EL TESTIMONIO DE UNA VECINA. "Estamos totalmente desprotegidos"

"Viví un momento terrible", le dijo a EL TIEMPO una vecina domiciliada en Villa Fidelidad llamada Andrea Marisa Sánchez, quien ayer domingo, cuando era alrededor de la hora seis y estaba durmiendo con sus dos pequeños nietos, fue despertada por un sujeto que intentó ingresar a su casa con fines de robo.

La indignación de la mujer, según contó, tuvo que ver con que llamó en dos ocasiones al 911 -el teléfono de emergencias de la Policía- y que recién un móvil se hizo presente en su domicilio varios minutos después de que el hecho sucediera, cuando ese sujeto que pretendió meterse en su casa por la fuerza ya se había dado a la fuga.

"¿Qué hubiese pasado con los nenes y conmigo si me tiraba la puerta abajo de mi casa? ¿O si estaba armado? Y yo sola con las criaturas y habiendo llamado a la Policía dos veces...", expresó en un contacto mantenido con este diario la vecina a la que le tocó atravesar por esta experiencia de victimización.

Un posteo

En su muro de la red social Facebook, Sánchez había hecho un posteo dando cuenta de lo que le pasó.

"Quiero hacer público mi descargo de lo que ocurrió ayer en mi domicilio y de lo cual no tuve respuestas eficientes y rápidas por parte del personal policial", comenzó señalando en esa publicación.

"Alrededor de las 6 AM empiezo a sentir ruidos afuera de mi domicilio. Una persona a la cual no pude identificar, puesto que traía su cara tapada con una campera, abre la reja del exterior y empieza a patearme la puerta", escribió.

Eso hizo que la vecina llamara a la Policía, desde donde le dijeron que "acudían a mi domicilio inmediatamente", lo cual sucedía al mismo tiempo que el sujeto "empieza a querer abrirme las puertas de mi auto, lo cual no pudo, y luego empezó nuevamente a patearme la puerta".

"Al no saber cómo actuar, le dije con voz fuerte quién era, a lo que me respondió diciendo el nombre de uno de mis hijos (obviamente, mentía)".

"De los golpes, la puerta estuvo a centímetros de abrirla, por lo que volví a llamar a la Policía y me empezaron a preguntar cosas incoherentes, como si yo sabía si estaba armado y demás", continuó contando en ese posteo.

"Quiero hacer público lo sucedido. El móvil llegó media hora después de que pasara todo. Está la denuncia hecha, pero no me sirve".

"¿Si esta persona lograba entrar a mi casa qué pasaba? ¿Cómo pueden pretender que en tal situación me ponga a describir todo?".

"Quiero que las autoridades competentes sean más eficientes a la hora de actuar ante un llamado así. Por mí y por todos. Yo puedo decir que -escribió en Facebook en alusión al delincuente- no pudo abrir la puerta de mi casa ¿Pero si lo lograba?".

"Vino con intenciones de robar"

La casa donde Andrea Sánchez se domicilia está situada sobre la calle Roca entre San Carlos y De las Cautivas, frente al Regimiento. Y en ese inmueble también posee un comercio donde vende ropa.

"Estaba con mis dos nietititos, de cinco y siete años. De repente escucho la reja del frente de mi casa y veo una sombra que pasa por la ventana. Y esa sombra después volvió. Yo estaba durmiendo; pero al escuchar que abrían la puerta de la reja, que tiene un pasador que hace ruido, me desperté", le contó a EL TIEMPO sobre lo sucedido ayer domingo cuando era alrededor de la hora seis.

"De repente -señaló también sobre el accionar de ese sujeto que se hizo presente en su vivienda con fines de robo- empezó a golpear fuerte la puerta. Yo me quedé como paralizada. Golpeaba cada vez más fuerte y me gritaba que abriera. Los nenes también se despertaron, que estábamos durmiendo los tres juntos".

