2 de julio de 2023
Durante esos años, la disciplina de los puños contó con mucha popularidad, producto de los hermanos Peraltas y otros colegas de la ciudad, quienes se convirtieron en grandes protagonistas.
Por Juan José Zurro - Especial para EL TIEMPO
Durante la década del '60 se vivieron momentos grandiosos dentro del boxeo argentino. El deporte de los puños vivía momentos de gloria. Su popularidad crecía año tras año, y las figuras de renombre nacional empezaron a viajar al exterior para demostrar y medir jerarquía.
En la década anterior, Pascual Pérez se había consagrado como el primer argentino campeón del mundo. Por entonces eran muchos los argentinos que probaron suerte afuera. Desde Gatica, pasando por Lausse, Merentino, Thompson, hasta el mismo "Goyo" Peralta. Mientras que "Ringo" Bonavena, por cuestiones de suspensión, tuvo que arrancar su carrera en Estados Unidos.
Lo que denotaba una clara jerarquización del boxeo nacional se vio reflejado por dos valiosas cuestiones que, de alguna manera, beneficiaron al boxeo azuleño. La primera era la impronta del Luna Park como la plaza más importante del boxeo sudamericano. Y como segunda, que el Luna no solo era una vidriera notable para mostrarse a nivel nacional e internacional, sino que también tenía un gimnasio con todos los elementos y lo más fundamental: una gran cantidad de maestros que formaban hombres en boxeadores y viceversa. Todo esto estaba acompañado por una de las figuras clave en la historia del boxeo argentino: "Tito" Lectoure, quien fue dueño del Luna Park y a su vez mánager, consejero y hasta rincón de muchos futuros campeones del mundo.
Las improntas de este escenario y de sus maestros están relacionadas con el boxeo en Azul porque todos los boxeadores del interior del país iban sumando presentaciones y victorias para llegar a los estadios más importantes y después terminar en el Luna, donde las veladas eran los miércoles y los sábados. Por aquel entonces, el boxeador azuleño primero se destacaba en la ciudad y luego en la zona. Se enfrentaba a créditos de Mar del Plata en el mítico estadio Bristol y luego aterrizaba en el Luna. Los contactos del Luna Park con el boxeo azuleño se vieron reflejados primero en Defensores de Barracas, con Giorgi y Lescano, y luego en los dirigentes de Alumni Azuleño, Héctor Mandagarán, Alfredo Delbonis, Mauricio Ponthot y la eterna presencia del entrenador Octavio Andrada, con "Tito" Lectoure.
La importancia de los maestros del Luna radica en que, una vez consumado el nivel de "Goyo" Peralta, son los hermanos Porzio los que toman la posta del manejo de la esquina de este boxeador. Si bien Octavio estuvo en muchas peleas, gran parte de la campaña de Peralta estuvo acompañada por Alfredo Porzio, junto con Héctor Nesci.
La preparación de Peralta por aquellos años se dividía en dos. Media semana en Azul y media semana en Capital Federal. Así, Porzio y compañía vieron a los demás créditos azuleños: primero a Avenamar Peralta, el hermano de "Goyo", después, Armando Gigena, y más tarde, Adolfo Cejas, cerrando el grupo de los más destacados boxeadores azuleños con las apariciones de Carlos Pouyannes y Antonio Oliveto en el profesionalismo a finales de la década del 70.
Los mejores tiempos para el arte de los puños en Azul
Néstor y Alberto Peralta también fueron boxeadores. Sus historias boxísticas se cruzan en el Luna Park. Durante los meses de agosto y septiembre de 1968, "Tito" Lectoure organizó en el histórico estadio dos festivales con los hermanos Peralta como protagonistas. El primero fue el 10 de agosto y se denominó "La noche de los Peralta". En primera instancia subió al ring Néstor, quien batió a Fructuoso Vázquez. Luego Avenamar se lució ante el ítalo-brasileño Renato de Moraes, y por último "Goyo" le ganó a Miguel Páez.
El segundo festival que quiso incluir a todos los Peralta sucedió el 14 de septiembre. Estaban anunciados Alberto, Néstor, Avenamar y "Goyo". Alberto, por una lesión en la mano, no peleó. Néstor perdió por nocaut frente a Oscar Wondrick. Avenamar triunfó ante Santos Giménez, y "Goyo" le ganó al norteamericano Dick Hall.
