Antes de que los cuatro sospechosos fueran arrestados en la Avenida Cacique Catriel ayer poco antes del mediodía, efectivos policiales protagonizaron en varios móviles una extensa persecución para interceptar al Citröen C3 en el que andaban, la cual comenzó en rutas de acceso a Azul y se prolongó por diferentes lugares de esta ciudad.

Según lo que se informó, un oficial de la Seccional Primera local había individualizado el vehículo cuando, en horas de la mañana, circulaba por la Ruta 3 en dirección hacia la rotonda que la une con la 226, en jurisdicción de Azul.

Ante el alerta emitido a todas las seccionales policiales de la ciudad con esa novedad, inmediatamente se montó un operativo cerrojo para interceptar el rodado.

Al mismo tiempo, se iniciaba esa persecución que, instantes más tarde, finalizó con los arrestos de los ahora imputados por una desobediencia, cuando el auto en el que se trasladaban fue interceptado en la Avenida Cacique Catriel.

Pero hasta que esas medidas cautelares se llevaron a cabo, no bien advirtieron que estaban siendo perseguidos los ocupantes del Citröen C3 se dirigieron por la Ruta 226 hasta la 51.Y desde esa ruta provincial ingresaron a Azul, por la calle Cabo González.

Un automóvil Citröen C3, el auto en el que circulaban los sospechados de cometer varios ilícitos en comercios locales. Esos hechos se vinieron registrando desde el miércoles de la semana pasada.

En ese entonces, más agentes en diferentes móviles se iban sumando a la persecución.

Posteriormente, al llegar a Güemes, el auto tomó por la Avenida Catriel, el lugar donde finalmente, en cercanías al puente de la calle San Martín, pudo ser interceptado por el personal de seguridad de la Bonaerense.

Según se informó, una avería en uno de los neumáticos del vehículo -que también tenía el vidrio de la ventanilla de la puerta del conductor roto en dos lugares- sirvió para que los policías pudieran después arrestar a quienes se trasladaban en ese Citröen.

Varios elementos secuestrados

Una vez que sus cuatro ocupantes fueron reducidos, lo que implicó que todos ellos permanecieran boca abajo tirados en la calle, se procedió a revisar el auto.

En esas circunstancias, los efectivos de seguridad hallaron e incautaron en el interior del rodado más de diez mil pesos en efectivo, la documentación del auto con su verdadero número de patente -que no se correspondía con las chapas que tenía colocadas en ese momento- y teléfonos celulares.

También se secuestraron “precintos, guantes de látex y lana, sogas y mordazas”, según lo señalado por voceros de seguridad.

Mientras el auto era perseguido sus ocupantes se fueron descartando de otros elementos que podrían incriminarlos en esos ilícitos por los que ahora están siendo investigados. Si bien en un principio había trascendido que durante la persecución arrojaron armas de fuego, al menos hasta anoche no había sido hallada ninguna.

Acusados por el momento de una desobediencia, ahora existen fuertes indicios que hacen presumir que la mujer y los varones arrestados ayer habrían cometido delitos mucho más graves.

Entre ellos, los asaltos en una pollería y una carnicería y el intento de robo en otra que, el lunes pasado por la noche, había derivado en que un comerciante fuera herido de un balazo.

Hechos que comenzaron a registrarse a mediados de la semana que pasó en Azul y se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza para la Policía, desde donde ahora están convencidos de que todos esos episodios delictivos van camino a esclarecerse con estas cuatro aprehensiones realizadas ayer poco antes del mediodía en la zona de la Costanera.