Favorecido por un cambio de calificación de la causa penal que en su momento se instruyó, un joven fue sentenciado a dos años de prisión de efectivo cumplimiento como autor del delito de lesiones graves, después de que en un principio había sido procesado por un intento de homicidio.

La condena para el encausado, un azuleño de 22 años a quien voceros judiciales identificaron como Joel Agustín Ocanto, fue el resultado de un juicio abreviado tramitado en el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 con asiento en el Palacio de Justicia local.

Ocanto había sido detenido el 18 de enero de este año, después de que apuñalara a otro joven. Aquel hecho se produjo en inmediaciones del hipódromo, el lugar donde ambos protagonistas de este incidente trabajaban.

Luis Surget, magistrado que de manera subrogante está integrando el TOC 2, intervino en este juicio abreviado que se tradujo en el dictado, en primera instancia, de una condena para el acusado.

Si bien cuando esta causa penal había sido elevada a juicio estaba caratulada como “homicidio en grado de tentativa”, después de que quedara radicada en el Tribunal 2 hubo un “acuerdo conjunto” entre las partes -contando con el consentimiento del acusado- para modificar, a un delito menos gravoso, la calificación a escala penal de lo ocurrido.

El fiscal Marcelo Fernández -titular de la UFI 1 que instruyó esta causa- para avalar ese nuevo cambio de calificación sostenía que el hecho materia de lo que fue este proceso, “tal como se presenta, padece de una dificultosa acreditación de la intencionalidad típica conforme la calificación principal (Homicidio en grado de Tentativa) siendo de una total acreditación las lesiones sufridas por la víctima”, se mencionó en el fallo.

Al respecto, el juez que intervino en este juicio abreviado, analizando las pruebas incorporadas a lo que había sido la instrucción de esta investigación penal escribió, a modo de conclusión, en la resolución: “La armónica, lógica y global valoración de la prueba indica que no puede tenerse por acreditada que la voluntad desplegada por el causante era la específica de matar, siendo comprobado el resultado final de la lesión en la zona del abdomen del señor Fredes (tal el apellido de la víctima)”.

De esa manera, al no comprobarse la existencia de dolo homicida por parte del agresor, se arribó a ese cambio de calificación. Y eso se tradujo en que Ocanto fuera condenado por un delito menos grave al que en un principio se le atribuyera, una vez que fuera procesado como el autor de este hecho.

El incidente que derivara en la condena para el joven se produjo alrededor de la hora 19.30 del pasado 18 de enero de este año.

En ese entonces, Ocanto se peleó con un joven con el que trabajaban juntos en el hipódromo, hecho sucedido en Mujica y San Carlos, una zona cercana al circo hípico local.

La víctima -identificada como Jesús Fredes y oriunda de la ciudad santafesina de Rosario- recibió un puntazo con un arma blanca por parte del condenado en este juicio abreviado.

Según testigos, un conflicto de larga data que ambos tenían fue el que derivó en esta pelea, la cual en ese entonces presenciaron en la calle la pareja del encausado y un hombre que también conocía a los dos implicados en este hecho.

De acuerdo con lo referido en el fallo, Ocanto “le aplicó un puntazo en el abdomen con un cuchillo de cabo blanco y hoja de metal” a Fredes, provocando al herirlo que ese mismo día tuviera que ser trasladado al Hospital Pintos a causa de las lesiones que sufrió.

Esa herida le desgarró la vena cava, causándole una lesión de carácter grave que puso en riesgo su vida y por la cual permaneció algunos días internado.