LO DISPUSO EL JUEZ QUE ENTIENDE EN LA CAUSA. Procesaron al policía de la DDI Azul que se tiroteó con tres efectivos de la Federal

La causa penal que se está sustanciando por el tiroteo entre tres policías de la Federal y uno de la Bonaerense, un hecho que en el año 2019 se produjo en una estación de servicios ubicada sobre la Ruta 3, ahora tiene procesado a uno de los efectivos de seguridad que protagonizara aquel enfrentamiento armado.

Se trata de Diego Coronel, un capitán de 46 años de edad perteneciente a la Policía de la Provincia de Buenos Aires que desempeña tareas en la DDI Azul.

Durante aquel incidente, sucedido en el playón de estacionamiento de la YPF situada en jurisdicción de Azul, a la altura del kilómetro 299 de la menciona ruta, el ahora único acusado había resultado con las lesiones de mayor gravedad, a causa de un balazo que recibiera en su región abdominal.

Ese disparo había sido efectuado por uno de los tres agentes de la Delegación local de la Policía Federal Argentina involucrados en este tiroteo, enfrentamiento armado que implicó que uno de ellos también resultara herido cuando este hecho se produjo en horas de la mañana del 11 de julio de 2019.

Desde el Juzgado Federal número 1 con asiento en esta ciudad, durante el transcurso de esta semana que pasó el magistrado Gabriel Di Giulio resolvió procesar a Coronel.

De la mano del análisis de las pruebas colectadas en esta investigación penal que todavía continúa, entre las cuales figura un video de las cámaras de seguridad instaladas en la estación de servicios, el Juez Federal concluyó que el único responsable a título penal de lo ocurrido aquella mañana fue el ya referido Coronel.

En ese contexto, continúa señalándolo como el presunto autor de los delitos de lesiones graves calificadas por el uso de arma de fuego, daño e impedimento funcional, ilícitos todos considerados como cometidos "en concurso real de acciones" por el -en ese entonces- Teniente Primero de la Policía provincial.

Además de rechazar su sobreseimiento -solicitud que había formulado su abogado defensor - y disponer, en consecuencia, su procesamiento "sin prisión preventiva"; el magistrado a cargo del Juzgado Federal número 1 con asiento en esta ciudad le fijó a Coronel un embargo sobre sus bienes por "un millón de pesos".

Una búsqueda que terminó a los tiros

Tal lo que ya ha venido siendo informado, esa mañana del 11 de julio de 2019 el tiroteo se había iniciado luego de que el ahora único acusado -que estaba vestido de civil- descendiera de su automóvil particular portando su arma de fuego reglamentaria y se dirigiera hacia ese otro rodado, tampoco identificable a simple vista, en el que se trasladaban, también sin estar uniformados, los tres agentes de la Brigada de la Federal.

En la estación de servicios que está en la Ruta 3 convertida en escenario de este enfrentamiento armado entre efectivos de seguridad, los policías de la Federal y el de la Bonaerense habían confluido tras los pasos de un sujeto que figuraba con un pedido de detención.

Aquella orden estaba vigente en el marco de la instrucción de una causa por una infracción a la ley de estupefacientes que en ese entonces se tramitaba desde la justicia federal.

Los tres policías de la Federal -identificados como Matías Ezequiel Quiroga y que ahora ha sido sobreseído (ver nota en Página 17), el cabo Sergio Raúl Ferreyra y el agente Mauricio Marcolongo- habían llegado aquella mañana en un Ford Focus al playón de la YPF que está sobre la Ruta 3.

En tanto, Coronel lo hizo en su automóvil Volkswagen Bora. En ese entonces, apoyado por un móvil del Destacamento Vial Azul en el que se trasladaban tres agentes que ya han declarado como testigos en esta causa.

En las actuaciones penales se menciona que Coronel sabía que la Policía Federal estaba desarrollando en la zona un operativo de manera encubierta para dar con el paradero del prófugo. El mismo sujeto al que él también buscaba por sus propios medios.

En esas circunstancias, bajó de su auto y se dirigió hacia el Focus portando su arma de fuego reglamentaria.

