Inés Masanelli es azuleña y, desde 2001, vive junto con su familia en Israel. El sábado, un llamado telefónico la despertó. Un amigo le describió la situación: el grupo terrorista Hamas acababa de realizar un ataque terrestre sobre un kibutzim ubicado al sur del país. Poco después, como en el resto del mundo, supo que había miles de muertos y heridos. Muchas personas habían sido tomadas como rehenes y, poco después, en la aldea agrícola arrasada, se hallaron al menos cuarenta niños decapitados.

Ayer, durante un dialogo con el programa de este diario "Tiempo de Radio", Masanelli admitió que "la verdad es que estoy muy conmovida con todo lo que está pasando".

No le resultó fácil explicar, realmente, lo que es inexplicable e inadmisible: las características brutales del ataque terrorista.

Hamas es una organización terrorista palestina, autoproclamada "yihadista, nacionalista e islamista", y controla el gobierno en Franja de Gaza.

La azuleña Masanelli, junto a su familia, vive en el pueblo Yavne'el, en la región norte de Israel. "Hace dieciocho años que yo me vine con mis hijas y el papá de mis hijos pequeños. Ahora tengo cinco hijos, vivimos todos en Israel", dijo ayer, en el inicio de la entrevista.

Señaló que "hay algo que me sorprendió mucho cuando llegué a Israel y fue que todos los pueblos acá son muy pequeños. Y hay pueblos árabes, pueblos judíos. Las personas que me traen gas son árabes. Tenemos re buena relación entre los árabes y los judíos israelitas", explicó, en tanto aseguró que, hasta el sábado, "era un lugar seguro, pasaban cosas siempre, pero era un lugar seguro".

Inés relató que "de repente el sábado, a las seis de la mañana, entraron a los kibutzim que están al lado de [la Franja de] Gaza; pero fue todo muy sorpresivo. Había una fiesta con tres mil quinientos chicos, en el sur, y entraron los terroristas de Hamas. Nadie sabe la cantidad que entró, pero mataron terriblemente, un montón de personas".

Masanelli mencionó que "ayer [lunes] encontraron, del kibutzim de un amigo nuestro, de Kfar Aza, a cuarenta niños sin cabeza. O sea... pasan cosas tan terribles que son imposibles de comprender".

Afirmó que, por estas horas, "es muy difícil la situación. Todas las familias acá tienen soldados. Mi yerno está ahora en el servicio otra vez. A mi hija [reservista] la llamaron y estamos viendo el destino".

"Todas las familias tienen soldados -explicó-. El ejército israelí no es el ejército que se ve en otros lados. Es familia. Son compañeros, son amigos".

Con el ataque de Hamas, el sábado último, "desaparecieron un montón de personas. Eso es lo más fuerte también para nosotros, porque desaparecieron, se llevaron a niños, a mujeres; a ancianos, que no tienen sus remedios y no sé en qué situación están. Todo muy fuerte", confirmó Masanelli.

Al ser consultada con respecto a si había vivido situaciones como la desencadenada el 7 de octubre, Inés aseguró que "se vivía de otra forma. Nunca hubo tanta maldad" como la que se registró en el último ataque terrorista.

"Estuve en la guerra de 2006 y estuve en la guerra del 2014. En el 2006 yo estuve haciendo actividades para los niños adentro de los subsuelos, dentro de los bunkers, y ahí viví la guerra, pero no fue con tanta maldad como lo fue ahora", refirió, para luego observar: "Ahora nos sorprendió y la gente israelita, que es parte como de mi familia, está totalmente devastada".

La azuleña radicada en Israel dijo que "todas las personas que me he cruzado estos días tienen un amigo, un familiar, que le pasó una desgracia terrible. Mis hijas tienen amigos que no aparecen... es muy duro".

Juana y Victoria Sombra son sus hijas mayores. "A Victoria la están llamando [por ser reservista de ejército] y estamos viendo el destino que le van a otorgar, porque hoy la llamaron y el destino era en los territorios ocupados, Cisjordania, que está muy mal también. Así que van a ver si le pueden encontrar un destino en el norte".

Explicó que sus hijas "Victoria y Juana, hicieron el servicio militar y estuvieron dos años y medio. Juana fue jefe de un montón de soldados. El ejército militar acá es familia, somos nosotros mismos, son personas, son los papás del jardín donde yo trabajo. Mi yerno está con el rifle, va y viene", dijo, al referirse a la cotidianeidad por estos momentos.

También indicó que "quizás en Argentina no se entiende, pero acá a la policía y el servicio militar yo no les tengo miedo. Nos ayudan y son parte de nosotros".

