Todas las personas debemos tener un trabajo digno. Entiendo que la situación del país es crítica y somos pocos los “privilegiados” en tener un ´laburo´. Aunque una cosa es no tener trabajo porque la situación económica no lo permite y otra muy distinta es ser discriminado por ser trans- travesti.

Para ello existe una ley que es la de cupo laboral. La misma dice que “el 1 por ciento de los empleos de la administración pública debe ser ocupado por personas travestis, transexuales, transgéneros y masculinidades trans”. Pero esa ley está “dormida”. Es decir si, bien está sancionada y promulgada, no se encuentra reglamentada.

Entonces, si bien nada ni nadie impide que los se las contrate por carecer de reglamentación, tampoco hay una sanción para quien no lo haga, ni se establece forma alguna para la contratación.

“Si bien es obligatoria, no se cumple. Aunque lo mismo pasa con otras normas protectoras de género, que no tienen sanciones”, señaló la abogada que orienta su especialidad a la sociología jurídica, Moira Goldenhörn, quien llegó a este diario junto a Victoria Alonso.

Un reclamo social

primer lugar, la profesional ejemplificó “tenemos una ley maravillosa, reconocida internacionalmente que es la ley 26.485 que establece las diferentes tipos, modalidades y ámbitos de violencias que pueden sufrir las mujeres, pero que, sin embargo, no tiene sanciones entonces su cumplimiento se vuelve utópico. Salvo los femicidios -que incluyen los travesticidios- ninguna de estas violencias está penada en forma autónoma. Ni tampoco aparecen como agravantes o merecedoras de sanción alguna en otros contextos como por ejemplo las relaciones de familia donde abundan estas violencias basadas en el género y afectan también a niños y niñas”.

Agregó que “lo importante que nos muestra la ley del cupo laboral trans es que existe una responsabilidad social por la situación de las personas trans y travestis, porque puede haber una ley que obligue a hacer o no algo, pero que, en los hechos, no sea cumplida por la sociedad. Los usos sociales de las personas hacen que las leyes resulten eficaces o no, se cumplan o no, según determinadas conveniencias sociales. Aquí tenemos una sociedad ultra conservadora en la que sus propias normas sociales impiden que una ley nacional sea cumplida”.

Posteriormente contó junto a Vicky cómo es la situación en Azul.

Vicky es trans y está desempleada, para vivir la ayudan sus amigos y familiares, además de alguna ayuda de subsidio municipal. Hace 18 años que no ejerce la prostitución.

Señaló que “en Azul creemos que hay alrededor de 30 chicas trans, ahora vamos a saber con exactitud porque estamos recabando datos actualizados. Pero no hay oportunidades, el que tiene un comercio no nos quiere tomar porque piensa que va a perder clientela si yo atiendo su espacio. Son prejuicios que siempre estuvieron en la sociedad de Azul, por eso nunca logramos nada”.

Aclaró que en ningún rubro del comercio toman chicas trans para trabajar.

Vicky explicó que “yo vengo luchando hace muchísimos años desde antes que se sancione la ley para que nos empleen”.

Moira agregó que “es una problemática constante. Pero otras sociedades son más sensibles y generosas, en Buenos Aires por ejemplo ocurre que hay determinados rubros de comercio específicos, cosmética y estética por ejemplo que tienen muchas chicas trans trabajando, y otros espacios que incorporan personas trans por interés de los funcionarios públicos a cargo de acompañar a las chicas porque ven de cerca la problemática por estar generalmente vinculados con defensa de los derechos humanos (Defensoría del Pueblo, Defensoría Pública). Azul es una sociedad sumamente conservadora que no le abre las puertas a cualquiera. Pongamos por caso, yo vengo de Capital con un ´repertorio´ de títulos y trabajo previo en diversos sectores y sin embargo me cuesta muchísimo insertarme en el mercado laboral como docente, por ejemplo. Así que imaginémonos una chica trans que con suerte ha cumplido la educación media. Están identificadas como que son raras, son las fetiches sexuales, como que no van a salir jamás del estereotipo en que las coloca el patriarcado”.

retomó la charla “la gente generaliza, porque no es siempre así, o por lo menos yo no soy así. Hace 18 años que no ejerzo la prostitución por elección propia, porque por más que la sociedad me quiera arrastrar a la prostitución porque soy trans, no voy a hacer. Yo quiero tener mi trabajo porque tengo mis estudios, mis capacitaciones, el secundario terminado y muchísimos cursos y capacitaciones. Yo estoy capacitada para trabajar. Quiero ganarme el salario con todo lo que aprendí capacitándome”.

Goldenhörn agregó a esto “Aquí debemos ser conscientes que la cuestión del desempleo de las personas travestis y trans es una problemática social a la que la ley quiere dar una solución paliativa, porque si hubiera trabajo para las personas travestis y trans en todos los rubros y sectores, no tendríamos necesidad de instaurar un cupo por ley. Las chicas hacen un planteo a la sociedad toda por ser incluidas”.

“Yo puedo y quiero trabajar”

En segundo término, Vicky contó cómo fue su infancia. En principio ella se dio cuenta que es mujer a los 11 años y sufrió discriminación en el ámbito escolar.

