Por Laura Méndez de la Redacción del EL TIEMPO

Todos sufrimos el encierro durante el año pasado, pero una vez que, gradualmente, pudimos retomar nuestras actividades fue más fácil todo. Durante la cuarentena hubo gente que sufrió hasta de depresión, ya sea que no pudo trabajar, ver a sus seres queridos, entre un sinfín de cuestiones.

Pero hay personas con capacidades diferentes y ante estas situaciones se encontraron totalmente desprotegidas, a veces sin entender -depende del caso- lo que estaba pasando. La supervivencia de ellos debería ser considerada prioridad ya que algunos son de alto riesgo.

Una institución que dedica el trabajo a ellos es "Pinceladas al Corazón" ofreciendo contención desde la enseñanza artística. Está coordinada por Inés Pacheco Gárderes hace 11 años.

La entidad pasó por una importante serie de "tropiezos": se mudaron varias veces, contaron con poco apoyo estatal, nunca cobraron cuota a los asistentes, han llegado a tener más de 50 alumnos; pero continuaron.

El año pasado tuvieron que cerrar sus puertas y en abril de este año lanzarán una campaña solidaria a la que convoca a la comunidad para que se sume. Es una lotería familiar con premios mensuales, el socio debe abonar 200 pesos para jugar.

"Son personas que hay que cuidarlas"

EL TIEMPO dialogó con Pacheco Gárderes quien recordó que "hace un año que tuvimos que cesar las actividades por la pandemia, son personas que hay que cuidarlas".

Es decir, "después de 11 años ininterrumpidos con un esfuerzo sobrehumano ya que solo teníamos el apoyo de una empresa privada -ahora ya no, se frenó todo-, en 11 años contamos con 4 subsidios, pero continuamos. Tuvimos que cerrar el año pasado y ahora queremos reabrirlo con una campaña solidaria".

Cabe señalar que al no tener fondos para comprar los materiales que no son económicos ya que todo lo que es la rama artística ha subido mucho de precio, tampoco les cobran a los alumnos que asisten y no cobran ningún subsidio, Gárderes "encontró" la manera de poder autogestionarse organizando una suerte de lotería aunque ella prefiere llamarlo cartonado.

El lugar donde estaba funcionando "Pinceladas al Corazón" es un local ubicado en la Terminal de ómnibus. Inés mencionó, al respecto, que "tengo que reinventarme porque voy a tener que armar un programa con grupos de trabajo ya que el espacio es chico".

Además la coordinadora contó que ella va a domicilio a dictar clases a sus alumnos en forma individual y también está en el Centro de Jubilados "General Paz".

En definitiva, Pinceladas al corazón retomará sus actividades si la lotería funciona favorablemente para comprar los insumos. "Todo depende de la comunidad", culminó Pacheco Gárderes.

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