Detenido hace dos meses por un intento de homicidio sucedido en el Barrio San Martín de Porres, desde la Cámara Penal fue confirmada la prisión preventiva para un joven que figura acusado de haber cometido ese hecho, que implicó que la víctima resultara gravemente herida luego de recibir un escopetazo en su abdomen.

Aquel grave incidente se produjo el pasado 4 de noviembre y ese mismo día derivó en que personal policial arrestara al imputado: un azuleño de 21 años llamado Federico Contreras.

De acuerdo con lo informado a EL TIEMPO, el miércoles de la semana pasada a ese joven le fue confirmada su prisión preventiva como el autor de este hecho, medida ordenada en segunda instancia desde la Cámara Penal departamental con sede en el tercer piso del Palacio de Justicia de Azul.

Homicidio en grado de tentativa y portación ilegal de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal, ambos cometidos "en concurso real de acciones", son los delitos que le siguen atribuyendo en carácter de autor al encausado, que está preso en la Unidad 7, la cárcel de varones del SPB con asiento en esta ciudad.

Desde la Alzada departamental fueron sus actuales integrantes -Carlos Pagliere (h), Damián Cini y Agustín Echevarría- quienes confirmaron la vigencia de la medida de coerción para el imputado.

Los camaristas lo resolvieron tras denegar un recurso de apelación para el cese de la prisión preventiva de Contreras que fuera presentado por la defensora Oficial Adriana Hernández.

Esa funcionaria judicial, entre otros argumentos, afirmaba que no estaba probado que su defendido haya sido el autor de aquel intento de homicidio sucedido hace dos meses y por el que sigue preso. Y señalaba también, en ese recurso que terminó siendo rechazado por "improcedente", que no se había podido comprobar que el joven haya actuado con dolo de matar el día en que ese hecho se produjo. Situación esta última que la Defensora Oficial concluía sobre la base de lo que fue la declaración que brindara Contreras no bien resultara aprehendido y fuera indagado por el fiscal que lleva adelante esta investigación penal: David Carballo, el titular de la UFI 2.

Ante ese funcionario judicial, entre otras cuestiones, el acusado deslizó la posibilidad de que haya sido su hermano menor de edad quien hirió a la víctima con la escopeta, una versión que hasta el momento no es considera creíble.

En contraposición a lo afirmado desde la Defensa del encausado, entre los elementos probatorios que ubican a Contreras como el autor de este intento de homicidio figura lo que la víctima -un joven de 23 años llamado Maximiliano Javier Bossi- había señalado a vecinos y policías que acudieron en su ayuda aquel 4 de noviembre pasado en que, estando en su casa del San Martín de Porres, resultó herido al recibir un escopetazo en la panza.

"El Federico Contreras me pateó la puerta de mi casa, entró y me pegó un tiro", había afirmado el joven -herido como estaba- en la previa a que tuviera que ser trasladado al Hospital Pintos a causa de las lesiones que presentaba por los perdigones que recibió.

Aquellas heridas pusieron en riesgo su vida y obligaron a que tuviera que ser operado una vez que fue llevado al centro asistencial municipal.

Bossi permaneció internado varios días, hasta que de la mano de su evolución fue dado de alta.

Consideraciones

"Entiendo que los hechos investigados han existido y que la autoría del señor Federico Contreras se encuentra acreditada en este estadio procesal", escribió desde la Cámara Penal el juez Agustín Echevarría, el primero en votar a la única cuestión -resuelta por unanimidad por los tres miembros de la Alzada- para confirmar la prisión preventiva del imputado.

Para arribar a ese conclusión el camarista valoró también lo que dijera Bossi cuando, estando gravemente herido y tendido en el patio de su casa, señaló a Contreras como su agresor, en la previa a que aquel 4 de noviembre pasado en horas de la noche llegaran hasta su domicilio vecinos, policías y una ambulancia con personal médico en la que fue llevado al Hospital Pintos.

