El primero de los hechos mencionados se produjo ayer miércoles en horas de la mañana, cuando un empleado de una distribuidora de fiambres y quesos de Olavarría -que estaba haciendo en Azul el habitual reparto de esos productos- constató que del interior del utilitario en el que se trasladaba fueron sustraídos 60000 pesos.

Un olavarriense que tiene 38 años y que fue identificado por fuentes policiales como Diego Germán Padín se convirtió en el denunciante de este ilícito en la seccional ubicada en una de las esquinas de Belgrano y Las Flores de esta ciudad.

De acuerdo con lo señalado en esa presentación, ayer miércoles en horas de la mañana había viajado desde Olavarría a Azul en un utilitario Ford Transit que habitualmente usa para realizar en esta ciudad el reparto de los productos alimenticios de la distribuidora para la que trabaja.

En esas circunstancias, alrededor de la hora 11.30 constató que del interior de la guantera de ese vehículo que conducía le había sido sustraída la ya mencionada suma de dinero.

La plata pertenecía "a la facturación de los diferentes comercios", refirió el empleado olavarriense en la denuncia, presentación donde también señaló que para sustraer el dinero no fue ejercida violencia alguna para ingresar al rodado, "ya que, para mantener encendido el equipo térmico, lo mantiene en marcha y sin medidas de seguridad en sus puertas".

En el marco de la investigación iniciada, teniendo en cuenta que el trabajador desconocía el momento exacto en que le fue sustraído el dinero -un hecho que, según dijo también, era la primera vez que le sucedía desde que viene a Azul a hacer el reparto de esos productos alimenticios- no se había podido precisar en qué sector de esta ciudad ese hurto se produjo.

Días atrás, en una casa

En tanto, el otro hecho que también fuera denunciado ayer miércoles en sede policial había tenido como damnificado a un jubilado domiciliado en la calle Yrigoyen, en Villa Piazza Centro.

Fuentes policiales lo identificaron como José María Raspozzo, de 81 años de edad.

De acuerdo con su testimonio, si bien lo denunció ayer en la comisaría primera, ese hurto se había registrado el pasado 29 de junio, después de que se fuera de su domicilio y que en el inmueble no quedara nadie.

Aquel día -de acuerdo con el relato del jubilado- a su casa la había dejado "completamente cerrada" cuando se fue. Y al regresar, en horas de la noche, observó que la puerta estaba abierta.

Posteriormente, una vez que se dirigió al dormitorio, constató el faltante de dinero y de diferentes pertenencias, entre las cuales había alhajas de oro, prendas de vestir y ropa de cama.

En la denuncia el jubilado expresó que también le fueron sustraídos la documentación de su auto, una estufa eléctrica, un televisor y una videocasetera.

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