En primera instancia, un juez de Garantías le dictó este martes la prisión preventiva a un enfermero azuleño que había sido detenido el pasado 25 de junio en el marco de una causa donde figura acusado de haber abusado varias veces de su hermana, hechos ocurridos años atrás y cuando la presunta víctima era una nena.

Dando lugar a un pedido presentado por el fiscal Marcelo Fernández, la medida de coerción para el imputado fue dispuesta por Juan José Suárez, quien en carácter de subrogante interviene durante esta feria judicial de invierno en la causa desde el Juzgado de Garantías 2 con sede en el Palacio de Justicia de Azul.

El mes anterior el titular de ese organismo, el magistrado Federico Barberena, había ordenado la detención del imputado, a quien voceros allegados a este sumario penal -que se sustancia desde la UFI 6 a cargo de la fiscal Karina Gennuso- habían identificado como Oscar Mauricio Blanco.

De 39 años de edad, Blanco trabajaba como enfermero en la Sala de Emergencias del Hospital Pintos cuando fuera arrestado ese ya referido viernes 25 de junio que pasó. En ese entonces, acusado de abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por el vínculo, la imputación que se mantiene ahora, luego de que ayer su detención fuera convertida en prisión preventiva por el magistrado a cargo transitoriamente del Juzgado de Garantías 2.

Una denuncia que la presunta víctima, que actualmente tiene 30 años, radicara en agosto de 2019 se convirtió en el punto de partida de esta Investigación Penal Preparatoria que está radicada en la UFI 6.

Un dato de fundamental importancia para lo que está siendo la instrucción de esa causa se relaciona con una de las conclusiones a las que el magistrado Barberena había llegado cuando el mes pasado ordenó la detención del enfermero.

En ese entonces señaló, tal como también sostiene la Acusación, que a pesar del tiempo transcurrido desde que estos hechos de abuso sexual supuestamente sucedieron la posibilidad de instar la acción penal, en este caso de la mano de la denuncia que dos años atrás formulara la presunta víctima, no estaba prescripta.

Esos hechos han sido situados como sucedidos entre los años 2000 y 2002. En ese entonces el enfermero no convivía con su hermana; aunque eso no fue un impedimento para que -de acuerdo con el relato que la mujer hiciera cuando lo denunció- abusara de ella "en reiteradas oportunidades", según se indica en estas actuaciones penales.

Los ataques sexuales ocurrieron cuando la denunciante tenía 10 y 11 años de edad, ocasiones en las cuales Blanco "la accedió carnalmente por vía vaginal", se menciona también en la causa.

De acuerdo con lo que la mujer refiriera en una entrevista mantenida con EL TIEMPO no bien su hermano resultara detenido el mes anterior, "en total fueron seis veces" las ocasiones en que Blanco la violó.

La azuleña que figura como víctima en esta causa había contado que esos hechos tuvieron como escenarios diferentes viviendas de Azul a las que ambos, por cuestiones familiares, solían ir.

En la resolución que ayer se tradujo en el dictado de la medida de coerción para el enfermero, el juez de Garantías Suárez -coincidiendo con lo sostenido por su colega Barberena cuando ordenara la detención del acusado- concluyó que los argumentos valorados en ese entonces "se sostienen en la actualidad", el motivo por el cual habilitaban ahora a disponer la prisión preventiva del encausado.

Además, el magistrado Suárez sostuvo en lo resuelto: "Los nuevos elementos colectados no revisten entidad suficiente para mermar el estándar de convicción arribado, sino que, por el contrario, se ve robustecido", indicó contando para eso con el análisis "de forma integral" de las declaraciones efectuadas por la presunta víctima y también de lo surgido de los dichos referidos por el enfermero, en ocasión de que fuera indagado a tenor de lo que establece el Artículo 308 del CPP.

Las versiones sobre aquellos hechos que la mujer sufriera, además, habían sido ratificadas por integrantes de la familia de los dos implicados en este caso de abuso sexual.

Entre esos testimonios colectados en la causa siguen siendo de fundamental valor probatorio lo que esas personas refirieran, teniendo en cuenta que varios años después -cuando este caso comenzara a hacerse público a través de los permanentes escraches que la mujer hiciera de su hermano en redes sociales y luego al denunciarlo- el propio Blanco admitió haber abusado de su hermana menor.

Si bien sus dichos no pueden ser tomados para la causa como una confesión de culpabilidad, son indicios que dan cuenta de lo sucedido. Más allá de que el enfermero -cuando fuera indagado por la Fiscal que le imputa estos abusos- diera una versión a través de la cual intentó colocarse como totalmente ajeno a eso que su hermana afirma que sucedía cuando ella era una nena.

"En valoración del relato en cuestión debo advertir una serie de inconsistencias que lo tornan carente de verosimilitud suficiente para desvirtuar la prueba de cargo y deliberadamente conducido a mejorar su situación en el proceso", concluyó ayer el juez de Garantías Suárez para dictarle la prisión preventiva al encausado.

Al respecto agregó que, en contraposición a lo afirmado por la presunta víctima y a lo sostenido por familiares de ambos, la versión del enfermero estaba dotada de varias "inconsistencias". Dichos que "carecen de verosimilitud suficiente frente a la convicción que emana del cúmulo de evidencia colectado" en esta investigación penal hasta el momento.

"La pena en expectativa" -de ocho a veinte años de prisión- que contempla el delito que le están imputando a Blanco se convirtió en un elemento valorado por el Juez garante para convertir ayer a su detención en prisión preventiva.

EL DATO

Oscar Mauricio Blanco continúa alojado en la Sub Comisaría de la Policía bonaerense con sede en la vecina localidad de Chillar. Todavía se aguarda por un cupo para su traslado a una unidad penal de la zona, tal como lo dispusiera el mes pasado el Juez de Garantías que ordenara su detención.