Las carreras de Alberto y Néstor siguieron después de estas grandes jornadas en un Luna Park colmado de espectadores. Alberto, el menor de los hermanos, se presentó en Olavarría, en Tandil y en Azul, y triunfó en la mayoría de sus presentaciones. En junio de 1969, en una doble jornada en Tandil, se presentó con el equipo de Octavio Andrada y nueve de sus boxeadores. Así, el viernes 6 pelearon en el club Unión y Progreso de la ciudad serrana, Alberto, Carlos Jauregui, Juan Carlos Castagno, Carlos Batilana y Omar Andrada. Luego, el sábado 7, en el Club Santamarina, el suarense Héctor Galván debutó como profesional, y también boxearon Héctor Cejas, Roberto Coria y Juan Ponce.
Néstor Peralta debutó profesionalmente el sábado 28 de marzo de 1964 en el estadio Bristol, de Mar del Plata. En aquella jornada le ganó por nocaut al bahiense Rubén Fernández, en un combate de semifondo en la categoría mediano. Este pugilista realizó grandes peleas como profesional, como cuando en enero de 1969, en el Club Atenas, de La Plata, noqueó al porteño Luis Monzón.
Ambos hermanos dejaron una huella importante en los gimnasios de Azul. Tanto Alumni como La Cotay fueron reductos donde Alberto y Néstor compartieron entrenamientos con aquellos boxeadores azuleños que compitieron durante la segunda mitad de la década del '60 y principios de los años '70.
Por otra parte, según las noticias locales de la época, las instalaciones de Defensores de Barracas y Alumni azuleño quedaron chicas para semejante camada de boxeadores. Las presentaciones de "Goyo" Peralta en Barracas eran un éxito, y quedaban cientos de personas afuera en la esquina de San Martín y Castellar, ya que no cabía un solo alfiler más.
Lo mismo pasó con Alumni Azuleño. Si bien el gimnasio del club era mucho más espacioso, la popularidad de "Goyo", Avenamar, Gigena y Cejas hizo que se realizaran festivales en dichos clubes con récord de recaudación.
La práctica del boxeo en Alumni, según las actas anuales de dicha institución, contaba en 1967 con más de 35 boxeadores, entre amateurs y profesionales. La cantidad de festivales por aquellos años promediaron de 13 al año, y los más destacados púgiles eran Ramón Albisini, Carlos Pouyannes, Omar Domínguez, Miguel Alonso y Nazario Peralta, todos bajo las órdenes del legendario Octavio Andrada.
En tanto que la pelea entre Gregorio "Goyo" Peralta y Héctor Wilson que se llevó a cabo el 16 de agosto de 1960 fue el inicio de una gran etapa en el gimnasio de Alumni. Fue el punto de partida para una época de grandes festivales. Noches que han quedado grabadas en la memoria de muchos vecinos que presenciaron veladas de grandes nombres y, sobre todo, de azuleños que boxeaban en el primer nivel.
Durante esta década se vieron créditos locales que gozaron también de mucha popularidad. Tal es el caso de Moyano, quien se destacó con muy buenas actuaciones en Azul y en la zona. Carlos Jauregui tuvo una destacada trayectoria en el boxeo azuleño. Siempre dando un gran espectáculo con su boxeo agresivo, sumó muchas victorias y dejó todo sobre el ring. Jauregui, también, fue un destacado dirigente del boxeo azuleño. Omar Domínguez, formidable peso gallo, hizo gala de su buen boxeo en un torneo amateur de Novicios, representando a Tandil junto a Jauregui y a Miguel Alonso, entre otros. Esto fue en 1968.
En aquella época muchos azuleños seguían las actuaciones de los boxeadores. Esto era motivo de charlas y encuentros en diferentes peñas de amigos. Azul vivía una época dorada con aquellos boxeadores y tantos festivales no solo en la ciudad, sino en la zona y hasta en el Luna Park, lo que derivaba en viajes y posteriores encuentros de agasajos.
La participación en los clubes también era importante. La vida social pasaba por estas instituciones, donde cada uno se acercaba para participar, apoyar y ayudar, como presidente, vocal o tesorero, en el desarrollo del boxeo azuleño.
Los artículos periodísticos de la época y las actas de los distintos clubes así reflejan los apellidos que promovieron al boxeo y ayudaron a que este deporte estuviera al alcance de quienes deseaban verlo en los muchos festivales organizados, pero también para quienes deseaban aprender a boxear y ser como sus ídolos.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
La banda roja revirtió el resultado adverso y se impuso a Vélez Sarsfield por 2 a 1, en el cotejo que, terminó con incidentes, correspondiente al inicio del Apertura de la máxima categoría de la Liga de Fútbol de Azul.
16 de marzo de 2025
16 de marzo de 2025
16 de marzo de 2025
La azuleña de 43 años es una apasionada por los animales y convive con 15 perros en su hogar. Su amor por ellos la lleva a rescatarlos tanto en Azul como en los lugares que visita por trabajo.
16 de marzo de 2025
16 de marzo de 2025