Por Sandra Weimer (*)

El Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS Nº 451) tiene su sede en la Ep Nº 17 y secciones fuera de sede en EP Nº 21, EP Nº14 y ES Nº 3. Todas nuestras secciones funcionan en el horario de 18 a 22 horas de lunes a viernes, su directora es la Sra. Ana María Pantaleón y su secretaria la Sra. Liliana Draghi. El CENS (lo digo con orgullo), se caracteriza por garantizar el derecho a la educación a lo largo de toda la vida, igualdad, inclusión, calidad y justicia social respetando la heterogeneidad del alumnado. Yo soy preceptora de las divisiones que funcionan en EP 14, en donde está terminado sus estudios María Adriana Huaiquimilla, justo este año en el contexto de ASPO. Es una historia un tanto larga y emotiva que intentaré resumir dejando en claro que "nunca es tarde para cumplir una meta", ella a sus 74 años hoy luce orgullosa su traje de promoción después de haber pasado muchos obstáculos.

De nacionalidad chilena, llegó a Argentina muy joven ya con un bebé en brazos y su marido Rolando. Vivieron en varias ciudades del país hasta que se asentaron en Azul lugar en donde criaron a sus 7 hijos y pudo tener su ansiada casa propia.

En la Escuela Primaria Nº 14 también funciona la Escuela Primaria de Adultos (EPA Nº702) y aquí fue donde conocimos a María y Rolando. En el año 2015 llegaron a la escuela, una tarde de febrero de mucho calor y muy tímidos pidieron hablar con algún maestro, fueron recibidos por el Profesor de primaria Facundo Acosta y le contaron que querían terminar la primaria, entonces ella tenía 68 años y el 71, maría alfabetizada y Rolando no. Su asistencia desde entonces fue perfecta, con Rolando el primer año trabajaron Alfabetización inicial y con ella profundizaron la lectura y la escritura básicamente ya que la intención de María era terminar de escribir un libro "la historia de su vida", además obviamente de trabajar otras áreas como matemáticas.

Esos dos primeros años estuvieron acompañados por Facundo a quien Rolando describía como un "Padre más joven que el" dadas todas las herramientas, paciencia y compromiso que les dedicó para lograr su propósito de continuar estudiando cuando ya sus hijos eran grandes, habían estudiado y tenían sus trabajos. El último año lo hicieron con la nueva maestra de adultos Analía Rubare con quien también tuvieron un vínculo hermoso. A finales del 2017 ambos terminaron sus estudios primarios y María terminó su libro. En el año 2018 Rolando decidió no seguir el secundario pero María si con nosotros en CENS, yo si bien los conocía por ir todos los días a la misma escuela no tenía el mismo vinculo que ya tenían con sus maestros, pero a lo largo de estos años logré conocer la excelente mujer que es, la fortaleza y empeño que tiene.

Lamentablemente Rolando quien la llevaba y buscaba todos los días de la escuela falleció este año, pero está mujer como lo dije anteriormente tiene una fortaleza de hierro y continúo su último año de secundaria. Aunque, justo este año tuvimos que reinventar la escuela como todas para dar efectiva continuidad a las trayectorias educativas de los alumnos y ella se adaptó a todo! A la nube de drive, a los mails, los WhatsApp e incluso, lo cuento como anécdota, enseñándole a sus compañeros como utilizar el zoom.

Lo que parecía un desafío (imagínense tener en el mismo aula a un alumno de 18 años, pasando por todas las edades hasta María de entonces 72 años) se convirtió en una experiencia hermosa tanto para los docentes, como para sus compañeros y para toda nuestra comunidad educativa. De ella, los más jóvenes aprenden que nunca es tarde para cumplir un sueño (que parecía tan lejano en su juventud en Chile, donde no tenía posibilidad de estudiar porque además de vivir en el campo, debía cuidar a sus hermanos y ocuparse de los mandados yendo caminando al "pueblo" y más tarde criando a sus hijos) pero el momento se dio y aquí está totalmente adaptada a la tecnología, llevando al día todos los trabajos de todas las materias, y muy agradecida con sus pares, hermosas personas que también la ayudan cuando algo le cuesta un poco. Siempre sonriente, algo callada y muy compañera. Este año recibiría la medalla por Asistencia Perfecta.

Aquí hago un paréntesis porque si bien María es la alumna de más edad que tenemos "la madre de la escuela" nuestra institución es muy diversa pero se ocupa de cada una de las particularidades, a lo largo de este año tan peculiar nuestro equipo realizó artilugios de todo tipo para que la gran mayoría del alumnado pueda completar el ciclo lectivo, los profesores que han puesto el alma en cada estudiante, mis compañeros preceptores Daniela Gómez, Gervasio Mentasty, Claudia Pedernera y Juana Dieguez, quienes son el nexo, conocen a cada estudiante, cada problema y les dan solución. Nos queda aún un gran trabajo por delante pero en equipo todo se puede.

(*) Profesora

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