14 de febrero de 2024
Dos reclusos que están en la Unidad 7 y tres mujeres, una de ellas domiciliada en Olavarría y las demás en Bolívar, están siendo investigados como los probables autores de un caso de "extorsión".
Tras la denuncia que radicara meses atrás el damnificado por lo ocurrido, hoy miércoles efectivos policiales allanaron las viviendas donde residen las sospechadas. Y también fue registrada la celda colectiva que en la cárcel del SPB con sede en Azul ocupan ambos internos.
En el marco de una causa penal que instruye el fiscal Lucas Moyano, las diligencias fueron ordenadas por la jueza de Garantías Fabiana San Román.
Encabezadas por efectivos policiales de la DDI Azul, los allanamientos y el registro de la celda en la Unidad 7 derivaron en los hallazgos y posteriores secuestros de elementos considerados de interés para esta investigación.
Según lo detallado por fuentes policiales y judiciales a EL TIEMPO, por medio de los tres allanamientos y del registro de la celda del penal de varones de Azul se secuestraron "tarjetas de débito y telefonía celular".
De acuerdo con lo previsto, los móviles hallados en poder de los investigados serán sometidos a pericias, con la finalidad de determinar si contienen más evidencias que puedan ser agregadas a esta pesquisa.
Al mismo tiempo que se desarrollaron las diligencias dispuestas por la Jueza garante, que tuvieron como objetivos viviendas situadas en Olavarría y Bolívar y la cárcel con asiento en Azul, los investigados por este caso de extorsión fueron notificados de la causa penal que se está llevando adelante, según se informó también.
En el caso de los reclusos, ambos fueron identificados por voceros ligados a la tramitación de este sumario penal como Anselmo Omar Nievas y Nazareno Ezequiel Juárez. Y las mujeres, según lo referido por las mismas fuentes, se llaman Lourdes Nahir Comas Holgado, Priscila Pamela Navone -ambas domiciliadas en Bolívar- y Milagro Daiana Yrigoyemborde, una joven que reside actualmente en la vecina ciudad de Olavarría.
Extorsionado
Un hombre que vive en Olavarría figura como víctima de este caso de extorsión.
De acuerdo con lo que afirmara, en octubre pasado había empezado a mantener contacto por una red social con una mujer.
A través de ese diálogo que ambos comenzaron a tener, posteriormente el denunciante siguió dialogando con ella por medio de WhatsApp, cuando la joven le pidió su número de teléfono celular. Además, esos mensajes que se enviaban incluyeron el intercambio de fotografías y videos de índole sexual.
Sin advertir que estaba siendo engañado, teniendo en cuenta que la mujer que hablaba con el denunciante no era quien decía llamarse, la extorsión que el damnificado sufrió comenzó a gestarse el 19 de octubre del año pasado.
Ese día recibió un mensaje donde la joven que habitualmente dialogaba con él lo insultaba y lo acusaba de supuestos delitos de índole sexual contra ella.
De esa manera, una de las involucradas en este caso de extorsión le exigió a la víctima que le hiciera de inmediato una transferencia a una cuenta bancaria por un valor de cien mil pesos, con la consecuente amenaza -tal como sucede en este tipo de hechos- de que si no le mandaba el dinero ella iba a enviarle a la familia del damnificado esas conversaciones, fotos y videos que ambos habían, respectivamente, mantenido e intercambiado hasta días antes.
El denunciante pagó esos cien mil pesos que le fueron exigidos. Y después bloqueó el contacto que tenía de esa mujer a la que tiempo antes había conocido por medio del chat de la red social Facebook.
Pero eso no impidió que continuara siendo extorsionado por parte de los autores de este hecho.
De esa manera y también durante octubre del año pasado, el hombre recibió un llamado por WhatsApp proveniente de un teléfono celular con característica de Azul.
En esa comunicación un sujeto se hizo pasar por un subcomisario y le dijo que estaba con el padre de la joven con la que había mantenido contacto hasta días antes.
El falso policía le expresó al damnificado que la persona que estaba con él le dijo que su supuesta hija era menor de edad y que tenía en sus manos una presentación donde iba a ser denunciado.
