TODO UN PERSONAJE DE LA CIUDAD

Gloria Bagnoli –quien cumplió años- junto con su sobrina Valeria vivieron ayer una jornada llena de saludos en el tradicional Kiosco Americano. NICOLÁS MURCIA

Por Augusto Meyer

ameyer@diarioeltiempo.com.ar

“Si no trabajo, me muero. Desde los 11 años que trabajo”, expresó Bagnoli, dueña del Kiosco Americano. En una charla con EL TIEMPO, la comerciante que en 2018 recibió la Distinción “Silvina Grierson” se refirió al presente de la actividad mercantil. 

Siguiendo una antigua tradición, nadie preguntó cuántos años cumplía.

Los abrazos, besos y cánticos se fueron sumando a medida que transcurría la mañana.

Es que Gloria Bagnoli celebraba el aniversario de su nacimiento y esto era motivo suficiente para que la calle Moreno, entre San Martín e Yrigoyen, tuviera un movimiento más allá de lo normal.

Kiosco Americano, el tradicional comercio que tiene a su cargo Gloria, se mudó hace algunos meses cuando pasó de estar en Yrigoyen casi Moreno, para instalarse a la vuelta, por la última de las arterias, junto a una agencia de remís.

Acompañada por su sobrina Valeria, Bagnoli se sorprendió cuando EL TIEMPO le pidió hacer una “notita” para dar cuenta a la comunidad de las razones de tantas expresiones de afecto que durante la jornada de ayer recibió, tanto en forma personal como a través del Wathsapp.

Ni qué decir cuando este diario subió a las redes sociales un video donde un amigo y colega, dueño de un local vecino al suyo, le canta el “feliz cumpleaños” en la versión en el idioma inglés.

“Estoy trabajando como cualquier día; si no, me muero. Ya soy uno de los personales de la ciudad”, expresó Gloria, al tiempo que recordaba que en el local de calle Yrigoyen estuvo un cuarto de siglo.

“Me pidieron el local y acá llevo tres meses. El Día de los Inocentes nos cambiamos; como para olvidarme…”, agregó.

“La verdad es que me pegué buen susto cuando (Alberto) Sarramone me pidió el local; me dijo que lo quería vender, yo no lo podía comprar. La chica que tenía este local vendía ropa para chicos con un contrato de tres años, se enfermó y no pudo seguir trabajando más”, mencionó.

Vivir el presente

Bagnoli admitió que la inflación y la recesión son palpables en el comercio, aunque jamás se planteó la queja como variable para un momento de crisis como el actual.

“Está como todo, no voy a ser la excepción, pero no me quejo. Es cierto que hasta cigarrillos se venden menos y hay muchas cosas que dejé de traer por falta de ventas”, sintetizó y aclaró que diarios y revistas dejó de comercializar hace algún tiempo, por baja rentabilidad.

Gloria destacó el movimiento incesante de peatones que tiene la vereda donde tiene su conocido quiosco, que ayer por la mañana era un constante ingreso y egreso de clientes, familiares y amigos deseosos de saludar a la “cumpleañera”.

Bagnoli prácticamente no registra “ausentes” en su puesto, a punto que en el último período estival sólo cerró una semana para disfrutar de unas breves vacaciones en familia.

“Este verano nos tomamos cinco días”, precisó y dijo que ayer, como no podía ser de otra manera, abrió el local a las siete y media de la mañana.

Mientras recibía mensajes y saludos de toda índole, Gloria se tomó algunos instantes para recordar a otro entrañable “personaje” azuleño, lamentablemente fallecido el 20 de abril de 2018.

“Estoy como Roberto Glorioso; ese sí que era un personaje, un chico divino. En el banco la gente lo extraña. Él iba y con su dinero le compraba caramelos a los jubilados. Era un fuera de serie ese chico”, manifestó.

Sacrificio al por mayor

La historia laboral de Gloria Bagnoli no conoce de otra faceta que no sea la del sacrificio constante, sin pausas.

En la actualidad, apenas se toma un descanso pasado el mediodía, para disfrutar de una actividad deportiva y social que la llena de satisfacción: concurre al club de Remo para hacer natación.

“Si no fuera a nadar, ni cerraría el local. El quiosco, para que camine, hay que ponerle 16 horas de dedicación como hago yo”, indicó y recordó que “a los 11 años empecé a laburar”.

“Iba a quinto grado y vendía hielo en barra. Siempre lo vi a mi papá laburar tanto que lo quise ayudar. Él tenía el Bar Americano y fue mozo del Gran Hotel Azul”, amplió.

En su derrotero laboral, recordó Bagnoli, junto con otros familiares también trabajó lijando figuras y macetas de yeso, labor que realizaban a pedido de un fabricante de apellido Tucci.

“Si uno quiere vivir y crecer, hay que trabajar. Veo a la juventud recontra perdida y me da mucha lástima, pero tienen que laburar; no queda otra. Dicen que no hay trabajo, pero tampoco se la rebuscan. Todos los días pasan por acá un pibe vendiendo rosquitas y un muchacho que vende café desde que tenía 18 años”, señaló.

Seguían entrando clientes al quiosco. Con la excusa de adquirir un atado de cigarrillos o un paquete de pastillas, aprovechaban el momento de la compra para saludar y felicitar a Gloria por su cumpleaños.

“Si me quedo en casa me aburro. Y cuando estoy en casa limpio y miro tele, pero nunca informativos. La gente se da manija de gusto porque sube el dólar y demás…por eso acá sólo escucho música”, finalizó.

PRIMERAS REPERCUSIONES

Pocos minutos pasaron desde la publicación del video donde un comerciante amigo le canta el feliz cumpleaños a Gloria Bagnoli, para que empezaran a llegar los saludos a través del Facebook de EL TIEMPO.

Julio Fiorenza: Grande gloria!! Feliz cumple.

Marian Bau: Felicidades Gloria!!!.

Marta Alejandra Bagnoli: Feliz cumple Gloria.

Vero Sacido: Una genia, feliz cumple.

Elba Goicoechea Echeverria: Feliz cumple Gloria!!!

Patricia Quattrocchio: Feliz cumpleaños Gloria Kiosco Americano!!!

Vanesa Éboli: Feliz cumpleeeee Gloria!!! Que pases un súper día!!!

Mayra Nerina Builer: Genia!!! Feliz cumple! Siempre de buena onda.

Celesnegra Rigo: Feliz cumple Gloría kiosco Americano, siempre con la mejor onda.

Silvi Cele Mendoza: Una genia Gloria!!!

RECONOCIDA EN SU COMUNIDAD

ARCHIVO/EL TIEMPO/NACHO CORREA

En marzo de 2018, Gloria Bagnoli recibió junto a otras mujeres azuleñas la Distinción “Silvina Grierson” que desde hace cinco años otorga la Asociación Empleados de Comercio del Azul, Somos Azul y Diario EL TIEMPO.

Fue un momento de profunda emoción para la titular de Kiosco Americano y su grupo familiar, que la acompañó en pleno a recibir el reconocimiento en el mismísimo Teatro Español.