13 de abril de 2023
"La brevedad del cuento se ajusta más a los impulsos de la vida" dijo Anderson Imbert.
Norma, con su prosa poética cautivadora, nos lleva a los mundos de su ficción, nos acompañan un desfile de personajes sobrenaturales, conmovedores; que tienen como ambiente: los mitos, el infinito, el azar, la naturaleza, el tiempo, mundos paralelos, magia, naves espaciales, son algunos de ellos.
En "Cuentos del más acá", dentro de su amplia imaginación, el microcosmos de Norma se presenta como un germen dentro de nuestro mundo cotidiano, alimentado por sus vivencias, por las de otros y por la literatura misma.
Lo fantástico enfocado desde un punto de vista metafísico, presenta la realidad última del hombre. Dentro de un horizonte finito, lo infinito consigue por un instante la consonancia con la esfera limitada del ser humano. La condición misteriosa de los personajes, sus dificultades para vincularse con la vida real, su inesperado final.
Sus criaturas juegan con muchas posibilidades, ser una y otra "...el espacio-tiempo se pliega y en un instante todo ingresa en un pasaje a otra dimensión...".
"El frasco", "Baldosa", "Verde", "Pasaje", "Magia", "Intercambio" son algunos cuentos donde asistimos a la metamorfosis del personaje: "comienzo a marearme, no logro entender que ocurre ni en que lugar estoy".
En el relato "Silencio" dice: "En la pantalla una mujer igual a ella superponía su vida a un personaje abyecto, casi cruel..." la desgarradora vivencia del personaje denuncia un drama actual.
En "Diferente", comienza:"Cada Aldea fue desalojada. Una repetición histórica simiente de destrucción..." mas adelante: "Fueron señalados marcados y vendidos, como Judas con Jesus...pero ellos lograron encontrar el refugio y la tarea se convirtió en esperanza. Los que quedaron escondieron muy bien lo que los hacia diferentes...". Una atmósfera de temor acentúa los golpes más bajos de nuestra sociedad. La autora señala el valor del distinto.
Existe una zona oculta en su narración, con la palabra "oculta" no me refiero a escondites ni a fuentes inaccesibles, sino simplemente a ese lugar del cuento que a veces dentro del conjunto brilla aislado o pasa inadvertido. Sus líneas de visión mágica dejan en alguno de los cuentos el final abierto, en otros un final incierto, muchos interrogantes que compro-meten al lector a involucrarse.
Los relatos aquí reunidos nos permite habitar un mundo con leyes propias o asomarnos a horizontes distintos de la realidad.
Dice la autora en uno de sus cuentos "¿y si todo fuera un juego de piezas olvidadas entre el camino del amor y el odio para que cada uno tome la decisión en el Gran Diseño?".
Como dijo Jorge Luis Borges: "Cabe sospechar que no hay universo en sentido orgánico, Si lo hay, falta conjeturar su propósito: las palabras, las definiciones, las etimologías, del secreto diccionario de Dios".
No es posible permanecer indiferente luego de la lectura de esta nueva obra de Norma Peralta, que se arriesga a enfrentar las respuestas de su mundo interior.
Nélida Delbonis.
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