Un juez de Garantías elevó a juicio las actuaciones penales iniciadas después de que en agosto del año pasado un hombre se convirtiera en víctima de un intento de homicidio en esta ciudad, ocasión durante la cual los considerados coautores de aquel hecho, que había incluido también la participación de un menor de edad, prendieron fuego la casa del damnificado, inmueble de donde días más tarde fueron sustraídas algunas de sus pertenencias.

Voceros judiciales informaron a EL TIEMPO que en primera instancia la decisión fue dispuesta por Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3 con asiento en el Palacio de Justicia local.

Además, en la misma resolución el magistrado rechazó un pedido de sobreseimiento que fuera formulado en favor de uno de los encausados por su Defensora Particular.

Los tres acusados mayores de edad que tienen estos hechos están presos. Al igual que el adolescente coimputado, habían sido detenidos semanas después a que en el Barrio Del Carmen este violento episodio se registrara, el cual se produjo durante las primeras horas del sábado 15 de agosto del año anterior.

En ese entonces fueron identificados como Ángel Santiago "el Mono" Contreras, un empleado de la construcción que actualmente tiene 39 años de edad; Lucas Matías Espejo (24) y Nicolás Ezequiel Gómez Olivera (20).

En la resolución que anteayer se tradujo en que en esta primera instancia fuera elevada a juicio esa causa, son considerados coautores de los delitos de robo agravado en poblado y en banda; y homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por la participación de un menor de edad, en grado de tentativa.

En el caso de Espejo, también figura procesado por el robo que días más tarde se produjo en el domicilio de la víctima. Y Gómez Olivera, además, es señalado como el autor del incendio que destruyera la casa del hombre al que intentaron matar ese ya mencionado 15 de agosto de 2020.

Mientras que los acusados Espejo y Gómez Olivera están siendo patrocinados en esta causa por el defensor Oficial Diego Prado; en el caso de Contreras es la abogada Agustina Lomolino quien lo representa.

En su carácter de Defensora Particular, cuando pidiera el sobreseimiento de su cliente se había opuesto a la elevación a juicio de esta causa. Y también formuló en ese entonces una solicitud para un cambio de calificación de los delitos que le atribuyen a su representado.

Pero todos esos pedidos no prosperaron ante el Juez de Garantías que el lunes pasado decidió elevar a juicio esta investigación penal preparatoria.

Brutal ataque

Desde la Unidad Funcional de Instrucción número 2 que está a cargo del fiscal David Carballo había sido formulada la requisitoria de elevación a juicio de esta causa, solicitud a la que hace dos días diera lugar el magistrado Juan José Suárez.

Aquel 15 de agosto de 2020, los hechos que fueron materia de esta investigación penal habían tenido como víctima a un hombre llamado Víctor Fabián "el Fa" Olivera, quien actualmente tiene 51 años de edad.

Alrededor de la hora cinco de ese día, desde la Acusación se sostiene que los tres mayores de edad y un adolescente que en ese entonces tenía 16 años se pusieron "de acuerdo", por medio de un "plan conjunto" en el que se repartieron tareas, para llevar a cabo en la casa de Olivera los ilícitos que les imputan.

Esa vivienda está situada en Leyría entre Chubut y Neuquén. Y aquel sábado ya referido el hombre, los dos jóvenes y el menor de edad llegaron a la misma en momentos que Víctor Fabián Olivera no estaba.

En un principio, robaron algunas bolsas de cemento. Y cuando el vecino fue alertado sobre lo que estaba pasando en su domicilio, al regresar a su casa sucedió lo peor para él.

Allí se inició una confrontación con quienes le estaban sustrayendo las bolsas de cemento; algunos de los cuales son familiares de Olivera y otros, sus vecinos.

El hombre quiso defenderse con un machete, ocasión en la cual los imputados -utilizando "caños, palos, fierros y demás elementos punzocortantes"- comenzaron a atacarlo con intenciones de matarlo.

Mientras era agredido, Olivera alcanzó a huir. Pero los imputados lo persiguieron y lo alcanzaron.

