Valentín Tedesco, secretario general de UOCRA Azul, confirmó a EL TIEMPO que "nos declaramos en estado de alerta y asamblea permanente, como consecuencia de la pérdida de fuentes laborales y todo lo que conlleva", en referencia a los 50 mil despidos registrados en el sector de la construcción como consecuencia de la paralización de las obras públicas y, progresivamente, de las de índole privada.

El sindicalista explicó que, en ese contexto, "estamos ante una cámara empresarial que también se ve callada ante los reclamos que nosotros presentamos, y que tienen que ver con la falta de interlocutores por parte del Gobierno nacional. Hay áreas que todavía no tienen autoridades. Áreas importantes, como es el caso de Vialidad Nacional. O empresas estatales como Corredores Viales, que es la que tiene a cargo el mantenimiento de las rutas, tampoco tiene autoridades. Entonces, no se sabe con quién hablar, qué es lo que va a pasar", cuestionó.

Por ello, "vemos un Estado nacional que, en materia de empleo, en materia de producción, de desarrollo social, no tiene nada".

En cambio, sostuvo Tedesco, "sí tiene puntos claves como el beneficio hacia sus amigos y los recortes como única bajada. Con beneficios para los amigos me refiero, por ejemplo, a que la única obra que se licitó en este tiempo [desde la asunción de Milei] es el gasoducto Norte, ganada por Techint y la empresa SACDE, que es la que está con la obra de Ruta 3 en la zona de Monte. ¿Obra pública? Sí, para algunos. Pero después, desarrollo urbanístico que se venía realizando no hay planificación, para nada".

El fin de la SISU

Por otra parte, Tedesco refirió que, entre las medidas adoptadas por el Ejecutivo nacional, "incluso eliminaron la SISU (Secretaría de Integración Socio Urbana), que llevaba adelante el desarrollo urbanístico". Al respecto añadió que "todo esto es un gran golpe a la obra pública. Sin dudas, un gran golpe para la industria e, indirectamente, a todas las industrias que hay alrededor, la minera, el comercio y hasta el inmobiliario y gastronómico, ya que al ser una obra de envergadura se trae gente de afuera para que se instale y haga trabajos específicos, a los que hay que darles de comer, hospedaje. Es un golpe al desarrollo de la obra pública, que inyecta dinero directamente en las localidades, es decir, traspasa la obra pública, y todo eso se va a perder".

El titular de la UOCRA Azul admitió que "lo vivimos ya con el parque eólico. En ese momento Azul no tuvo un fuerte cimbronazo porque había cientos de trabajadores que ganaban un buen sueldo, lo gastaban acá. Y, a su vez, había cien trabajadores de afuera que se hospedaban acá y que gastaban su sueldo en la ciudad".

"Hoy -continuó Tedesco-, con la pérdida de trabajo y la pérdida de poder adquisitivo, con la inflación que estamos viviendo, se suma esta falta de diálogo que existe entre el Gobierno y la UIA, de no poder discutir el salario mínimo, vital y móvil, por ejemplo, y que tenga que ser por decreto, según convenga".

Por otro lado, "en el aspecto patronal, en lo que se refiere a construcción, veníamos con un programa de ir, mes a mes, cerrando paritarias porque, de lo contrario, se hacía muy difícil. Ya finalizó febrero y todavía la parte patronal no se quiere sentar para poner en discusión lo que es la falta de trabajo para ellos también, porque va a haber un montón de pymes constructoras que se van a cerrar. Va a haber empresas de años, con las que nosotros venimos trabajando, que van a cerrar por la falta de trabajo, ya que no hay un plan de inversión por parte del Estado nacional, y no hay un plan para tentar al privado a que invierta".

Del mismo modo explicó que "hablamos de la privatización de las rutas, pero Argentina no está preparada para garantizarle que no salga con pérdida. Cambió el Gobierno y se cambió la modalidad... Hay que ponerlo en la balanza. ¿Estamos preparados para la inversión en magnitud de obras energéticas, de conexión, de nuevas tecnologías en este contexto? Si cada cuatro años cambia el gobierno y cambia la modalidad, para bien y para mal, por eso no estamos preparados para la inversión privada".

