de aquellas propuestas artísticas son muy importantes para el desarrollo. Que hay que cuidar esos espacios, desde el municipio y la gente también. Apoyándolos, ir a ver, salir, bancar.

-¿Te gustaría volver a Azul definitivamente?, ¿con qué proyecto?

- Siempre tengo en algún lugar de mi cabeza volver, de hecho he vuelto y me ido nuevamente, siempre estoy volviendo, me gustaría ir a tocar allá, la última vez fue el año pasado con Embajada Boliviana en el bar Oktubre. Solista toque en La Criba año 2016 y luego en Azul rock. Los años pasan y me gusta ir por la vida, como que todo está por pasar, la vida siempre nos sorprende y uno nunca sabe qué puede pasar.

Si llegaste hasta acá es porque buscás historias locales, ayudanos a seguir contándotelas. SUMATE A EN|COMUNIDAD.