Detenido desde febrero pasado por un caso de abuso sexual donde como víctima figura una adolescente que es menor de edad, los jueces de la Cámara Penal de Azul confirmaron la prisión preventiva para el azuleño encausado, informaron a EL TIEMPO voceros judiciales.

En la Alzada departamental la medida cautelar fue ratificada por sus actuales integrantes: los magistrados Carlos Pagliere (h) y Damián Cini.

Lo ordenado en esta segunda instancia se tradujo en la emisión de una resolución que data del jueves de la semana anterior, a través de la cual fue rechazado "por improcedente" el recurso de apelación en favor del presunto abusador que formulara su defensora Particular María Fernanda Giménez.

En aquella presentación, por diferentes motivos la abogada solicitaba la revocación de la medida de coerción que actualmente lo tiene al joven en una unidad penal.

Pero los jueces rechazaron esa solicitud y, en consecuencia, ratificaron la vigencia de la prisión preventiva del azuleño imputado, llamado Francisco Tomás Labaroni y de 22 años de edad.

En el marco de la instrucción -ya concluida- de esta causa penal, que llevara adelante desde la UFI 6 la fiscal Karina Gennuso, el joven había quedado detenido el pasado 5 de febrero, luego de que se presentara en la DDI Azul tras enterarse de que existía una orden de captura para él.

El arresto del encausado había sido dispuesto por Magdalena Forbes, la magistrada a cargo del Juzgado de Garantías 1, quien tiempo después también le dictó la prisión preventiva que ahora ha sido ratificada desde el máximo Tribunal de Alzada departamental.

El azuleño que está preso continúa siendo considerado autor de un abuso sexual con acceso carnal, delito por el que -una vez detenido- se había negado a declarar cuando fuera indagado por la Fiscal que llevó adelante esta Investigación Penal Preparatoria.El episodio delictivo que le atribuyen en carácter de autor, de acuerdo con lo investigado, había ocurrido en octubre de 2019 en un inmueble de Azul donde se estaba llevando a cabo una "previa".

Como víctima figura una adolescente menor de edad que en ese entonces tenía 14 años. Según declarara, en ocasión de que en sede judicial le había sido tomado un testimonio a través de la Cámara Gesell, fue violada por el joven que sigue en la cárcel, a la espera del juicio al que deberá ser sometido.

"El día 20 de octubre de 2019, siendo aproximadamente las 5.30 horas", fue situado como sucedido este hecho.

La habitación de un inmueble de esta ciudad que habitualmente era utilizado como depósito, cuando en ese entonces "se estaba desarrollando una reunión entre un grupo de jóvenes", había sido donde -de acuerdo con las pruebas reunidas por la Acusación- la menor fue violada por el imputado.

Sobre las características que tuvo aquel hecho, en las actuaciones penales se mencionaba que Labaroni accedió carnalmente a la menor "contra su voluntad expresa" y "aprovechando su superioridad física".

Posteriormente a sucedido el hecho, la madre de la chica se convirtió en la denunciante de este caso de abuso sexual por el que, ante una eventual condena, al imputado podría serle dictada una pena que va desde los seis a los quince años de prisión.

Una medida cautelarque quedó confirmada

La elevación a juicio de esta causa ya fue ordenada por la magistrada a cargo de Garantías 1. Y de acuerdo con lo informado ayer por fuentes judiciales, lo dispuesto por la jueza Magdalena Forbes, al igual que sucediera con la prisión preventiva para el encausado, ha sido recurrido desde la Defensa ante la Cámara Penal departamental.

Teniendo en cuenta esa circunstancia, en el escrito presentado ante la Alzada departamental para que a su defendido le fuera revocada la prisión preventiva su abogada sostenía que, al haber sido ya formulada la requisitoria de la elevación a juicio de la causa, el joven no representaba peligro procesal alguno en libertad.

En cuanto a la revocación de la medida de coerción, la Defensora Particular la sustentaba en diferentes cuestiones que, finalmente, no prosperaron en esta segunda instancia.

Al respecto, Giménez señalaba que no estaba acreditada la autoría de su cliente en este caso de abuso sexual. Tampoco, el hecho que le están imputando al joven y por el que sigue preso.

Citando la versión de un testigo, afirmaba que las relaciones sexuales que el acusado y la presunta víctima mantuvieron fueron "consentidas", indicando además que la prisión preventiva para su cliente había sido dictada en primera instancia a través de "indicios" que no podían "fundar una conclusión cierta sobre los hechos".

El intento de impugnar la medida de coerción del joven implicaba que también fuera cuestionada la calificación del hecho, "dado que no existe evidencia física compatible con abuso sexual", sostenía en ese recurso ante la Alzada que finalmente no prosperó la abogada.

Desde la Cámara Penal se sostuvo, tal como ya se ha señalado en ocasiones anteriores, que el solo testimonio de quien figura como víctima -la llamada "validez de un testigo único"- puede servir para tener por acreditado un hecho ilícito.

En ese contexto fue ubicado lo dicho por la menor que figura como víctima. Una declaración considerada en esta segunda instancia "provista de una serie de detalles que permiten otorgarle plena credibilidad".

"Explicó claramente en qué consistió el abuso sufrido, dando detalles respecto al lugar donde sucedieron los hechos, las circunstancias en que el mismo ocurrió y quién fue el perpetrador del ataque", señaló en lo resuelto el camarista Pagliere (h), quien en primer término votó en este fallo.

Esa versión, a su vez, se corroboraba con la denuncia que la madre de la adolescente formulara, dando inicio en ese entonces a la instrucción de este sumario penal que en primera instancia ya ha sido elevado a juicio.

Además, fueron valoradas desde la Cámara Penal, para ratificar la existencia de lo sucedido y la autoría del imputado en este caso de abuso sexual, las declaraciones de amigas de la víctima que habían ido con ella a la "previa".

Considerando también los resultados de pericias psiquiátricas y psicológicas al presunto abusador y a la menor que figura como víctima, los jueces Pagliere (h) y Cini concluyeron que todas estas pruebas, valoradas de manera conjunta, conformaban "un plexo probatorio que tiene entidad para acreditar la existencia del hecho material imputado, así como la autoría que se atribuye al encausado con el grado de probabilidad que la medida de coerción exige". Aspectos que, a modo de conclusión, se tradujeron en esta segunda instancia en la confirmación de la prisión preventiva para el imputado.

En otro tramo de lo dispuesto, en respuesta a uno de los planteos formulados, se mencionó: "Debe desecharse el argumento de la Defensa en cuanto a que en el caso no existen peligros procesales dado que su defendido permaneció un largo tiempo en libertad luego de conocer que había sido denunciado por la víctima y que concurrió voluntariamente a la DDI donde finalmente fue detenido, lo que acredita que resulta posible continuar con el trámite de la causa con el imputado en libertad".

"Es que, el comportamiento de Labaroni en los albores del proceso encuentra justificación en que las posibles consecuencias que la causa seguida en su contra podría acarrearle -concretamente la posibilidad de imposición de una pena- se presenta para el causante como algo lejano y eventual. Sin embargo, ahora es dable presumir que diferente ha de ser su actitud cuando por el avance de la investigación se lo detiene, se le imputa ya concretamente un delito, se le hacen saber las pruebas en su contra, y ello le permite avizorar que ante él se cierne ahora, con mayores probabilidades que antes, la amenaza de una pena de prisión de magnitud", se indicó desde la Alzada departamental.

EL DATO: El joven acusado de este caso de abuso sexual continúa alojado en la Unidad 7, la cárcel del SPB con asiento en Azul.

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