En horas de la mañana de ayer, personal de la salud realizó -en el marco del "Día de la Sanidad"- un abrazo simbólico al Hospital Municipal "Dr. Ángel Pintos" y al Materno Infantil "Argentina Diego".

Esta iniciativa se desarrolló en el contexto de una medida nacional para recordar a los trabajadores del sector fallecidos durante la pandemia de Covid-19, para pedir una jubilación anticipada y también tuvo como objetivo exponer la situación de agotamiento que atraviesan debido a la agobiante labor realizada en el contexto actual.

Además, se hizo especial hincapié en la importancia de que la comunidad respete las medidas preventivas destinadas a evitar que siga creciendo el número de contagiados por coronavirus en la ciudad y de esa manera alejar la posibilidad de que el sistema sanitario local sufra un colapso.

"Tenemos miedo de no poder ayudarlos, les rogamos que usen tapabocas y mantengan el distanciamiento. Si nosotros nos enfermamos no va a haber quién los atienda, por eso les rogamos que se cuiden", resaltó Marcela Carluccio, enfermera de la Sala de Emergencias del efector municipal, quien habló en representación de los trabajadores del Hospital Pintos.

"Esto realmente nos devastó en todos los sentidos"

Además, durante una charla mantenida con el programa "Tiempo de Radio" (se emite de lunes a viernes de 9.30 a 11.30 por AM 1320 radio Azul), Carluccio reiteró que lo de ayer no fue una protesta sino una adhesión a una iniciativa de carácter nacional en el marco del Día de la Sanidad.

"Si bien nosotros no tenemos nada que protestar, ya que consideramos que estamos bien en el Hospital Pintos -donde somos considerados como profesionales y contamos con un régimen de seis horas diarias-, nos sumamos a la propuesta por tres motivos; los tres iguales de importantes", señaló la trabajadora de la salud local, para inmediatamente agregar que el primero de estos tres ítems tiene que ver con "recordar a nuestros compañeros fallecidos, que fueron varios; y el segundo en reclamo de una jubilación anticipada por el agotamiento prematuro que estamos viviendo".

"Los empleados de la salud hemos sido golpeados a lo largo de nuestra trayectoria. En 2009, por la epidemia de H1N1 perdimos a algunos compañeros, no tanto como ahora, esto realmente nos devastó en todos los sentidos: psicológico y físico. Es una enfermedad que se desconoce cómo progresa", agregó.

De igual forma Carluccio remarcó que "el tercer motivo es también muy importante: pedirle a la comunidad que nos acompañe, que nos apoye y nos ayude manteniendo los cuidados para que el virus no siga progresando".

"Necesitamos que nos ayuden"

Por otro lado, la enfermera de la Sala de Emergencias del Hospital Pintos apuntó que "nosotros empezamos en enero a prepararnos para esto, a estudiar, a hacer capacitaciones, a ver de qué se trataba, hicimos cursos hasta para aprender a cómo teníamos que vestirnos y desvestirnos. Por eso es que muchos de los compañeros no pudieron gozar de sus vacaciones y no tenemos licencias, razón por la cual realmente estamos agotados. Todos sabemos que el cansancio te baja las defensas y por eso es que estamos doblemente expuestos a contagiarnos: no sólo por el contacto que tenemos con el Covid sino también por nuestro sistema inmune".

"Necesitamos que nos ayuden, ya que de por sí somos pocos y si nos tenemos que aislar va a haber la mitad de personal o menos. Por más que tengamos respiradores o camas, si no hay personal no los vamos a poder ayudar", advirtió la trabajadora de la salud de esta ciudad.

"Somos todos vecinos y vivimos las mismas situaciones"

En otro tramo de la entrevista radial, Carluccio destacó que "entendemos las necesidades de los vecinos, porque Azul es chico y nos conocemos todos y a la gente a la que le hablamos son nuestros vecinos, nuestros familiares, nuestros amigos".

"Nosotros también tenemos las mismas necesidades. Nosotros también extrañamos las peñas de los viernes, y lo entendemos; entendemos que hay una crisis económica devastadora, que mucha gente la está pasando mal; entendemos a los egresados que estuvieron tantos años esperando este momento y que no lo pueden festejar y disfrutar; entendemos a las chicas de 15, con todo el sacrificio que implica celebrar un cumpleaños y que no lo puedan hacer. Entendemos la realidad porque no vivimos en un mundo ajeno, somos todos vecinos y vivimos las mismas situaciones", resaltó.

Sobre el final de la charla Carluccio afirmó que "nos empezamos a preparar en enero para enfrentar esta situación, a esa altura teníamos la ilusión de que el pueblo iba a ser solidario y que iba a predominar el amor; hoy estamos realmente decepcionados".

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