Luego de una consulta al respecto, mencionó que "yo me fui de Argentina en el 2001. Acá es un lugar seguro, árabes y judíos viven juntos. Es otra vida de lo que uno a veces piensa, que viven solamente judíos acá. No, viven todos juntos. El colegio de mi hija está rodeado de pueblos árabes y van un montón de árabes al pueblo de ella, que va a un colegio democrático. Es diferente y por eso los árabes y los israelitas tampoco entienden cómo atacaron de esa manera tan cruel".

Al referirse al ataque terrorista, Masanelli aseveró que "al grupo Hamas no le importa nada. No les importan los palestinos tampoco, porque ahora, con todas las represalias, van a morir, pobrecitos, un montón de palestinos".

El ataque terrestre del sábado fue perpetrado por las denominadas Brigadas Izz al-Din al-Qassam. No sólo atentaron particularmente contra un kibutz, sino también accionaron contra los participantes en un festival de música que se estaba desarrollando en el sur de Israel, cercano a la frontera con la Franja de Gaza. A ese operativo sorpresa Hamas lo denominó Tormenta Al-Aqsa.

En efecto, miles de jóvenes asistían a un festival de música en el desierto, próximo a Be'ei. Allí fueron tiroteados y secuestrados. Aún los números de rehenes son inciertos y continuaban hallándose cuerpos ayer, luego de la masacre.

Inés Masanelli, durante la entrevista con "Tiempo de Radio" también señaló: "Yo quería contar algo. A mi hijo, hace diez años, lo operaron del corazón, y yo estaba en el hospital, que es el más grande del mundo y está en el centro de Israel, y había gente de Gaza. Y yo dije cómo puede ser que estén acá. Les pregunté, porque era gente re linda. Y nos dijeron que la gente de los kibutz, al lado, los llevaban y los traían al hospital, que el costo de los hoteles y todo se los hacían los judíos que vivían" en los kibutz -comunidades cooperativas agrícolas-. "Por eso -explicó Inés- había buena relación con la gente de Gaza. Incluso cuando estaba cerrada la frontera, había permisos. Israel les permitía entrar, hacer operaciones de corazón abierto a los niños, hacer un montón de cosas".

Del mismo modo indicó que "no es como ahora, que cortaron el suministro de agua, de luz y demás. Lo que pasa es que fue tan grande esto [en referencia al ataque terrorista] que no saben cómo manejarse, es muy fuerte todo".

La azuleña relató que "yo vivo en Yavne'el, que es un pueblo que está en el norte. Está a cincuenta minutos de Líbano. Acá todo es muy cerca de todo. Está a dos horas y media" de la Franja de Gaza.

Al ser consultada sobre la situación en su pueblo, actualmente, precisó que "nosotros estamos tranquilos por ahora. Están mis hijas en casa. Se vinieron de Tel-Aviv, ellas vivían allá y hay un montón de alarmas y bombas, entonces se vinieron para acá. Pero ahora Líbano empezó a atacar desde el norte, desde ayer, así que vinieron a protegernos un montón de soldados, vamos a esperar que no pase nada más".

Con respecto a actividades solidarias que se realizan actualmente en Israel, luego del ataque de Hamas, Inés Masanelli sostuvo que "algo que me impresiona muchísimo es la cantidad de amor que se ve, después de tanto dolor. La gente sale a ayudar, porque son casi 300 mil soldados nuevos, más todos los que había, es mucho. Así que salen a darles comida. Mis hijos se juntan y arman cajas".

En ese contexto explicó que "hay un lugar en especial donde toda la gente se junta y arman toda la comida ahí y van repartiendo las cajas", dijo, en tanto mencionó que "ayer mis hijos llevaron helado y estaban re contentos por ayudar, porque estamos todos juntos".

"Lo que yo les dije a mis hijos -dijo Inés-, que son pequeños, y tengo a mi hijo que está discapacitado y que es muy sensible a toda esta situación, lo que le dijimos es que las cosas no están bien pero que somos fuertes y estamos juntos, y que vamos a pasar toda esta situación dolor".

La acción solidaria, en estos momentos, "es una buena forma llevar comida, ropa y lo que necesiten".

Por otro lado, al ser consultada sobre la falta de abastecimiento que trascendió en los medios masivos de comunicación, Masanelli confirmó que "es terrible, sí. Tengo hijas grandes, de 29, 28, 15 y los nenes de 11 y 10. Mis hijas fueron al supermercado y faltaba todo. Ahora lo que nos avisa el gobierno es que tenemos que tener provisiones para 72 horas adentro de los bunkers. Eso no es porque caigan bombas sino porque vienen los terroristas caminando. Ese es el problema, como pasó en los kibutz. Entonces tenés que encerrarte".