"Cuando me levanté, me fui a mi negocio por una puerta que lo comunica con la casa. Entonces me quedé desde ahí viendo si esta persona se iba, así veía quién era. En ese momento lo vi cuando se fue hasta mi auto y empezó a tratar de abrirle las puertas, pero no pudo. Me extrañó que no se activara la alarma del auto, porque tironeaba las puertas para abrirlas. Ahí se fue para el lado del negocio, y yo desde adentro vi cómo tanteaba el picaporte de la puerta del local para abrirla, que tampoco pudo", relató sobre lo que fueron esos instantes en que el delincuente pretendía ingresar a su domicilio por la fuerza.

Sánchez señaló también que para ese entonces ya había llamado por primera vez al 911. Y que durante esa comunicación -que se recibe en un centro de atención que está en Mar del Plata- "no sabés las pavadas que me preguntaban: si el tipo estaba armado, qué ropa tenía o si yo lo conocía".

"Yo lo único que quería era que se apuraran y que mandaran un patrullero a mi casa porque estaba con los dos nenes", expresó en el contacto mantenido con EL TIEMPO.

"Mientras tanto este tipo, al ver que no podía abrir las puertas del negocio ni del auto, se volvió para el lado de mi casa, donde empezó a darle patadas a la puerta del frente, que es de madera. Quedaron sus zapatillas marcadas en la puerta. Ahí volví a llamar al 911, para pedirles por favor que se apuraran y mandaran un móvil", agregó la vecina víctima de esta situación.

Sánchez mencionó que debido al violento accionar del sujeto "la puerta temblaba de las patadas que le daba".

En ese entonces tuvo una reacción que puede parecer graciosa al contarla; aunque en aquel momento se convirtió en el único recurso que se le ocurrió para hacer que ese sujeto se fuera: "Le grité fuerte, con voz medio de mala, y le pregunté qué quería y quién era. Él me dijo el nombre de uno de mis hijos y se hizo pasar por él. Pero, obviamente, yo sabía que no era mi hijo. Entonces le empecé a gritar que se fuera, que se iba a levantar mi marido y que lo iba a reventar a trompadas. En la desesperación que tenía me inventé un marido, que no tengo, porque no sabía qué decirle para que se fuera. Ahí le dio otro patadón a la puerta y se fue. Y cuando pasó por el lado del negocio lo vi, por lo que si ahora tengo que volver a verlo lo distingo".

Andrea Sánchez dijo que transcurrieron varios minutos desde "que pasó todo esto" hasta que "llegó la Policía a mi casa, donde me tomaron los datos".

"Yo les pedía que hicieran una recorrida por el barrio para ver si lo encontraban a este tipo. En el momento justo que lo podrían haber agarrado cuando estaba en el pasillo de mi casa, en la puerta, no vinieron. Y yo vivo a unas cinco o seis cuadras de la comisaría primera", señaló.

"Este pibe vino con intenciones de robar, con la intención de meterse en mi casa", afirmó para después señalar: "Estamos totalmente sin seguridad, sin nada. No sé qué hubiese pasado si entraba a mi casa. Después, si le metés un fierrazo en la cabeza, seguramente a la que tendrían en vueltas sería a mí".

"Está todo mal esto. Estamos totalmente desprotegidos, a la deriva y con el corazón en la boca. No podemos vivir así. Y cuando llamamos al 911 nos hacen unas preguntas tan estúpidas que así pierden tiempo en avisar a un móvil para que venga enseguida cuando estás llamando por una urgencia", sostuvo también, molesta por lo ocurrido.

"Nosotros, que somos los que pagamos impuestos y les pagamos el sueldo a la Policía, no tenemos que estar invirtiendo en más seguridad para la casa", respondió cuando este diario la consultó si ahora tiene pensado reforzar la seguridad de ese inmueble donde vive.

"No es así, ellos tienen que andar patrullando y dando vueltas. Y en este barrio no se ve presencia policial", sostuvo finalmente Sánchez.