El pedido para que el imputado recuperara la libertad había sido denegado este viernes que pasó por Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3.

Teniendo en cuenta lo decidido, el investigado continúa detenido. Y en los próximos días -en respuesta a otra solicitud, pero presentada por Marcelo Fernández, el fiscal que desde la UFI 1 lleva adelante esta Investigación Penal Preparatoria- podría ordenarse en una primera instancia su prisión preventiva.

No bien el pasado 29 de mayo se hizo efectiva su aprehensión en esta ciudad, el imputado permaneció en la comisaría primera local. Y después de que esa medida cautelar fuera convertida en detención en el marco de esta causa penal que lo involucra, días atrás el joven había sido llevado a la alcaidía de una de las cárceles del complejo penitenciario que está en la localidad olavarriense de Sierra Chica.

A fines del mes anterior, luego de una persecución policial que se tradujo en su arresto en la vía pública -durante un procedimiento que derivó en que también se recogiera en su poder un cuchillo que había utilizado para amenazar a su ex pareja- el acusado de este caso de violencia de género fue identificado como Fernando Tránsito Toledo.

De 28 años de edad, agentes del Comando de Patrullas de Azul hicieron efectivo su arresto después de que protagonizara el episodio intimidatorio que tuvo como víctima a su ex pareja: una mujer que en oportunidades anteriores ya había sufrido por parte del joven que continúa privado de la libertad más episodios de violencia machista.

Pedido rechazado

Las características que tuvo este caso de violencia de género y las circunstancias que derivaron en su aprehensión lo siguen teniendo a Toledo acusado de "coacción agravada, desobediencia y resistencia a la autoridad, en concurso real".

De resultar condenado en un futuro juicio, la posibilidad de que le sea impuesta una pena superior a los tres años de prisión por ese concurso de delitos que le atribuyen -y que, por lo tanto, dicha sanción no sea de ejecución condicional- fue una de las circunstancias valoradas por el Juez garante para rechazar el pedido para que el joven recupere la libertad.

"Arribo a tal conclusión al observar la agravante que habrá de traducirse en la mensuración de la pena" por "el desarrollo de las conductas en un claro contexto de violencia de género" hacia la víctima y "en franca violación de una manda judicial", escribió el juez Suárez en lo resuelto.

Un dato importante en este caso se relaciona con que, cuando cometió ese episodio intimidatorio en perjuicio de su ex pareja a fines de mayo pasado, estaba vigente para el acusado una perimetral que le prohibía acercarse y mantener cualquier tipo de contacto con ella.

El titular de Garantías 3 concluyó también que el planteo de la Defensa Oficial para que el investigado recuperara la libertad no podía prosperar, al estar presente "el riesgo de elusión que nace de la improcedencia de los supuestos de excarcelación ordinaria",

A lo referido. el Juez de Garantías que entiende en esta causa le adunó la concurrencia en los hechos investigados de "un indubitado riesgo de entorpecimiento probatorio". Una situación basada en ese contexto de violencia de género "en que se encuentran inmersos los delitos" que le imputan a Toledo y en el estado de vulnerabilidad de su ex pareja y víctima de lo sucedido.

Al episodio investigado el magistrado garante sigue considerándolo dotado de una "peligrosidad evidente", teniendo en cuenta que desde meses antes a que sucediera estaba vigente la perimetral que el joven vulneró cuando resultó arrestado el 29 de mayo pasado.

A esa manda judicial se la dictó el juez de Garantías Federico Barberena al imputado el 6 de febrero de este año, luego de que en aquel entonces su ex pareja lo había denunciado por más hechos de violencia de género que ella sufriera.

"A pesar de estar debidamente notificado de la medida cautelar, ha hecho caso omiso a la prohibición establecida, exhibiendo su conducta el total desapego a las normas", escribió el titular de Garantías 3 en lo resuelto este viernes que pasó.

Para denegar ese beneficio de excarcelación que se pretendía para el acusado, el Juez garante tuvo en cuenta también la existencia de esa causa penal acumulada que se le iniciara en febrero pasado. Mismo sumario que luego derivara en el dictado de la perimetral que vulneró el 29 de mayo, en ocasión de que amenazara de muerte a la víctima de estos episodios de violencia machista.

Amenaza, persecución y arresto

Tal lo que EL TIEMPO informara, aquel día jueves 29 de mayo por la tarde Fernando Tránsito Toledo, circulando en una motocicleta, pasó en varias ocasiones por el frente de la casa donde vive la víctima, situada sobre la calle Escalada.

En una de esas oportunidades, al verla parada en la puerta del inmueble, la insultó y después, con el cuchillo, amenazó con matarla, para lo cual hizo un ademán mediante el cual se pasó la hoja del arma blanca que portaba por su propio cuello.

La moto que el encausado conducía no tenía su chapa patente colocada y su número de chasis -según pudo comprobarse cuando fue aprehendido tras la persecución policial- estaba "suprimido totalmente y pintado con pintura negra".

La situación derivó en que personal policial concurriera a la casa de la víctima, por lo que al observar la presencia de los uniformados Toledo se dio a la fuga en esa motocicleta en la que andaba.

De esa manera, se inició la persecución que instantes después finalizó con su arresto, llevado a cabo cuando los efectivos de seguridad lo interceptaron sobre la calle Guiraut.

En ese sector de la ciudad, los agentes del CPA lograron alcanzarlo, tirarlo al piso, reducirlo y esposarlo. Y también se recogió en su poder el cuchillo que empleó para amenazar a su ex pareja.

Las características que tuvo el procedimiento que finalizó con su arresto fueron mencionadas también por el juez de Garantías Suárez para denegarle a Toledo la excarcelación pretendida.

"La conducta desplegada por el encausado ante la actuación policial que concurrió al domicilio de la víctima habilita también la imposición de una medida cautelar, a fin de evitar que eluda el accionar de la justicia como el normal desenvolvimiento del proceso", escribió el magistrado para después concluir que el investigado siga privado de la libertad es la una única medida adecuada "para asegurar la recolección de la prueba" que aún falta incorporar en esta causa y "para garantizar la integridad" de su ex pareja y víctima de este caso de violencia machista.

Esa joven, al serle tomada una declaración, había manifestado el temor que le genera Toledo por sus conductas hacia ella. Una situación que, se refiere también en las actuaciones penales, por sus agresivas actitudes el acusado había hecho extensiva a familiares de su ex pareja, "constituyendo ello un indicio de que la medida cautelar de encierro deviene necesaria".