Los horrores del ataque, desplegados informativamente a través de grandes cadenas de comunicación, fueron confirmados por la azuleña radicada en Israel. Dijo al respecto que "en los kibutzim pasaron cosas terribles. Trataron de romper las puertas de los bunkers mientras la gente estaba adentro", al momento de producir la masacre.

"La mamá de un amigo mío, que tiene setenta y pico de años, estuvo encerrada desde las seis de la mañana hasta las dos de la madrugada, que la vinieron a rescatar. Hay gente de estuvo veinticuatro, setenta y dos horas; entonces lo que hacen es que nosotros nos proveamos de comida, agua. Es terrible... es terrible todo".

Al observar el cuadro de situación, Inés Masanelli admitió que "yo no puedo entender que a esta altura, 2023, haya tanta maldad como hay acá".

Al mismo tiempo la azuleña puntualizó que "también algo que quería aclarar es que Israel, todos los bombardeos que está haciendo, siempre le dice a la gente de Gaza que tiene que salir de las casas. Igual, lamentablemente, hay tanta cantidad de víctimas, de los dos lados...".

La vida cotidiana en los pueblos de Israel se ha trastocado desde el sábado. Inés relató que "la gente nos contiene un montón. Yo trabajo de maestra jardinera. Trabajo con niños pequeños. Mis hijos estudian. Mis hijos mayores trabajan en Tel-Aviv. Es una vida muy ordenada acá en Israel, muy organizado todo, absolutamente. La gente es muy cálida, todo el mundo está pendiente".

Ejemplificó con "una cosa muy sencilla: nace un niño y va todo el pueblo y le da comida por un mes y pico. Es un amor importante, porque somos pocos y la calidad de la gente es muy buena". Sin embargo, "ahora están todos en un shock".

Desde Argentina, a poco de conocerse el devastador ataque de Hamas, el gobierno accionó un operativo de salvataje de argentinos radicados en Israel. Sobre este punto, la azuleña Inés Masanelli descartó la posibilidad de regresar. "Nosotros sentimos que [Israel] es nuestro lugar. Nos contuvieron tanto que, la verdad, siento que es mi lugar. Y por eso mismo ahora siento tanto dolor, porque es inexplicable, pero también por nuestros amigos, que son como nuestra familia, están con pérdidas. Yo siento que es mi patria, tengo tres hijos israelitas, todos hablamos hebreo. Yo la siento como mi patria. No volvería a la Argentina a vivir, porque lo decidí hace muchísimos años, cuando fui a vivir a otros lugares del mundo, primero a Ecuador, después acá, y ya hace diez años que vivimos en este pueblo. Mientras tanto vivimos en otros lados, en todo Israel, pero ahora en este pueblo vivimos ya hace diez años. Es montañoso, hay una calidad de vida muy tranquila. Los niños viven su niñez como tiene que ser. Eso es diferente a Argentina. Acá no hay robos. Yo, por ejemplo, dejo las llaves en el auto en todos los lados donde voy. Perdés el teléfono y te llaman para devolvértelo. Pero también pasan estas cosas, que son terribles, y los niños también se acostumbran. Mis hijos saben cómo tirarse al piso si están las alarmas... Es una vida diferente".

Los subsuelos convertidos en bunkers forman parte de la vida cotidiana en Israel. Inés, ante una pregunta, explicó ayer que "en la anterior casa donde estábamos, porque hace dos meses nos mudamos, tenía el bunker con la cerrada especial, que se cierra hacia atrás. Y eso es lo que tienen en todos los subsuelos, los bunkers. Igual no todos tenemos. En esta nueva casa no tengo, así que tenemos que ir como a cien metros. Ayer fuimos y controlamos los tiempos, porque tenemos un minuto y medio para llegar... Estamos esperando que no pase. También estamos viendo lugares de la casa, porque hay lugares básicos, abajo de las escaleras, en los centros de las casas. Igual eso depende de cómo sea el ataque, si es aéreo o terrestre".

Aseguró, además, que "el terrestre es el que más preocupa ahora, porque hay muchos terroristas que no salieron de Israel". En efecto, las milicias de Hamas "andan en todos lados, están haciendo ataques terroristas por todos lados, matan a uno o dos cada vez, es muy fuerte. Y también todo el tiempo que salimos tenemos que estar todos en contacto; con todos nuestros amigos estamos en contacto. ¿Estás bien? ¿Llegaste? Es algo re fuerte".