Impacto en las canteras

Sin lugar a dudas, explicó el gremialista, "uno de los golpes de la obra pública, del 'parate' que hay, tiene que ver con el desarrollo de nuestra actividad, que es la construcción, y de las actividades que están ligadas. Por ejemplo, hoy tenemos canteras -en la zona y en Azul- que no están vendiendo producción y que incluso ya están planteando reducción horaria, para no despedir trabajadores. Porque, al no haber demanda, esa demanda es obra pública y corralones. La obra pública se paralizó toda y los corralones... ¿quién puede hacer una construcción hoy con los valores existentes? La parte del sueldo que se tenía para invertir en la casa, hoy se usa para comer".

Asimismo analizó, durante la entrevista con este diario, que "otro tema es el desarrollo urbanístico de la sociedad, el aspecto social de la obra pública. En Azul se desarrolló bajo la SISU -que pertenecía a Desarrollo Social de la Nación-, y que junto al MTE dieron vuelta prácticamente el barrio San Martín de Porres. Nunca esos vecinos, de su bolsillo, hubieran podido tener todos esos servicios que se desarrollaron, a tener cordón cuneta. O llevar servicios al barrio San Francisco de Asís, el hecho de tener veredas, buena iluminación. También en el barrio Villa Piazza Sur. Eso es lo que tiene la obra pública: inyecta dinero en las localidades, por un lado, y la cuestión social que comprenden esas obras".

Para Tedesco, entonces, "un desarrollo productivo de Azul también tiene que ver con tener una autovía en la Ruta 3. Si queremos ser en el centro de la provincia de Buenos Aires un puerto seco, tenemos que tener accesibilidad. Y esa accesibilidad se tiene, por ejemplo, con conexión de rutas. Hoy, hasta la localidad de Monte, está toda la obra paralizada, tanto autovía como ruta segura que se iba a hacer hasta Coronel Dorrego".

"El desarrollo de las localidades parte de la obra pública -añadió el secretario general de UOCRA Azul-. Si observamos el caso de la salud, tenemos la obra del Hospital Pintos paralizada -sector de guardias-. Tenemos al Gobierno de la provincia de Buenos Aires que todavía sostiene algunas obras, pero al reducir la coparticipación, al no permitir el endeudamiento en su momento, todo se va achicando y se corta la obra pública, porque los gastos corrientes -sueldos, insumos- se tienen que seguir brindando".

Más aún, precisó, "a eso se suma el golpe hacia nosotros que además de la pérdida de las fuentes laborales, se está hablando de paritarias libres y todavía el sector empresario no se quiere sentar porque tiene miedo de discutir fuentes laborales o salarios. Y, atento al problema de fuentes laborales, tienen que cerrar sus empresas. También lo entendemos, pero creo que nosotros marcamos con este estado de alerta, movilización y asamblea permanente una postura, sobre el futuro, de decir 'no tenemos mediadores'".

Sin lineamientos

"Nuestro secretario general Gerardo Martínez, además de encabezar la UOCRA, es el representante de CGT, como secretario de Relaciones Internacionales, integra además el consejo de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), a él lo recibe la vicepresidenta del Fondo Monetario Internacional y acá todavía no podemos mantener una reunión con el Presidente, para resolver sobre el futuro de los argentinos, y no tenemos autoridades", aseveró Valentín Tedesco.

No dudó en aseverar que "el Estado no tiene un lineamiento. Ya cambiamos dos veces de ministerio. Vemos la baja del Ministerio de Infraestructura y se pasó al área de Economía. O sea que tampoco el Estado tiene un rumbo. Sí en cuanto a los recortes para los que menos tienen y la ayuda para los amigos que lo ayudaron a llegar donde está".

En ese contexto, explicó, "todo esto atenta, en cuanto a nosotros, con 50 mil trabajadores de la construcción que ya fueron despedidos, a nivel nacional. Pero son más. Es todo lo que viene aparejado en esta industria madre, como es el caso de las canteras, los distintos servicios; también lo verá el sector gastronómico, el empleado de comercio. Porque es dinero que ya no se va a inyectar en la comunidad".

Recordó que "la última obra pública que tuvimos en Azul es la de Ruta 3. La ampliación, ensanche y repavimentación de esa ruta en el tramo Azul-Benito Juárez. Ahí decidimos, porque ya veíamos un panorama negro, reubicar a los trabajadores para que puedan seguir comiendo. Hoy vemos que fue una decisión acertada. Hicimos manifestaciones, nos hicimos escuchar, pero hasta el día de hoy no tenemos autoridades nacionales para discutir: no hay jefe de Vialidad Nacional, no hay jefe de Corredores Viales. Gracias a Dios, en Azul hoy contemos a los trabajadores de la construcción. Están en obras privadas. Pero, como toda obra, tiene un tiempo de finalización y no vemos un horizonte para decir que en Azul hay un futuro de inversión. Ojalá que sí. Pero hoy por hoy, en cuanto a obra pública, no vemos un horizonte favorable para que esos trescientos trabajadores que hoy tenemos en el sector privado, tengan una continuidad laboral".