Posteriormente, "sin que mediara riesgo inminente para la seguridad de las personas o bienes", comenzó a desarrollar esa conducta que ahora se le señala como irregular y por la cual ha sido procesado.

Llevando su pistola, mientras caminaba hacia el auto donde estaban los agentes de la Federal -uno de los cuales en ese entonces había descendido del rodado a buscar una campera que estaba en el baúl- "Coronel impidió el desarrollo del operativo de la Brigada de Investigaciones de la Policía Federal Argentina, que se aprestaba al cumplimiento de una orden judicial de captura y generó un riesgo cierto para la integridad física de los efectivos de la fuerza, producto de lo cual el ayudante Matías Iván Quiroga hizo uso de su arma reglamentaria y efectuó un disparo que impactó en el abdomen" del encausado.

La segunda secuencia del enfrentamiento armado implicó que Coronel, desde el piso, respondiera "efectuando siete disparos", los cuales dieron tanto en el Focus como en el agente Ferreyra, cuyos balazos lesionaron sus piernas y rodilla derecha.

El efectivo de la DDI Azul fue trasladado ese día en un móvil policial al Hospital Pintos, donde tuvo que ser operado por primera vez a causa de ese balazo que había afectado órganos vitales. Días más tarde tuvo que ser llevado a una clínica porteña, donde también fue sometido a nuevas intervenciones quirúrgicas a causa de esas lesiones que pusieron en riesgo su vida.

En tanto, en un principio Ferreyra fue atendido en el Pintos y después derivado a otro centro asistencial: el Hospital Churruca de CABA, donde permaneció internado hasta que logró recuperarse de esas lesiones en sus extremidades inferiores que sufriera durante este enfrentamiento armado.

Un obrar "irregular"

Para el Juez que ahora lo procesó, el obrar de Coronel en lo sucedido "contravino las reglas de actuación policial y configuró una agresión ilegítima para los efectivos de la Policía Federal que se encontraban realizando el operativo encubierto" para dar con ese sujeto al que buscaban.

Desde el punto de vista del magistrado, el actual Capitán de la DDI Azul, sabiendo que dar con el paradero del prófugo -al que él también salió a buscar aquella mañana de manera particular por información que recibiera- era una tarea que ya llevaba adelante la Federal, "debió dar intervención a la policía provincial para que adopte las medidas de rigor".

"Sin embargo, asumió una conducta bien diferente" y se dedicó "en forma encubierta a la búsqueda" de ese sujeto.

"El obrar del efectivo policial deviene irregular, ya que no existía ninguna razón que desaconsejara que personal uniformado, identificable y de servicio tomase inmediata intervención", señaló el magistrado Di Giulio en la resolución que se tradujo en el procesamiento para el efectivo de la DDI Azul.

"Coronel -teniendo en cuenta de que contaba con esa información de que el prófugo estaba siendo buscado aquel día por la Policía Federal- ya no debía proseguir con su accionar 'encubierto'. Debió comunicar clara y adecuadamente la situación a la superioridad o a la autoridad judicial para evitar un conflicto o desarticulación entre las fuerzas. Se desentendió de esa situación y deliberadamente prosiguió con su objetivo. Y si bien solicitó apoyo al personal de la Policía Vial, se mantuvo siempre bajo el dominio de la situación cuyo eje estuvo en la labor 'encubierta'".

"Posteriormente, Coronel tomó la decisión, al margen del amparo de la legalidad y de la justificación, de interceptar a los tres ocupantes del Ford Focus azul. Solicitó apoyo sin transferir la diligencia al personal uniformado, cuando podía hacerlo. De este modo provocó la frustración del operativo de la Brigada y generó un grave riesgo para la seguridad de los involucrados y de terceras personas. En especial si se considera el ámbito: una estación de servicio", concluyó el Juez Federal.

Conducta "ilegítima"

Después, al momento del tiroteo, en el fallo se mencionó que el actuar por parte del policía encausado "termina de definir la nota de ilegitimidad que le vale al obrar".