“Fue muy traumático y me costó casi 20 años recuperarme para volver a estudiar. Logré terminar el secundario y nunca dejé de capacitarme”.

sobre qué implica en cuánto a la autoestima de las chicas trans esta terrible discriminación.

Vicky destacó que “me da mucha tristeza porque si no consigo una solución inmediata se pasa el tiempo porque tengo 40 años y tengo derechos, como todos, a aportes jubilatorios, por ejemplo. Además, no puede ser que mis amigos y mi familia me estén ayudando para no caer en la prostitución o en la venta o consumo de drogas. Lo viví desde muy joven. Yo puedo y quiero trabajar”.

La abogada contó que “siempre le digo a Vicky que cuando tenga mi estudio jurídico la voy a emplear, yo a ella le tengo toda la confianza. Vicky fue de mis mejores alumnas, es práctica, muy resolutiva y honesta, es inteligente, alegre, capaz, simpática, responsable y de esto último me he dado cuenta porque si a ella una tarea ella siente que le ´queda grande´ lo expresa: ´no me quiero comprometer´, pero si se siente capaz hace las cosas en tiempo y forma. Entonces, es una persona muy valiosa por su sinceridad y compromiso”.

Vicky agregó que “a mí la gente me respeta, soy conocida por diferentes cuestiones, tengo muy buenas referencias en el rubro gastronómico, por ejemplo. Me gusta mucho la cocina y la atención al público”.

Para terminar, Vicky pidió a la sociedad que “nos ayuden a tener un empleo en blanco con aportes que nos posibiliten un presente y una vejez digna. Porque hay chicas que están haciendo lo que hacen, que es la prostitución que necesitan una oportunidad para poder elegir su destino en la vida, porque en todo caso que sea una opción libremente elegida pero no un destino inevitable, somos personas muy castigadas en la vida”.

Moira “hemos leído recientemente que se argumenta que se las excluye de algunos empleos por la falta de estudios secundarios. Pero por ejemplo Silvina (Lucero, falleció en octubre), estaba en el Municipio, en el servicio de limpieza y para ello no era requisito tener el secundario terminado. Además hay doctrinas jurídicas muy claras respecto de la necesidad de integrarlas al mercado laboral porque configuran un sector sumamente vulnerable y nos debe interesar a toda la sociedad que puedan tener una vida digna, feliz y plena. Tenemos estadísticas terribles, Vicky es una privilegiada que llegó a los 40 años porque la mayoría fallece por enfermedades vinculadas a la explotación de su cuerpo o son asesinadas en muertes horribles, abusadas, con mucha violencia, en situaciones de trata de personas, todos contextos muy oscuros y la sociedad no ayuda a que esto termine. Es una responsabilidad de toda la sociedad que ellas tengan una opción digna de vida, igualdad de oportunidades”.

dejar en claro que este reclamo no es en contra del Gobierno Municipal ni de sus funcionarios; ya que debo destacar que por parte de desarrollo social están constantemente en contacto conmigo y me brindan una mano importante para mi economía, por lo que estoy muy agradecida. Trabajar dignifica y estar ocupada ganando mi dinero y planificando un futuro me va a sacar de esta tristeza y depresión. Es un sueño y una necesidad”, culminó Alonso.

El testimonio de Valeria

Por su parte, Valeria Altamirano tiene trabajo, se desempeña como locutora en una radio. Es carismática y no para de hablar en la emisora, tiene muchísimos oyentes que le mandan mensajes y la llaman para felicitarla por la buena energía que tiene y que trasmite.

“Hace bastante años que soy mujer, desde los 17 años y he pasado por muchos trabajos, pero lo mío es la radio. Yo sentí que mi vocación es la locución cuando me fui de mi casa a los 11 años, trabajé en una serie de circos como conductora muchos años y cuando me instalé en Azul, empecé a hacer radio. Con el tiempo la remé, la remé y la remé porque yo quería conducir un baile o un corso hasta que se me dio. Después me incorporé al programa radial, pero creo que a partir de los carnavales la gente me aceptó en la sociedad”, comenzó contando.

Es importante destacar que Valeria está haciendo “Fantástico tropical” por la 95.5 de las 10 hasta las 14 de martes a viernes. Además la contratan para eventos para realizar conducciones,

Agregó que “antes trabajaba en la calle y hace seis años que no, que pude dejar esa vida para dedicarme a lo que me gusta que es hacer radio”.

Consultada sobre las chicas trans que se les complica conseguir trabajo opinó que “tenés que buscarle la vuelta porque que nosotros, los trans no conseguimos trabajo. Yo hice el intento, por suerte me fue bien y la vida me cambió por completo y voy por más”.

De la misma manera especificó que “estoy muy agradecida a la gente por escucharme, a los dueños de la radio por tomarme, a los oyentes que me tratan con mucho respeto”.

Sobre antes de éstos seis años la vida de Valeria, lógicamente, era distinta.

violada, corrí muchos riegos, tengo una historia muy fea, lo hacía por necesidad hasta que la radio me salvó y me encanta que la gente lo disfrute”, culminó diciendo.

Valeria Altamirano: “estoy muy agradecida a la gente por escucharme, a los dueños de la radio por tomarme, a los oyentes que me tratan con mucho respeto”. FOTOS ANGIE DÍAZ JACQUOT