"El poder de convicción que emana de los dichos de Bossi es de alto valor; pues, conforme se desprende del contenido de su declaración testifical, encontrándose aún convaleciente en el Hospital local, doce días después del hecho indicó que '...Estaba en su casa acostado...encontrándose dormido, escuchando un fuerte golpe, despertándose y sentándose en el borde de la cama, siendo en ese momento que observa a Federico Contreras portando un arma de fuego tipo escopeta, que este sujeto le grita 'Eu', y le efectúa un disparo con el arma. ...el dicente permanecía sentado y Contreras estaba a unos 3 metros de distancia...que al sentir el golpe que le produjo el impacto de las municiones, se agarra la panza y sale hacia la casa de su vecino...le pide ayuda y le cuenta lo que pasó...'", produciéndose instantes más tarde la llegada de la ambulancia con personal médico para asistirlo y, también, de personal policial.

"La credibilidad de los dichos del nombrado se asienta, principalmente, en que la mentada sindicación fue formulada, en principio, con inmediatez al hecho, encontrándose la víctima aún tendida en el suelo en la vivienda de su vecino, en momentos en que fuera interrogado por el personal policial interviniente en el procedimiento", concluyó el camarista.

Después, Agustín Echevarría agregó: "La concurrencia del elemento subjetivo (dolo directo) se extrae de la circunstancia de haber disparado (Contreras) con una escopeta desde una corta distancia, impactando en una zona vital como es el abdomen, donde le produjera varias lesiones; por el poder ofensivo del arma empleada para realizar la acción típica, tipo escopeta -que nunca pudo ser hallada-; por el acometimiento en forma sorpresiva sobre la víctima, como así también la zona vital del cuerpo de Bossi en la que se produjeron algunas de las lesiones, todo lo que lleva a concluir que el imputado, como mínimo, se representó el resultado muerte y a pesar de ello continuó con su accionar, lo que impide descartar la presencia de, al menos, un dolo eventual".

"Esta conducta, al ver a su contrincante desarmado, y sentado sobre la cama, aprovechando la oportunidad para llevar a cabo su designio, dado el lugar donde la destinaba y tuvo impacto, estaba impulsada a dar con su muerte, y evidencia la voluntad homicida del imputado", se refirió desde la Cámara Penal.

EL DATO

El escopetazo que Bossi recibiera afectó órganos vitales como hígado e intestino. Según declaró, al acusado lo conocía desde meses atrás, cuando se había mudado al lado de su casa. En su versión afirmó también que una serie de conflictos entre ambos implicó que, en una ocasión anterior a que sufriera este hecho, lo denunciara. En aquel entonces, tras acusarlo de haberle robado de su domicilio el eje de un carro y caños de plomo. Esos elementos, declaró también la víctima, cuando intentó recuperarlos implicaron que Contreras y varias personas más la agredieran a golpes.

Arrestado

Un inmueble situado sobre Calle 311 entre De Paula y Burgos del Barrio San Martín de Porres se había convertido en el escenario de este hecho cuando -ese ya referido 4 de noviembre del año pasado- habían pasado unos minutos de la hora 20.

Averiguaciones realizadas por personal policial permitieron aquel mismo día, poco antes de la medianoche, arrestar a Federico Contreras como el probable autor de este intento de homicidio, tras la realización de un procedimiento en la casa de su pareja -inmueble ubicado en Sarmiento y Necochea, en cercanías al Cementerio Municipal- donde se había ocultado.

A modo de móvil de lo que fuera aquel intento de homicidio, en el fallo que confirmó la prisión preventiva para el acusado se hizo mención a "la enemistad puesta de manifiesto entre víctima y victimario", algo que también quedó reflejado por diferentes testigos que declararon en esta causa penal.

Valorando la magnitud de la pena que podrían dictarle a Contreras en caso de ser condenado por este hecho, desde la Cámara Penal se concluyó que la actual medida de coerción que pesa sobre el joven debía ser confirmada; ya que, de ser excarcelado, esa situación implicaría "un peligro de fuga que no resulta desvirtuado por circunstancias que demuestren que se someterá al proceso".

"Además, la gravedad de los hechos -consistentes en haber irrumpido por sorpresa en el domicilio de la víctima, provocando fuertes golpes en la puerta de acceso que descolocaran la misma de su marco, para inmediatamente después descerrajar un disparo con un arma de fuego sobre el cuerpo de Maximiliano Bossi, concretamente sobre una zona vital, y luego darse a la fuga- no sólo influirá en la pena en expectativa, sino que también es un dato que debe valorarse como un peligro de fuga en sí mismo", concluyó el juez Agustín Echevarría al quedar ratificada la prisión preventiva del encausado.