País
11 de junio de 2024
El dificultoso
contexto que atraviesa nuestro país nos obliga a pensar en qué maneras existen de ahorrar en toda clase de servicios, desde
los accesorios hasta los esenciales. Este siempre fue un tema importante para
las familias, pero en estos meses se acrecentó debido a los incesantes aumentos producto del
congelamiento tarifario que disfrutamos por tantos años.
En resumen, la
situación se ha tornado insostenible para millones de argentinos. Por eso, en
este artículo te contaremos de qué
formas podés no pagar tanto de luz, agua y gas. Son tips sencillos, y
poniéndolos en práctica vas a notar una interesante reducción en las boletas.
Un consejo
eficiente para no agarrarse la cabeza al pagar
las facturas de servicios es cambiar las bombillas incandescentes por LED.
Estas últimas tienen una tecnología que consume
hasta un 80% menos de energía, y su vida útil es considerablemente
superior. Si bien requieren de una inversión más elevada, compensan con una
gran durabilidad y eficiencia.
Es clave empezar
por las zonas de uso frecuente, como
por ejemplo el living, la cocina y el dormitorio. Existen opciones de
iluminación LED regulable, ajustando su potencia según las necesidades de ese
momento.
Al pagar las facturas de servicios,
puede que la luz se encuentre entre las más costosas. Para evitar esto, o al
menos disminuir su valor, es importante maximizar la utilización de la luz
solar. Para ello, basta con mantener las
persianas y cortinas abiertas durante el día, pues eso hace innecesaria la
presencia de luz artificial.
Si se rompe
alguno de los electrodomésticos y toca reemplazarlo o simplemente querés
comprar uno, es crucial elegirlo
considerando su etiqueta energética. Aquellos de tipo A y superiores (como
A+ y A++) consumen mucha menos luz que los de tipo B, C e inferiores. Además,
también son respetuosos con el medioambiente.
Los equipos
tecnológicos del hogar deben ser usados de manera eficiente. Por ejemplo, una
buena manera de no gastar de más es llenando por completo el lavavajillas o la
lavadora antes de encenderlos, y ejecutar siempre programas de bajo consumo.
Si la idea es no
consumir tanta energía, el aire acondicionado debe estar entre 24 y 26 grados
en verano y 20 a 22 grados en invierno. Cada grado extra de
calentamiento/enfriamiento agrava el consumo, traduciéndose en una factura más
abultada a fin de mes. También hay que efectuar un mantenimiento periódico de
estos equipos para que sigan siendo eficientes.
Los reductores
de caudal son dispositivos fáciles de colocar en la boca de las duchas y
grifos. Su función es la de limitar la
cantidad de agua sin que ello afecte la presión ni perjudique la normalidad
de su uso. Son capaces de disminuir el
gasto hasta un 50%, haciendo que la factura sea menos difícil de pagar.
La integración
de inodoros de doble descarga
permite elegir entre una descarga completa o parcial, algo útil para no gastar
tanta agua si la situación no lo amerita. Una técnica que usan cada vez más
familias consiste en colocar botellas
llenas de agua en el tanque/mochila del inodoro. De esta manera, las descargas
resultan más económicas.
Tomar un baño es
un proceso que consume mucha agua. Para que eso no represente un dolor de
cabeza a fin de mes, una alternativa es reducir
el tiempo que se pasa en la ducha. Como dato clave, cada minuto menos se ahorra entre 7 y 10 litros de agua. Los
temporizadores son útiles para controlar el tiempo que toma cada baño.
Algo un poco más
"extremo", pero tremendamente efectivo, es reutilizar
el agua del lavarropas. Este líquido puede ser empleado para limpiar el
piso o para el inodoro, siendo un ahorro hormiga que trae buenos resultados.
También recomendamos recoger el agua de la lluvia para regar el jardín o llevar
a cabo una profunda limpieza de exteriores.
Otros puntos a considerar son: cerrar
la canilla al cepillarse los dientes/afeitarse, y utilizar un recipiente para
enjabonar los platos para luego enjuagar todo junto.
La factura de
gas puede ser otro motivo de preocupación si no se llevan a cabo las medidas
adecuadas que eviten su excesivo consumo. Una de ellas consiste en mejorar el aislamiento del hogar, pues,
de esta manera, la casa pierde menos calor en invierno y conserva el frescor en
épocas calurosas. Es un tip clave para evitar encender la calefacción.
Para maximizar la eficiencia al cocinar, es
importante hacer uso de las ollas de
presión gracias a su rápida cocción de los alimentos. La colocación de una tapa sobre ella, o encima de una sartén,
retiene mejor el calor y todo se cocina en menos tiempo.
"Calor residual" es un concepto muy
interesante y fácil de poner en práctica. Consiste en apagar el fuego unos minutos antes de que la comida esté totalmente
cocida y dejar que este calor concluya su cocción sin la necesidad de seguir
con la hornalla prendida.
La instalación
de termostatos inteligentes tiene varias ventajas. En primer lugar, sirve para
ajustar y controlar la temperatura del hogar desde cualquier parte, reduciendo
el consumo de gas gracias a la optimización de la calefacción. Si bien implica
una interesante inversión inicial, supone un ahorro fundamental en la factura mensual.
Muchos de estos
tips no requieren de un gasto extra y ni siquiera es necesario un gran
esfuerzo. Por el contrario, las formas más sencillas de ahorro se basan en un uso responsable de los servicios
básicos. La utilización de bombillas LED, no perder
tanto tiempo en la ducha, y aprovechar el calor residual son solo algunos
consejos cruciales para no pagar de más.
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