Como más elementos utilizados por los autores de este caso de extorsión, a través de la misma comunicación ese sujeto que se hacía pasar por un subcomisario le dijo a la víctima que el teléfono celular de la chica con la que él había hablado estaba secuestrado y que se hicieron capturas de todas las conversaciones que entre ambos mantuvieron.
Tras varios llamados que recibiera la víctima a su WhatsApp, quien afirmaba ser una autoridad policial le ofreció llegar a un "arreglo" para evitar ser denunciado. Y de esa manera, le exigió la entrega de más dinero.
En ese entonces, al damnificado le fueron solicitados 300.000 pesos, los cuales el hombre remitió a la billetera virtual a nombre de una de las jóvenes a la que este miércoles le allanaron su domicilio en Bolívar.
A la víctima de esta extorsión el supuesto subcomisario le decía que si no pagaba esa cifra iban a allanar su casa en Olavarría y detenerlo por la comisión de "ciberdelitos", se refiere en las actuaciones penales.
Días más tarde, ese hombre continuó siendo extorsionado.
Fue cuando recibió un llamado proveniente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una comunicación a través de la cual otro sujeto, que dijo ser abogado de la familia de esa supuesta menor que él había conocido tiempo antes, le exigía la entrega de más dinero.
A través de lo investigado pudo determinarse que la identidad que dio ese supuesto falso letrado se corresponde con la de uno que actualmente está matriculado en una ciudad del Gran Buenos Aires y en ejercicio de la profesión.
Para aquel entonces, a la víctima le exigían el pago de más dinero. Concretamente, un millón de pesos que el hombre también transfirió -por medio de una operación bancaria- a una cuenta que está a nombre de otra de las mujeres investigadas por este caso de extorsión.
Lo averiguado
En la denuncia que hiciera meses atrás, la víctima expresó que cuando hablaba con esa supuesta menor de edad que después comenzaría a extorsionarlo ella utilizaba un celular con prefijo de Azul.
A través de la investigación penal que se continúa desarrollando, contando con el aporte efectuado por agentes policiales pertenecientes a la oficina de la DAIC (Dirección de Análisis en Investigación de las Comunicaciones) que está en General Alvear pudo determinarse que los llamados que la víctima recibía podrían haberse realizado desde el interior de la Unidad 7, la cárcel donde están alojados los dos reclusos cuya celda colectiva que ocupan fue requisada hoy miércoles.
Además, ha podido establecerse que una de las mujeres investigadas mantiene una relación sentimental con uno de los presos sospechados de haber cometido este ilícito.
Para el Fiscal a cargo de la investigación penal, los dos varones y las tres mujeres sospechados -teniendo en cuenta los vínculos que existen entre todos ellos- actuaron "en forma coordinada y conjunta" para concretar la extorsión, ideada dese la cárcel con asiento en Azul y llevada adelante contando "con la participación necesaria" de las jóvenes referidas.
De esa manera, entre todos lograron despojar de importantes sumas de dinero al vecino domiciliado en Olavarría que se convirtió en la víctima de esta maniobra extorsiva por la que se llevaron a cabo los allanamientos y la requisa en el penal son sede en Azul.
En Bolívar, un inmueble situado sobre la calle Castelli y otro que está en la prolongación de la Avenida Belgrano fueron allanados este miércoles por personal policial. Y lo mismo sucedió con una propiedad ubicada en la Calle 17 (ex Montesano) de Olavarría.
En tanto, una celda colectiva identificada con el número 102 -que ocupan los dos reclusos investigados y está ubicada dentro del denominado "régimen cerrado" de la Unidad 7- fue el lugar donde se llevó a cabo la requisa que también ordenara la Jueza de Garantías que entiende en la tramitación del sumario penal.
"A través de labores investigativas, consistentes en análisis de reportes bancarios y de intervenciones telefónicas, se establece la autoría de estas cinco personas en el hecho, quienes conforman una red dedicada a la comisión de delitos de tipo extorsivo. Dos de ellos son internos de la Unidad 7 de Azul, quienes mediante ardid realizan las extorsiones; mientras que las mujeres imputadas se encargaban del manejo del dinero recaudado", se mencionó en un reporte dado a conocer desde la DDI Azul con relación a este caso.
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