Valentín Tedesco aseguró, por otro lado, que "el panorama es ese: muy poca la inversión privada que hay, ya que el privado hasta en lo domiciliario va a dejar de invertir, de cambiar una ventana. Se limitará a hacer la urgencia. No va a haber más edificaciones, no va a invertir más dinero. Si hoy están vendiendo dólares para comer. Es decir, los ahorros se vuelcan en alimentos. Hasta las changas se verán afectadas. Parqueros, por ejemplo. Ahora el pasto lo va a cortar el propio vecino, no va a gastar 7 mil pesos para que le corten el césped. Todos esos recortes ya se empiezan a ver. Ni hablar entonces de las obras privadas. A uno de nuestros trabajadores lo llamaban para cambiar una ventana. Con eso, ese día comía. Hasta esas obras se cortan. Ya lo estamos viendo en Azul", concluyó el titular de UOCRA Azul.

La desregulación de las obras sociales

Tedesco: "Con la desregulación de las obras sociales se van a ver afectados básicamente los trabajadores". NICOLÁS MURCIA

La medida presidencial sobre desregulación de las obras sociales "nos golpea a nosotros también en la prestación de servicios en toda la red social", aseguró el secretario general de la UOCRA Azul, Valentín Tedesco.

"No solamente hacemos sindicalismo, sino que vemos al afiliado como una persona inserta en la sociedad", indicó, al tiempo que refirió que, desde los gremios también "hacemos educación, salud, cultura. Y se ve el golpe también porque, obviamente, a todo esto lo hacemos con fondos de los trabajadores que administramos".

Con la desregulación de las obras sociales "se van a ver afectados básicamente los trabajadores", sostuvo Tedesco. "En cuanto a las obras sociales, las que se van a ver complicadas son las que tienen pocos afiliados".

Observó, en tal sentido, que "tenemos una inflación que la venimos sufriendo todos los meses y no suben los sueldos acorde al índice inflacionario. Entonces la recaudación para dar prestación no alcanza, más allá de que hace años los sindicatos venimos aportando y sosteniendo a las obras sociales. En parte, estamos atados al Gobierno nacional siempre, a la Superintendencia de Salud específicamente, con el fondo de redistribución, y vamos a sentir mucho más el impacto de esta medida". Analizó que "no lo veo tanto en cuanto a pérdida de afiliados, porque se va a dar la opción de elegir prepagas que, en realidad, son sistemas diferentes".

Al respecto, el titular de la UOCRA local señaló que "los fondos de las obras sociales sindicales se componen de un 3 por ciento por parte del trabajador y 9 de la parte patronal. De ese 9 por ciento, el 15 por ciento las obras sociales aportan al fondo de redistribución, que, compuesto por lo que aportan todas las obras sociales, se utiliza para pagar los medicamentos y prácticas de alta complejidad. Por ejemplo, la cobertura para pacientes oncológicos, diabéticos, cardíacos crónicos, todos los que tienen la medicación al 100 por ciento cubierta. Es decir, los tratamientos de larga duración que el Estado los garantiza".

De tal modo, "esta desregulación anunciada lo que hace es eliminar todo eso. Es decir, le saca la obligación a las obras sociales para que cubran al 100 por ciento".

Tedesco observó que, "al tener un sistema de salud solidario, se cobra lo mismo a un afiliado que a una familia con siete hijos. Esto significa que, con el mismo aporte, tienen la misma cobertura, lo cual es un aspecto totalmente diferente al de una prepaga".

"No veo violento que las prepagas quieran competir con nosotros, con las obras sociales sindicales -indicó el titular de UOCRA-. El tema va a ser el bolsillo del trabajador, sumado a un sistema de salud que no está preparado y en el que tenemos mucho para hacer, para que no se sature el sistema público, que es donde van a terminar todos en el actual contexto, ante la situación de que no se podrán pagar medicamentos, no van a poder pagar el adicional -en parte ilegal- que cobran los médicos. Así se va a terminar en un sistema público colapsado por la gente que no tiene obra social porque se quedó sin trabajo, y los trabajadores que van a decidir entre atenderse o comer dentro de poco, o pagar el alquiler, los servicios. Sin dudas, se va a ver colapsado el sistema público de salud".