Esta situación los obliga a estar en un estado de alerta permanente. "Eso es lo que nos pasó. Porque estábamos desde la última guerra con Gaza, hicieron como un tratado de que terminaba el fuego. Yo hablo en mi caso, cuando uno se relaja y piensa que no puede llegar a pasar, y cuando me llamó un amigo a las siete de la mañana el sábado, que me preguntó cómo estaban Victoria y Juana, porque ellas estaban en Tel-Aviv, le pregunte por qué. Me dijo que había lío en el sur. Y siempre se dice 'hay lío en el sur' y en pasan uno o dos días y se termina. No entendíamos lo que fue. La verdad, nadie lo sabía y cuando empezamos a ver las noticias... Además, lo que ocurre, es que Hamas le manda todos los videos de cómo torturan y cómo maltratan, y cómo hacen cosas a los rehenes, entonces el algo que no termina nunca y es mucho dolor".

También Inés ayer fue consultada sobre si el gobierno palestino exigió a Hamas que "deponga su actitud". Masanelli admitió que, "por lo que yo he escuchado, no; porque obviamente son personas que tienen mucho miedo, la gente que vive en Gaza. El que gobierna allí, legalmente no es el que gobierna, tienen mucho miedo y no pueden escaparse de las milicias del Hamas, que son muy fuertes". Es decir, los propios palestinos están "secuestrados" dentro de la Franja de Gaza.

"Tengo personas árabes cercanas -confirmó Inés-. Tenemos contacto. Yo voy a comprar pan al pueblo de al lado, que son árabes musulmanes, tengo trato, son re amables y nosotros somos amables con ellos. Hay una armonía. Ellos no pueden entender ahora", luego del ataque terrorista del sábado.

Por otro lado, la azuleña refirió que "yo pasé hace diez días por los territorios ocupados. Volví de Jerusalén luego de hacerme un examen, y volví por ahí. Y volví tranquila, no pensando que me podría agarrar un terrorista".

"Estábamos tranquilos -dijo Inés, en referencia a la vida cotidiana antes del sábado-. Veníamos todos de vacaciones, el que no se iba de vacaciones era raro, todo el mundo se iba y había un montón de gente fuera del país. Todo el mundo hacía algo, tranquilos, veníamos del Sukkot, la fiesta judía que se hace en dos semanas y no trabajamos; estábamos todos muy contentos y relajados. Y esa fiesta de 3500 chicos fue un golpe para todos, porque no solamente fueron los pueblos del sur, sino que chicos de todo el país estaban ahí".

Al ser mencionadas las últimas noticias, con los hechos que, poco a poco, se van desmenuzando y agudizan el cuadro de horror luego del ataque terrorista, Inés también pudo confirmar que "hay muchos muertos que todavía no se encontraron. Estaba tan caliente esa zona que los soldados no podían llegar y ahora están encontrando cuerpos, pero parece que hay 150 rehenes en Gaza, y son niños. Por los videos que nos pasan, es terrible las cosas que les están haciendo".

Con respecto a su contacto con otros compatriotas, indicó que, en Israel, "hay argentinos por todos lados. Yo soy vegetariana, no como carne, pero el papá de mi yerno hace asados. Él no es argentino, pero son de familia argentina. Tengo mis hijas que son argentinas, veo noticias argentinas. En general, acá los argentinos viven todos juntos, en diferentes lugares. Pero en el pueblo donde yo vivo soy la única argentina".

También Inés expresó ayer que "quería agradecer a mis amigos de Azul y a la familia que me llamó. Tengo amigos allí desde la primaria, amigos de toda la vida que sigo en contacto con ellos. Mucho amor me mandan, y mucha fuerza, y siempre cada vez que pasa algo ellos me llaman, pero ahora están todos muy preocupados, así que todos los días me mandan mensajes. Yo volví a Argentina hace dos años por una cuestión de salud de mi hermana, no tuve contacto con nadie, pero tengo contacto con mi gente por internet, y sigo teniendo contacto con Azul".

En el último tramo de la entrevista, ayer Inés Masanelli admitió que "no tengo buenas palabras para explicar lo que está pasando. Es terrible de verdad. Y las palabras, cuando hay tanto horror... estoy en shock. Hace tres días que cocinamos y hacemos cosas, pero como 'entes'... Es todo muy fuerte... Así que no tenga palabras precisas, pero es muy difícil".

Notablemente compungida, finalizó diciendo que "hay que pedir paz para que nadie más muera, porque son muchos, muchos, muchos...".