"De las variadas alternativas que se presentaban para la identificación de personas, Coronel decide arribar abruptamente con su vehículo particular (lo cual puede observarse en las imágenes captadas por las cámaras de la estación de servicios), descender del rodado sin identificación alguna, extraer su arma, dirigirse rápidamente hacia el vehículo Ford Focus azul y esgrimir la pistola apuntándola hacia las personas que se encontraban en el mismo".

"Estas acciones, en el contexto ya referido, conformaron una clara agresión ilegítima de parte de Coronel, cuya valoración determina las consecuencias jurídicas de la reacción de Quiroga", el agente de la Federal que le disparó, terminó hiriéndolo y ahora ha sido sobreseído.

Las versiones sobre lo ocurrido de los tres policías de la Federal son hasta el momento las que han prevalecido, por encima del descargo escrito que hiciera el efectivo de la Bonaerense en ocasión de que el mes pasado fuera citado a indagatoria.

Mientras Coronel negó haber accionado la corredera de su pistola en un principio, dos de los policías de la Federal sostienen que sí lo hizo: Marcolongo, que conducía el Focus, y Quiroga.

En ese contexto, el procesamiento para el único acusado que ahora tiene este sumario fue dispuesto por el magistrado al concluir que "la conducta desplegada por Coronel ha sido ilegítima y se ha edificado como una agresión innecesaria, indebida y no justificada por la ley".

"El peligro fue desencadenado por su propia conducta", afirmó el Juez Federal. Y luego agregó: "Como respuesta al disparo que recibe, Coronel efectúa por lo menos siete descargas continuas contra el automóvil y las personas que se encontraban en su interior, cuyas consecuencias pudieron ser significativamente mayores a los graves resultados provocados. Se trató de una respuesta extrema, carente de parámetro y proporcionalidad que en modo alguno puede calificarse como 'fuego disuasivo'", algo que el imputado afirmó que hizo a través de ese descargo por escrito que entregara al momento de ser citado a indagatoria.

"De los testimonios de Marcolongo y Ferreyra y de la declaración indagatoria de Quiroga se desprende que, a contrario de lo sostenido por Coronel, el sujeto que esgrimía el arma los 'apuntaba'", algo que para el magistrado surgía también de la visualización del registro de las cámaras de seguridad de la estación de servicios.

"Coronel apuntó su arma en dirección al automotor y personas en su interior y lo hizo al menos en dos momentos. Al descender del vehículo y aproximarse y mientras estaba próximo al rodado", sostuvo también el Juez Federal. "De este modo, advierto que la explicación de Coronel no se ajusta a la verdad de los hechos".

Hay una circunstancia más que terminó de comprometer su situación procesal en esta instancia y que ahora lo coloca como el único imputado por lo sucedido: según los dichos de los agentes de la Federal, el efectivo de la DDI no se identificó jamás como policía; más allá de lo que él mismo dijera en su descargo y también afirmaran los tres policías de Vial Azul que habían llegado aquella mañana a la YPF en su apoyo en un móvil identificable.

"Los tres efectivos de la Policía Federal, incluyendo al coimputado Quiroga, negaron que Coronel se identificara", puede leerse en un tramo de esta resolución. Y en otro párrafo, el juez Federal Di Giulio indicó: "El análisis de los hechos revela que, probablemente, Coronel efectuó alguna manifestación en ese sentido, circunstancia que explicaría mejor las respuestas de Marcolongo y Ferreyra: 'Pará que somos policías" o "Policía Federal'".

"Sin embargo, en el contexto ya descrito la conducta material desplegada (por Coronel) no guardó el cuidado y la proporcionalidad idóneos para que los ocupantes del vehículo puedan conocer -con seguridad- que se trataba de un efectivo policial. Tampoco resultaba posible prever que se trataba de una 'interceptación' policial", concluyó el magistrado.

EL DATO

De manera individual, los delitos que le imputan a Coronel son excarcelables. Esa circunstancia, su falta de antecedentes penales, la pena que podría caberle en caso de resultar condenado y "la ausencia de elementos concretos y específicos que revelen una conducta dirigida a eludir el accionar de la justicia" hicieron que el juez Federal Di Giulio no le dictara medida de coerción alguna al momento de procesarlo como el único responsable a título penal de lo sucedido en aquel enfrentamiento armado con los agentes de la Federal.