Las graves lesiones que el vecino sufrió aquel día y pusieron en riesgo su vida estuvieron relacionadas con el ataque que lo tuvo como víctima en el estacionamiento del Instituto Lugones, ubicado en cercanías a su casa.

En ese lugar los agresores "le propinaron violentos golpes en sus extremidades y le asestaron un golpe con un fierro en la cabeza". Al mismo tiempo, mediante trompadas y con palos, "le propinaban golpes en diferentes partes del cuerpo".

Toda esa secuencia quedó registrada en filmaciones de las cámaras de seguridad que están en el Lugones.

A Olivera logró salvarlo un conocido suyo que acudió en su ayuda. Según lo señalado en la causa, esa persona "se interpuso entre los agresores y la víctima" cuando el hombre "estaba ya caído y sin posibilidades de defensa en el piso y continuaban propinándole patadas".

Las heridas que el vecino sufrió durante ese ataque, considerado a escala penal como un intento de homicidio, derivaron en que tuviera que ser trasladado al Hospital Pintos, el centro asistencial local donde permaneció internado durante varios días.

Después, cuando le fue tomada una declaración por lo ocurrido, identificó con nombre y apellido a cada una de las personas que lo atacaron.

En el caso de los tres mayores de edad, se trata de los mismos sujetos para los que ahora se ordenó que vayan a juicio por este violento episodio.

Estando la víctima internada, ese mismo 15 de agosto del año pasado se produjo otro de los ilícitos que le atribuyen en carácter de autor a uno de los ahora procesados: el incendio de la vivienda, que en ese entonces obligó a personal del Destacamento Bomberos local a concurrir al domicilio de Olivera para sofocar las llamas, que provocaron daños de importancia en el inmueble.

Por ese hecho está señalado Nicolás Gómez Olivera. Y según se indica en las actuaciones penales, tras atacar a la víctima "se dirigió nuevamente" a su domicilio, donde utilizó una botella de gaseosa que contenía "una sustancia combustible" para provocar el siniestro y ocasionar "severos daños en la vivienda" por el accionar de las llamas..

El fuego había afectado a todos los ambientes del inmueble, como así también a los elementos que en su interior había.

En esta misma investigación penal ahora elevada a juicio en primera instancia, Lucas Matías Espejo es señalado como quien, en los días posteriores a sucedido este intento de homicidio e incendio, se dirigió a la casa de la víctima, que todavía seguía internada, para robar diferentes pertenencias, entre las cuales figuraron chapas, una salamandra, unos cuatro metros de cable, un hacha y dos palas.

Todos esos elementos, según pudo comprobarse también, luego el joven considerado autor de este robo "los ofertó a la venta" en ese mismo barrio donde este intento de homicidio sucediera.

El hombre y los dos jóvenes imputados, al igual que el menor de edad que participara en estos hechos, habían sido detenidos durante una serie de allanamientos que la Policía realizara el 8 de septiembre de 2020.

Días más tarde, dando lugar a un pedido formulado desde la UFI 17 -la Fiscalía perteneciente al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil que también intervino en lo sucedido- en primera instancia al adolescente implicado en este intento de homicidio y robo le había sido dictada la prisión preventiva.

A la espera de que lo resuelto anteayer por el juez de Garantías Suárez adquiera rango de firmeza, las actuaciones para la realización de ese futuro juicio ya fueron remitidas a la Cámara Penal de Azul, desde donde deberá sortearse el Tribunal Oral que se convertirá en escenario de este debate.

Resta definirse también si ese proceso contará con la intervención de jueces colegiados o de un jurado popular. Algo sobre lo que deberán pronunciarse los tres mayores de edad que figuran como imputados; y para lo cual el Juez de Garantías ya dio aviso a sus respectivos defensores.

EL DATO

Actualmente uno de los imputados que tiene esa causa ahora elevada a juicio en primera instancia, Lucas Matías Espejo, está preso en la Unidad 2, una de las cárceles del SPB ubicada en la localidad olavarriense de Sierra Chica. En tanto, Ángel Santiago Contreras y Nicolás Ezequiel Gómez Olivera se encuentran alojados en la Unidad 7, el penal de varones con asiento en Azul.