COLUMNA . Día de los Trabajadores: Una jornada para la reflexión

Desde sus orígenes, la fecha alusiva refiere a la lucha obrera por las mejores condiciones para ejercer la labor. Históricamente, las conquistas más importantes de los trabajadores han sido el resultado del reclamo, la constancia, el no rendirse en cada solicitud, a pesar de las dificultades o de las complejidades existentes.

Sin embargo, la obtención de mejoras -del carácter variado que puedan representar: salariales, de horarios, días de descanso, indumentaria, licencias, entre otros-, además de la lucha reflejan el reconocimiento de lo justo, la consistencia de lo reclamado.

Porque muchas veces, desde algunos sectores y pensamientos pareciera que se exige que frente a la tenencia de un trabajo, quien lo ejerce debe resignar -por esa simple posesión- muchos derechos, como un sueldo digno, buenas condiciones para las tareas diarias o el descanso necesario entre otras mínimas condiciones lógicas.

No debemos olvidar el valor del trabajo como fuerza motora del desarrollo y del crecimiento en cada variada y distinta actividad. Y en ese marco, el rol fundamental del trabajador.

Por ello la invitación al análisis del contexto laboral que realicé en las primeras líneas de esta columna. Como dirigentes sindicales, diariamente buscamos defender los derechos de los trabajadores en contextos cada vez más complejos y difíciles como el actual. Con frecuencia, vemos como la lógica señalada párrafos atrás intenta arrastrar con derechos básicos.

Como representantes gremiales, nos encontramos frente a una realidad preocupante, donde la defensa de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales respectivas, enmarcadas por las estructuras descriptas con anterioridad, implican un esfuerzo constante y una mirada profunda.

Desde la Asociación Empleados de Comercio permanentemente hacemos referencia a que cada beneficio que obtenemos para nuestros afiliados, cada defensa de sus derechos, cada acompañamiento está vinculado a la búsqueda de mejorar la condición de vida del trabajador y de su familia. Porque justamente es allí hacia donde debemos encaminar nuestros anhelos, a comprender cabalmente que el trabajo debe contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.

En esta fecha tan especial, desde la AECA saludamos a todos los trabajadores del Partido. Y en particular, a nuestros afiliados mercantiles con los que juntos trabajamos cada día y frente a los cuales nos comprometemos a seguir accionando y gestionando en favor de sus intereses y necesidades.

También celebramos a quienes lucharon y luchan a diario por el efectivo ejercicio de los derechos laborales y a los propios trabajadores que reconocen, hacen valer y exigen esos derechos.

Jorge Ferrarello

Secretario General de la Asociación Empleados de Comercio del Azul (AECA)