5 de diciembre de 2021
El joven sacerdote, César Antonio Cáneva, supo rodearse de muchos colaboradores -esencialmente mujeres-, que llevaron adelante una monumental obra de caridad y amor hacia los más desamparados. Entre ellas, "Cofa" Elizagaray sobresalió y alcanzó una de las más altas distinciones otorgadas por la Iglesia Católica.
Josefa Amelia "Cofa" Elizagaray nació en Azul el 13 de marzo de 1890. Sus padres fueron el hacendado gallego, nacido en Santiago de Compostela, Manuel Elizagaray y la argentina Alejandra Malmaceda. Fue bautizada el 19 de abril del año de su nacimiento, por el cura José Cambra, siendo sus padrinos Silvestre Coustet y Amalia Elizagaray.
Tuvo al menos nueve hermanos: Manuel Gerónimo, Elena Antonia Bernabela, Antonio Domingo, Julio Claudio, Rodolfo Inocencio, Ricardo Damián, Alejandro Ramón Esteban, Jorge Fausto del Carmen y María, algunos de los cuales, como ella, fueron personalidades sumamente reconocidas en la comunidad azuleña.
Distinguidas Damas
Cuando el joven sacerdote César A. Cáneva llegó a Azul y tuvo que retomar la obra de la Iglesia Parroquial (actual Catedral), cuya construcción se hallaba demorada por diversas razones, Josefa Amelia y su hermana Elena se sumaron a la "Comisión de Damas" que se integró con el objetivo de apuntalar los esfuerzos que realizaría la "Comisión Pro Templo". La quinceañera "Cofa" comenzó en ese grupo a nutrirse de bellos sentimientos, de la pasión evidenciada en mujeres como, entre otras, las docentes Ernestina Darhanpé (de Malére), Justa Gallardo (de Zalazar Pringles) y María Rosalía Gómez de Enciso. Integrando ese exquisito conjunto de mujeres, "Cofa" tuvo la oportunidad de conocer a Mercedes Castellanos de Anchorena, la destacada Condesa Pontificia argentina que legara innumerable cantidad de obras por el país y también Azul. Por entonces, "Cofa" comenzó a dar catecismo, evidenciando su fervor religioso.
Realizó sus estudios en la Escuela Normal Mixta "Bernardino Rivadavia" de la que egresó como Maestra Normal en 1907. En dicho establecimiento fue maestra de grado, maestra fiscal en 1927 y enseñó, desde 1930, además, dactilografía y redacción comercial a los alumnos de 6° grado. Su otra gran pasión fue la música... Era una eximia ejecutante de piano, acompañando muchas veces las melodías con su delicada voz.
A pesar de la diferencia de edad, "Cofa" entabló una estrecha amistad con la viuda María Rosalía Gómez de Enciso. Ellas compartían muchas inquietudes vinculadas con la caridad y el bienestar del prójimo. De hecho, integraban diversos grupos de damas que colaboraban incansablemente con la labor del Padre Cáneva. El 10 de diciembre de 1922, "Cofa" pronunció un sentido discurso frente al monumento funerario que se erigió por suscripción popular en la tumba de María Rosalía que había fallecido a temprana edad -52 años-, el 26 de enero de 1920. Varios años más tarde, en 1934, con motivo del centenario de la Parroquia, se rindió una serie de homenajes a diversos benefactores de la iglesia, entre ellos, a la recordada María Rosalía, ocasión en la que "Cofa" sentenció sobre su amiga: "Y con estos recuerdos, permitidme que haga un pedestal para que de él surja la figura de una mujer, ante cuya tumba estamos reunidos, de la mujer fuerte del Evangelio, a quien podemos llamar con toda justicia 'el alma de todo apostolado' y la 'precursora de la Acción Católica en nuestra Parroquia'. Su nombre no podrá ser nunca olvidado por quienes tuvimos la dicha de conocerla. (...).".
Pilares de la Fe
El domingo 6 de marzo de 1932, junto al presbítero Luis J. Actis, Josefa fundó la Asociación "Las Teresitas", cuya Patrona era Santa Teresita del Niño Jesús. Constaba de dos secciones: Menores y Mayores, con sus respectivas comisiones. Usaban como distintivo al asistir a Misa de la Juventud en la Catedral una cinta rosa con una medalla de la Santa, ocupando la izquierda de la nave central. El grupo llegó a superar las ciento veinte asociadas, destacándose los sábados por la tarde cuando cantaba la Salve Regina, demostrando gusto para el Canto Gregoriano, participando del Coro Parroquial bajo la dirección de "Cofa".
El 2 de octubre de 1932 fueron reconocidos oficialmente los Centros y Círculos de la Acción Católica Argentina, movimiento laical que creció rápidamente y se convirtió en el más importante de la Iglesia argentina del siglo XX. Creada según el modelo de Roma y a instancias del episcopado en 1931, nació como "brazo ejecutor" y por voluntad de las jerarquías que la ponían en marcha ante la "cruzada" que se mantenía con la "Argentina laica y liberal". En Azul, se había levantado una tribuna en el veredón de la Catedral y en presencia de los Consejeros diocesanos de la Acción Católica Argentina, Julia Esther Etcheverría de Larceri, el presbítero José Barreir, Jaime Oscar de Barrio y René A. Féminis, se hizo la proclamación oficial después de pronunciar todos hermosos y vibrantes discursos sobre el significado de la Acción Católica. Los representantes de los círculos y centros locales, Josefa Amelia Elizagaray (vocal en el Junta Parroquial y presidenta del Círculo de la Juventud Femenina, grupo éste en el que se contaban selectas señoritas de incansable laboriosidad), Nicanor Allende y Paulino Fajardo fueron los tres oradores azuleños. Con su infinita modestia, en un costado del escenario, sutilmente monseñor Cáneva asentía cada palabra pronunciada colmando plenamente su corazón de satisfacción.
