Aborto legal, seguro y gratuito; basta de violencia machista, femicidios, travesticidios y crímenes de odio; cupo laboral trans y Educación Sexual Integral en todas las escuelas, fueron las consignas que se gritaron con más fuerza durante los más de seis kilómetros de recorrido en la actividad más importante del segundo día del 34° Encuentro Nacional de Mujeres.

La marcha oficial partió de la intersección de las calles 1 y 60, la zona en la que desapareció la joven platense Johana Ramallo, continuó por diagonal 79 hasta calle 7, y luego hasta calle 32 para dirigirse al Estadio Único, donde al cierre de esta edición, se realizaba La Peña del Encuentro, con bandas y música.

La movilización fue tan masiva que mientras algunas columnas de mujeres llegaban a avenida 7, otras ya habían doblado por calle 32 y estaban próximas al estadio. Se estima que fueron unas 30 cuadras de marcha.

En tanto, una facción liderada por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) se desvió a la altura de Plaza Italia (7 y 44) y retomó por diagonal 74 hasta Plaza Moreno, donde se encuentra La Catedral de La Plata, que fue vallada una semana previa al Encuentro por temor a disturbios.

"Nunca vivimos algo igual". Lo repiten las más jóvenes y las que participan de su primer Encuentro; y también las mayores, con más experiencia, que asistieron a la primera cumbre feminista, allá por 1986.

Es que el Encuentro de Mujeres creció al ritmo del movimiento feminista en todo el país, a la luz de los reclamos contra la violencia machista, los femicidios y el aborto legal. "Abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer", es uno de los cánticos más populares entre las militantes y activistas.

Más talleres y actividades

Tras un sábado de intensas tormentas que amenazaron con opacar el Encuentro tras la suspensión del acto de apertura, el buen clima permitió disfrutar al máximo de las actividades y talleres desplegados por los distintos puntos de La Plata.

"Lo malo de los Encuentros es que uno quiere estar en todos lados y no se puede, porque las actividades son en simultáneo", dice Adriana, de Capital Federal, que participó del primero en 1986 y no faltó a ninguno desde entonces, salvo contadas excepciones.

Desde temprano se reiniciaron los talleres que el sábado habían colapsado aulas y pasillos de todas las facultades de la Universidad Nacional de La Plata (incluso un grupo de mujeres terminó debatiendo sobre monogamia en la Terminal al no tener espacio). Este domingo también hubo varios talleres completos, donde las mujeres intercambiaron miradas sobre distintos temas que atraviesan a los feminismos.

Mientras tanto, en el centro de la plaza San Martín, se celebró al mediodía el rito del Abya Yala. Durante la ceremonia se reivindicó la lucha de los pueblos originarios por sus tierras, la inclusión de las disidencias y se pidió por el fin de la violencia patriarcal.

También en Plaza San Martín, uno de los espacios públicos más convocantes, hubo un "verdurazo" de mujeres que trabajan la tierra. "Regalamos lechuga para visibilizar nuestro reclamo. A este cajón nos lo compran a solo $40", dijo a DIB una de las productoras. Mientras que los puestos de comida, artesanías, ropa, calcomanías y pines con consignas feministas colmaron todas las veredas internas de la plaza.

En el Paseo del Bosque también hubo actividades. El kirchnerismo se reunió en lo que denominaron "la Plaza de Cristina", donde se reivindicó a la expresidenta y hablaron varias candidatas de cara a las próximas elecciones, entre ellas, Ofelia Fernández, quien aspira a ser diputada porteña.

Asimismo, en la Plaza Almirante Brown, cerca del Bosque, se celebró el festival de la Campaña por le Emergencia en Violencia de Género.

En simultáneo, un centenar de mujeres se manifestaron con sus cuerpos descubiertos y realizaron un "tetazo" frente a la Catedral, para reclamar la separación de la Iglesia del Estado.

Antes de ir al punto de concentración de la marcha, desde la Campaña Somos Plurinacional leyeron un nuevo documento para pedir por el cambio de nombre del Encuentro, el debate central que atravesó desde su organización la cumbre feminista de este año.

"Queremos revolucionar y descolonizar los feminismos cuidadores de los modos tradicionales y exigimos ser nombrades", indicaba el documento, a favor de modificar el nombre por Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis y No Binaries, por uno más inclusivo en el que aparezcan las identidades disidentes.