El azuleño Sebastián Vivarelli, quien actualmente reside en Buenos Aires, es Diseñador Gráfico, cinéfilo y apasionado de la escritura se encuentra realizando un curso, justamente de cine. Se trata de una cursada de Análisis cinematográfico e Historia del cine que, como trabajo final, entregó la investigación sobre el Odeón.

Es decir la tesis es sobre los cines de Azul y el primer artículo que escribió es sobre el Cine Odeón y quiso compartirlo en las páginas de este diario. Es importante destacar que desde el año 2012 que los ensayos de Vivarelli son publicados en páginas web especializadas en cine.

Hace casi 30 años se fue a vivir a Buenos Aires con el sueño de estudiar diseño. No solo logró eso sino al ser cinéfilo realiza un trabajo muy interesante fusionando el arte de lo visual y la gráfica escrita. Es decir, unió esas dos pasiones en un solo trabajo: el de analizar y escribir sobre pósters de películas.

Sus ensayos sobre cine y posters, desde el año 2012, son publicados en "Cinescalas" (blog de cine de La Nación), "A sala llena" y "La Cueva de Chauvet. Todas webs especializadas en análisis cinematográfico.

El artículo que se titula "Odeón, el primer cine de Azul" se trascribe a continuación.

"Odeón, el primer cine de Azul"

"Surgido como un sueño de los empresarios Aguilar y Herrero, el cine Odeón es finalmente inaugurado el 12 de febrero de 1930. Si bien el Hotel Argentino (propiedad de Juan Torras) y el Teatro Español ya proyectaban películas, el Odeón fue la primera sala exclusiva de cine. Para ello, contaba con un moderno sistema de proyección y una capacidad para 900 personas.

Afiche del estreno (1945).

Según diarios de la época, los estrenos eran éxitos de convocatoria. Por citar sólo algunos: Fuego otoñal (1936), Prisionero del odio (1936), El jardín de Alá (1936), El Pobre Pérez (1937), La encantadora enemiga (1953). Algunas películas, como Calle de abolengo (1937) eran estrenadas en simultáneo con Capital Federal, lo que garantizaba un suceso comercial.

En su edición del 9 julio de 1935, el diario El Tiempo anuncia un cambio de administración en el cine. Debido a la falta de público y recurrentes problemas financieros, José Aprea toma las riendas del emprendimiento. Destaca además una particularidad: el cine tendría contrato exclusivo para proyectar producciones de la Metro-Goldwyn-Mayer, RKO Pictures y Fox Films.

En un apartado, se nombran las películas que llevaron más público entre 1934 y 1935: La Reina Cristina de Suecia (1933), El boxeador y la dama (1933), Vuelo nocturno (1933), El velo pintado (1934) y La viuda alegre (1952), entre otras.

En 1936, serían Egidio Verardo y Máximo Martínez -empresarios provenientes de Bahía Blanca- quienes gestionen el cine. Para mejorar la asistencia de público, se ofrecen funciones los días de semana a precios populares, priorizando películas nacionales.

Como novedad se anunciaba la llegada de matinés dominicales para niños. Como apertura del ciclo se proyectó La pequeña coronela (1935) protagonizada por la niña -estrella por aquel entonces- Shirley Temple".

Tiempos de cambio

Para marzo de 1944, se planean importantes refacciones en el cine (los diarios anticipan los cambios con ilustraciones del lugar). La empresa Scheines y Cía. encargada del proyecto, rediseña el frente, hall principal y corre el escenario 3 metros hacia el fondo, posibilitando así ampliar la capacidad de 900 a 1050 butacas.

En abril de 1945, los diarios El Tiempo y El Ciudadano dedican notas a la reinauguración del cine. Para graficar la dimensión del cambio, afirman que el nuevo hall "recuerda a las salas porteñas de calle Corrientes". Cuentan además que los equipos de sonido fueron instalados por la empresa Western, pionera por aquellos tiempos.

Para el evento se invitó al reconocido actor Angel Magaña, protagonista de Su mejor alumno (1944). También estuvo presente José Datto, gerente de Republic Pictures, productora cinematográfica de la época.

En febrero de 1953 se produce la venta del cine a los empresarios Carmelo Antonelli y Victorio Schwindt, el primero propietario de cines en Coronel Suárez y Pigüé.

Para abril de 1956, los diarios destacan la llegada del Cinemascope (cuya pantalla es más ancha que las tradicionales). Según testimonian, la función fue celebrada a sala llena. La película elegida para dicho evento fue La fuente del deseo (1954).

Anuncio de la llegada del cinemascope y afiche del estreno. En septiembre de 1960 se anuncia la fusión de las tres salas cinematográficas de Azul: San Martín, Odeón y Español. La administración de las mismas estaría a cargo de Abelardo Toscano, quien hasta entonces dirigía el cine San Martín. La fusión permitiría acortar plazos con los estrenos realizados en Buenos Aires.

El triste final

La historia del Odeón llegaría a su fin en diciembre de 1990: un voraz incendio lo destruiría en pocas horas. El diario El Tiempo describía las enormes pérdidas materiales: dos máquinas proyectoras Simplex, parlantes de sonido Philips y 700 bucetas (400 abajo y 300 en el pullman).

Debido a que los bomberos fueron alertados cuando el fuego estaba avanzado, nunca se pudieron aclarar las causas del siniestro. Del primer cine azuleño, sólo quedaban cenizas.

Destrucción del cine Odeón a causa del incendio (Diario El Tiempo).

Fuentes:

Diarios El Tiempo y El Ciudadano

Materia del archivo cortesía de Hemeroteca de Azul Juan Miguel Oyhanarte

Incendio del cine Odeón en Youtube: https://youtu.be/Ez9Fn38gtPc