Luego de que no prosperara un recurso de apelación que había presentado el abogado defensor de uno de los encausados, la Cámara Penal confirmó la elevación a juicio del sumario que tiene a dos jóvenes presos por el brutal asesinato de una docente jubilada, crimen que durante un robo sucediera en Azul en enero del año pasado.

La decisión lleva las firmas de Damián Cini y Carlos Pagliere (h), los actuales miembros del máximo Tribunal de Alzada departamental, según lo informado a EL TIEMPO.

Ambos magistrados habían rechazado de manera unánime por "improcedente" el recurso formulado por el Defensor Particular de uno de los acusados, en busca de la imputación para su cliente de un delito menos gravoso al que actualmente, en una unidad penal de la zona, lo tiene privado de la libertad por este hecho.

Tal lo que ya ha venido siendo informado desde las páginas de este diario, los imputados por este crimen se llaman Gabriel Ignacio Magariño, un azuleño de 21 años; y Facundo Emiliano López (23), que es oriundo de Ensenada.

Cuando en febrero pasado Juan José Suárez -el titular del Juzgado de Garantías 3- ordenó la elevación a juicio de esta causa penal, esa decisión que ahora fue ratificada desde la Alzada departamental implicó que ambos jóvenes continuaran siendo considerados coautores de un homicidio criminis causa, delito que a modo de condena contempla como pena la "prisión perpetua".

Luciano Di Pietro, el abogado del azuleño acusado, sobre la base de lo que su cliente declarara tiempo atrás pedía ese cambio de calificación que en esta segunda instancia tampoco prosperó, tras el aval desde la Cámara Penal para confirmar la elevación a juicio de esta causa.

"Los elementos de convicción colectados son suficientes para acreditar -con el grado de probabilidad exigido en esta etapa- tanto la ocurrencia del hecho endilgado, la autoría penalmente responsable del causante Gabriel Ignacio Magariño, así como la calificación legal sustentada", escribió el camarista Cini en uno de los párrafos de esta resolución.

"Yendo al caso, encuentro que la situación de Magariño no ha variado sustancialmente después del dictado de la prisión preventiva, la que fuera confirmada por esta Alzada", agregó el actual vicepresidente de la Cámara Penal con sede en el tercer piso del Palacio de Justicia de Azul.

Un plan para un terrible asesinato

De lo que fuera la investigación de esta causa, que ahora se confirmó que se convertirá en materia de un futuro debate, surgió que ambos jóvenes idearon un plan para llevar a cabo aquel brutal crimen.

La víctima del hecho había sido una docente jubilada que tenía 81 años y se llamaba Celia Edelma Wagner.

La mujer vivía sola en una casa ubicada en Burgos entre Neuquén y Chubut de esta ciudad cuando sus vecinos la hallaron sin vida al día siguiente de que fuera asesinada.

Su muerte implicó que recibiera un fuerte golpe en la cabeza, que le había sido aplicado con un fierro cuando los encausados ingresaron a su vivienda con fines de robo, situación sucedida después del mediodía del 18 de enero de 2020.

Según lo investigado, la víctima conocía al azuleño acusado, teniendo en cuenta que con anterioridad ese joven le había hecho a ella diferentes tareas.

De esa manera, cuando junto con López fueron a su casa, la docente jubilada dejó ingresar a ambos sin sospechar en absoluto que instantes más tarde sería asesinada de un golpe. Un homicidio que, de acuerdo con lo investigado, fue cometido por sus autores para asegurar la impunidad de aquel robo que la víctima también sufriera.

El registro de una cámara de seguridad instalada en una vivienda cercana a esa otra donde vivía la mujer se convirtió en una de las pruebas fundamentales para detener a los dos imputados.

Aquel ya referido 18 de enero del año pasado, por medio de esa filmación Magariño y López fueron observados llegando al domicilio de la víctima en un auto en el que, instantes más tarde, cargaron diferentes pertenencias robadas a Wagner luego de ser asesinada.

Versión que ahora tampoco prosperó

Tras los elementos de prueba reunidos cuando las detenciones de los acusados fueron convertidas en prisiones preventivas, luego se incorporó a esa causa -cuya instrucción ya está concluida- la declaración de Magariño. Los dichos a través de los cuales, en esta segunda instancia, su abogado defensor pretendía un cambio de calificación del sumario penal. Concretamente, a delitos menos gravosos si se los compara con el ilícito que actualmente le siguen atribuyendo en carácter de coautor a su cliente.

Sobre la base de esa versión, en el fallo de la Cámara Penal se señala que el azuleño "reconoce haber planeado un robo, atribuyéndola la muerte de la víctima a López y expresando que no sospechó que éste iba a perpetrar un homicidio".

"En este punto corresponde afirmar que los dichos de Magariño, cotejados con los profusos y contundentes elementos de convicción antes reseñados, no logran conmover lo resuelto al momento de confirmar la medida cautelar dictada oportunamente. Ni menos aún generar un estado de duda insuperable al momento del debate sobre los extremos en cuestión", escribió el camarista Cini en lo dispuesto.

Después, a modo de presunción, agregó: "No puede pasarse por alto que la víctima conocía a Magariño", algo que "podía ciertamente orientar la pesquisa hacia éste" tal como finalmente sucedió, "lo que -junto a los indicios antes valorados- torna probable que ello habría originado en los causantes la finalidad de darle muerte".

En esa situación donde el azuleño encausado sigue siendo considerado coautor de este homicidio criminis causa, desde la Cámara Penal se destacó su conducta una vez que la docente jubilada fuera asesinada, "consistente en continuar arrebatándole objetos de valor como el teléfono que la misma llevaba consigo, circunstancia que no encuentra concordancia con el estado de shock que la agresión le provocó, según sus dichos".

"Por el contrario, Magariño siguió con la sustracción de elementos, al punto que se retiraron juntos del lugar con su compañero -López, el otro acusado-, habiendo cargado los efectos sustraídos en el auto que éste conducía, para posteriormente tratar de vender las alhajas propiedad de la Sra. Wagner, contactándose con un vendedor de joyas".

"Estas actitudes del encartado -concluyó el magistrado Cini- me llevan a presumir, con la probabilidad exigida para la elevación de las actuaciones a juicio, que la muerte de la Sra. Wagner fue ocasionada por los coimputados, con la finalidad de consumar el robo, asegurar su resultado y procurar su impunidad".

EL DATO

Con relación a López, el otro acusado, desde la Cámara Penal fue rechazado un recurso de apelación en su favor, el cual -según lo señalado-había sido "mal concedido". En su caso, se mencionó en este fallo, "el decreto que ordena la elevación de la causa no resulta impugnable por vía de apelación, por cuanto la ley sólo habilita el recurso para quien dedujo la oposición". Algo que con ese imputado no había sucedido cuando en primera instancia el titular del Juzgado de Garantías 3 dispuso, hace dos meses, la elevación a debate de este sumario penal.

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