"Cofa" jugó un papel de relevancia en la vida del Buen Pastor, ganándose el aprecio de las Hermanas y las asiladas. Soltera y sin hijos, ella adoptó a los más necesitados como parte de su propia familia, entregándose a cada paso, buscando poner una luz de esperanza en los menesterosos. Su alegría se transmitía en sus actos; habitualmente concurría para amenizar las tardes con música en el Asilo o acompañar las celebraciones religiosas en la Capilla.
Asimismo, presidió desde su creación y hasta su deceso la "Comisión Patrocinadora" del Asilo, encabezando innumerables colectas de fondos. Su tarea al frente era tan titánica que queda en evidencia al repasar de las personas que debía coordinar para recorrer la ciudad y lograr colectar los fondos. Un ejemplo se desprende de la nota publicada por el diario "El Tiempo", el 2 de septiembre de 1957, en la que se consignan más de cincuenta mujeres coordinadas y encabezadas por "Cofa" para realizar la colecta anual del Buen Pastor.
Dama Pontificia
Fue durante 54 años presidenta de la "Propagación de la Fe", siendo distinguida en 1965 por el papa Paulo VI (Pablo VI), como Dama Pontificia, otorgándole la condecoración "Pro Ecclesia et Pontifice" ("Por la Iglesia y por el Papa"). La distinción, con forma de Cruz, es otorgada como premio a la fidelidad a la Iglesia y el servicio distinguido a la Comunidad eclesial por parte de clérigos y laicos. Fue instituida por León XIII, el 17 de julio de 1888, en la celebración de sus cincuenta años de ordenación sacerdotal. Desde 1908, la pieza se otorgó solo realizada en oro. Desde su origen hasta el pontificado de Paulo VI, la cinta de la medalla fue de color púrpura, con dos franjas en blanco-amarillo, una a la derecha y otra a la izquierda. En 1978, el papa Paulo VI cambió el diseño de la cruz adaptándola a la estética de la época; en medio de la misma se incorporaron las imágenes de los apóstoles Pedro y Pablo y los colores de la cinta pasaron a ser solamente amarillo y blanco. Es importante remarcar que, hasta 1993, la distinción pontificia "Pro Ecclesia et Pontifice" era la más alta que las mujeres podían recibir.
Josefa Amelia "Cofa" Elizagaray falleció en Azul, a los 77 años de edad, el día 6 de febrero de 1968. Su velatorio se realizó en su propio domicilio, en la calle Gral. Uriburu 531 (actual De Paula) y sus restos fueron inhumados en el Cementerio Único de Azul.
Aquella triste jornada, por LU10 Radio Azul, se leyó una breve, pero concisa reseña sobre "Cofa" que rezaba:
"Más de medio siglo de apostolado laico, de proyección y profundidad tal vez no igualadas, ha concluido hoy con la partida definitiva de 'Cofa' Elizagaray.
Hace más de 60 años comenzó a pregonar la Doctrina de Cristo. Su acción en la catequesis, no exenta de heroísmo por aquellos tiempos, comenzó a expandirse desde la iglesia Nuestra Señora del Rosario y, más tarde, tuvo su más alta expresión desde el Centro Catequístico de Nuestra Señora del Carmen, antes de lo que hoy es la Parroquia del Carmen y antes también de lo que, en principio, fue una modesta capilla de chapas.
Como corista, dio sus primeros pasos en el coro que inicialmente tenían a su cargo las Hermanas del Colegio Inmaculada Concepción y el cual, más tarde, pasó a dirigir. Lo hizo durante varias décadas y, prácticamente, hasta el último de sus días.
En el Hogar del Buen Pastor trabajó también incansablemente por espacio de casi toda una vida. Presidía la Comisión Cooperadora desde la cual realizó una obra sencillamente maravillosa.
Generaciones enteras recuerdan con profundo cariño a la señorita J. Amelia Elizagaray como maestra de sexto grado de nuestra Escuela Normal, cargo que desempeñó durante casi treinta años y al que también se prodigó con la integridad y fortaleza espiritual y moral que la distinguieron en todos sus puestos y en todos sus actos.
Su Santidad, Paulo VI, le confirió hace tres años la condecoración 'POR LA IGLESIA Y EL PONTÍFICE'.
El año pasado fue una de las "Siete mujeres azuleñas" distinguidas por una institución local por su proficua labor al servicio de la comunidad.
En esta casa tuvimos el privilegio de conocerle muy de cerca. El Coro 'Santa Cecilia' traía a Radio Azul el Mensaje de Paz... en todas las navidades, menos en la anterior. La salud de la vieja directora estaba ya quebrantada. La última actuación del Coro Polifónico fue en ocasión de inaugurarse el Monasterio de las Carmelitas. Allí, por diciembre último, concluía inadvertidamente una tarea de toda una vida. Hoy ha concluido su propia vida... pero nada más que eso. Solo la vida de 'Cofa' Elizagaray es lo que ha terminado. Su trabajo, sus luchas, su testimonio y sus obras... mantendrán siempre 'vivos' su nombre y su recuerdo.".
EL DATO:
El presente texto es un fragmento del libro publicado por el autor: "'Yo soy el Buen Pastor'. Breve historia de la Capilla 'Sagrado Corazón de María' de Azul".
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